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—. JiMinnie~—.
Hablo Jackson con un ligero tono infantil.
—. ¿Donde se ha metido mi pequeño mochi~—.

Mierda..

Se maldijo internamente JiMin al escuchar los pasos del pelinegro acercándose a su pequeño escondite.

El muy descarado lo había seguido hasta los baños y empezó a jugar con el.

Sus pisadas se detuvieron en la cabina donde se encontraba escondido, abriendo lentamente, observando con burla la expresión del más bajo.

. Te encontré...—.
Hablo con una sonrisa de oreja a oreja, tomo a JiMin de su brazo izquierdo y lo empujó aún más  dentro de la cabina, quedando entre sus piernas.

El pelirosa estaba sentado en el inodoro con sus manos cubriendo su cara, por el miedo.

Pero, antes de que el más grande pudiese hacer algo, alguien tiro de su hombro lo suficientemente fuerte como hacer que se quitara de JiMin.

—. Sabes... Búscate alguien de tu...—.
Miró su cuerpo sin vergüenza.
Chasqueó su lengua.
. Búscate a alguien ciego, ¿Quieres? Desaparece de mi vista—.

Jackson iba a decir algo, pero al parecer lo pensó, el chico que tenía en frente no parecía alguien de fiarse, aún por su fragilidad que denotaba su cuerpo, podía notarse que sus nudillos estaban cansados y con algo de sangre en ellos.

Salió del lugar no sin antes escupir en sus pies.

. Hey...—.
Hablo suavemente, agachándose hasta quedar a la altura del pequeño cuerpo que estaba temblando con sus manitas en su cara.
. Hey, pequeño, no hay de que tener, todo está bien...—.

Lentamente, JiMin fue quitando sus manos y la cara del rubio se desfiguró por completo.

Tenía un moretón algo verdoso en su pómulo derecho.

—. Ese idiota...—.
Murmuró levantándose bruscamente.
—. Me las pagará—.

Pero antes de irse, la mano del pelirosa lo detuvo, lo miro por un pequeño momento.

. E-esta bien, n-no im-importa—.
Susurro levemente.
. Gracias—.
Sonrió hasta que sus ojitos desaparecieron pero solo por un momento, ya que el dolor de su cachete lo detuvo.

. ¿Cual es tu nombre?—.
Pregunto sobando su pómulo.
—. JiMin, Park JiMin—.
Dije levantándome del inodoro y sacudiendo mi suéter.

. Me llamo Seokjin, mucho gusto, JiMin—.
Tendió su mano y yo amablemente le respondí.

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