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. Muchas gracias por ayudarme, Seokjin...—.
El pelirosa miró el suelo con sus pómulos algo rosados.
. No hay de que, ese tipo de personas merecen ser tratadas de igual forma—.
Respondió el mayor, posando su mano en la cabeza del menor, despeinado la cabellera de JiMin, este solo río por lo bajo.

—. JiMin...—.
Después de un rato caminando juntos por la escuela, SeokJin decidió parar.
. ¿Puedo preguntarte algo?—.
El mencionado solo asintió.
. ¿Podemos ser amigos? Yo... No tengo por los rumores de la escu-

—. ¡Por supuesto!—
Se apresuró a contestar, interrumpiendo a SeokJin.
. Creí que ya lo éramos... ¡Pero no importa!—.
El chico sonrió de oreja a oreja y abrazo al de anchos hombros, el otro gustoso recibió el abrazo.

. Gracias, JiMin, muchas gracias...—.

SeokJin provenía de una familia adinerada, eso no quería decir que fuese vanidoso e incluso tóxico.
Sus nudillos estaban completamente desgarrados por su anterior pelea, no fue para mostrar su fuerza ante la escuela, oh no, SeokJin no era capaz de algo así.

Se trataba de algo diferente, él se encontraba paseando por el parque, no tenía ganas de volver todavía a casa, cuando escucho unos gritos de aparentemente una niña.

Corrió hasta donde provenía aquel sonido, encontrando a una niña de 5 años a lo mucho, siendo arrastrada de sus padres, quienes se encontraban inconcientes.

Sin dudarlo, día a rescatarla, teniendo éxito, la niña lloro en sus brazos y le dio las gracias repetitivas veces, mostrando su gran felicidad.

Al día siguiente, los rumores se esparcieron, que no se acercaban ni un mínimo a la verdad.

Fue al baño intentando despejarse de todo aquello, encontrando a JiMin.

Su nuevo amigo...

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