Capítulo VII: Dobby

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El fic no me pertence; es de Sablesilverrain. Sólo la traducción en español es mía.

Los personajes son de J. K. Rowling, si fueran míos, las cosas hubieran sido algo —muy— diferentes.

P. D. Si aún no es obvio, esto es Slash —que significa ChicoxChico—, si no te gusta, ¡adiosito!

Harry bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, encontrándose allí a Sirius, con los ojos somnolientos, estudiando minuciosamente un libro polvoriento y de aspecto viejo

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Harry bajó las escaleras y se dirigió a la cocina, encontrándose allí a Sirius, con los ojos somnolientos, estudiando minuciosamente un libro polvoriento y de aspecto viejo.

—¿Qué estás leyendo? —preguntó Harry.

Sirius levantó la vista. —Es un libro sobre criar a un Omega. Está lleno de ideas obsoletas sobre cómo debería enseñarte a actuar, y básicamente dice que deberías ser un felpudo perfecto para cuando tu naturaleza se presente. Es inútil —dijo en voz alta.

Harry miró el libro con inquietud. —No vas a intentar seriamente hacerme así, ¿verdad? —interrogó cautelosamente.

Sirius suspiró y sacudió su cabeza, cerrando el libro. —No. Eres tu propia persona, y no voy a intentar cambiar eso. Harás lo que quieras y, cuando madures, solo espero que encuentres un Alfa que te permita ser tú, sin importar lo que pase.

Harry asintió. —Gracias —mumuró y comenzó a arreglar el té.

—Aún así —la voz de Sirius continuó—, tenemos que hablar.

Harry se apartó de la tetera y ladeó la cabeza. —¿Sobre qué? —preguntó.

Sirius frunció el ceño. —Qué esperar cuando seas mayor. Qué buscar cuando hayas madurado. Por lo general, ocurre aproximadamente al mismo tiempo que comienza tu primer celo, y necesitas estar preparado para ello —dijo sin rodeos—. Lo mejor para ti es que lo oigas joven, así lo estarás esperando cuando suceda y no provocarás inadvertidamente un frenesí de calor.

Harry parpadeó. Severus también lo había mencionado antes. —¿Qué es un frenesí de calor, exactamente? —preguntó.

—Es lo que sucede si un Omega entra en celo en un lugar donde hay Alfas alrededor. Por lo general, solo sucede con los Omegas no unidos, porque los Omegas unidos llevan el aroma de su Alfa, advirtiendo a otros Alfas. Y, generalmente, los protegen durante al menos el primer día de su celo, por lo que tienen tiempo de llegar a su Alfa antes de que nada malo pase; pero para un Omega no unido, el primer calor es siempre el más peligroso. Puede que ni siquiera te des cuenta de lo que sucede hasta que sea demasiado tarde. Tienes que estar atento a cómo se siente tu cuerpo. Por lo que sé, la primera indicación real de calor es que comenzarás con um... fugas. Allá atrás —murmuró Sirius, con cara rojo llameante.

»Y una vez que eso comience, deberías tener tiempo suficiente para llegar al ala del hospital y tendrás que decirle a Madame Pomfrey que necesitas una sala de cuarentena. Tiene tres, eso suele ser suficiente para cualquier Omega que no esté en condiciones de servidumbre. Una vez que termine tu primer celo, realmente necesitas comenzar a buscar un compañero, un Alfa. Esa es la única forma en que realmente estarás protegido durante las primeras horas de cualquier calor, al estar en condiciones de servidumbre. Pero asegúrate de que el Alfa sea bueno, porque-

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