Cambiado

Capítulo XXIV: Al desnudo

Severus llamó a la puerta de Harry a las seis y media de la mañana siguiente. Cuando Harry no respondió, suspiró ruidosamente y abrió la puerta.

Sus ojos se ensancharon al ver la forma en la cama, la forma desnuda.

Harry estaba tendido sobre la cama, las sábanas apenas cubiertas sobre un hombro mientras su pecho, estómago y polla estaban al descubierto. Una pierna estaba todavía envuelta en una manta, mientras que la otra colgaba de la cama.

Severus encontró su mirada vagando sobre el pecho de Harry y hacia abajo, incapaz de evitar admirar la pequeña y dura polla que Harry tenía. Era un buen tamaño para un Omega, por lo que había oído, así que Harry estaba claramente bendecido, aunque el chico probablemente no estaría de acuerdo con él.

Se aclaró la garganta y apartó los ojos de la tentadora vista, cubriéndolos mientras soltaba un chasquido. -¡Sr. Potter!

Harry se despertó con un gruñido, y Severus escuchó que se movía antes de que el niño se despertara correctamente y se escuchara el sonido de las cubiertas de arreglos. -Lo siento, Severus. Estoy cubierto ahora.

Severus dejó caer su mano y miró al chico. -Y dime, por favor, ¿por qué estabas durmiendo desnudo?-preguntó.

Harry sonrió. -El libro lo dice. Honestamente, no creía que siguieras andando así. Tengo trece años, creo que puedo cuidar de mí mismo.

Severus resopló. -Bueno, tomaré en consideración tu estado de desnudez para las próximas dos noches, pero no hagas de esto un hábito.

Harry negó. -No, no lo haré. Debí haberme olvidado de poner la alarma anoche. Tengo pijamas para ponerme en la ducha, lo prometo.

Severus suspiró. -Bueno, te dejaré ponértelos. Mañana, pon una alarma en tu varita.

-Lo haré. Lo siento, Severus -dijo tímidamente.

Severus asintió una vez y cerró la puerta.

Harry se vistió, pensando en la visión que había tenido.

¿Había estado en buenos términos con Tom Riddle? ¿Y cómo había recuperado el hombre su cuerpo?

Sacudió la cabeza y se concentró en entrar al baño y empezar a bañarse.

Se dio cuenta de que Severus obviamente lo había visto desnudo y sonrió al considerar ese hecho.

«Me pregunto si le gustó lo que vio». Harry pensó, un poco decepcionado de que Severus hubiera tenido tiempo de cubrirse los ojos antes de despertar a Harry.

A Harry le hubiera gustado ver su reacción inicial y honesta a un Omega desnudo en sus habitaciones. -De cualquier manera, ahora que me ha visto, puede imaginarme desnudo más fácilmente -reflexionó, con una pequeña sonrisa en su rostro-. Eso sólo puede ayudar a mi plan a dar frutos antes.

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Severus gruñó por los ensayos frente a él. No era su culpa haberse escondido en su oficina durante el almuerzo sin querer ir al Gran Salón y ver a Harry sentado con sus amigos, riendo y sonriendo y... maldita sea. ¡Ahora Severus estaba imaginando al chico desnudo otra vez!

Suspiró y se comió el emparedado que Pippy le había traído, resolviendo enfocarse en los ensayos, en lugar de cómo se veía el niño, desplegado en exhibición así, todas curvas inocentes y piel suave por todas partes.