Advertencia: este capítulo contiene escenas para mayores de edad. Lee bajo tu responsabilidad.
Harry se deslizó en la habitación de Severus en silencio.
La cabeza del hombre salió de su lectura y él, muy obviamente, olió el aire. -Draco estuvo aquí hoy más temprano, ¿así que asumo que es mi irritante favorito? -preguntó, antes de mirar su libro.
Harry rió entre dientes, caminando para tomar su lugar habitual en el sofá. -Si soy tu «irritante favorito», ¿qué es Draco? -preguntó.
Los labios de Severus se contrajeron. -Mi ahijado favorito -respondió.
Harry resopló. -Es tu único ahijado -señaló.
-Precisamente. -Severus estuvo de acuerdo-. ¿Qué te trae por aquí sin tu bolso? -preguntó.
Harry sonrió nerviosamente. -Bueno, ya lo he aclarado con la profesora McGonagall y Ron y Neville saben, para que no se preocupen... -Respiró hondo y sacó el frasco lleno de poción para el rejuvenecimiento-. Quería esperar, y usarla contigo. Draco te conoció cuando era más joven, y dijo que estabas tranquilo. Yo... -se inquietó-. Quiero haber experimentado eso. Sirius no puede darme eso, no sabe cómo. Tú puedes.
Los ojos de Severus se cerraron y él respiró hondo. -Harry, si quisieras que yo hiciera más poción para que pudieras tener eso, todo lo que tenías que hacer era preguntar -dijo suavemente-. Por supuesto que podemos hacerlo. Tenemos cinco horas antes del toque de queda, ¿entonces quieres tomarla ahora?
Harry sonrió. -Sólo si me prometes que me meterás a la cama esta noche.
Severus se rió entre dientes. -Incluso te contaré una historia. Tengo algunas de los favoritas de Draco memorizadas todavía. Pero primero, necesitaré tu varita. Sabes que los niños menores de once años no pueden tener una varita real con ellos.
Harry le entregó su varita, tomó la poción y cerró los ojos, habiendo descubierto la última vez que manteniéndolos abiertos mientras uno se encogía tendía a causar náuseas.
Severus dejó escapar una risa suave cuando Harry desapareció en su ropa. Lanzó un hechizo rápido a la pila de ropa y todas las prendas se encogieron y se envolvieron alrededor de la diminuta forma de Harry. -No te preocupes, volverán a su tamaño normal cuando lo hagas -le aseguró a Harry. No estaba seguro si un Harry de tres años estaría preocupado por tales cosas, pero nunca le dolería tranquilizar a un niño pequeño. Y durante las próximas seis horas, Harry tendría la mentalidad de un niño de tres años.
Harry sonrió. -¿Arriba? -preguntó, levantando sus brazos hacia Severus.
Severus sonrió y suspiró, levantando al niño en su regazo. -Yo tenía razón. Te pareces exactamente a James otra vez, sólo que en miniatura -dijo tristemente-. Pero puedo trabajar más allá de eso. Conozco al verdadero Harry, el exterior ya no me molesta -aseguró, haciendo cosquillas en el vientre de Harry, logrando que la pequeña figura se riera y se retorciera-. Déjame terminar este artículo y podemos ir a mi laboratorio y hacer algo divertido. ¿Suena bien?
Harry asintió y apoyó la cabeza contra el pecho de Severus, escuchando los latidos de su corazón mientras esperaba que el hombre terminara de leer.
Después de unos quince minutos más, Severus cerró el artículo de Pociones Trimestrales y suspiró. -Bueno, Frank Cartwright es un imbécil -murmuró-. Vamos, Harry. Vayamos al laboratorio.
Harry se levantó y tomó su mano. Severus se detuvo en la estantería para tomar un libro titulado «Actividades de pociones para niños» y se dirigieron al laboratorio privado de Severus.
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Cambiado
Fanfiction[TRADUCCIÓN AUTORIZADA] Harry Potter es dejado en King's Cross después de asistir a su primer año en Hogwarts. Cuando los Dursley se nieguen a albergarlo por más tiempo, ¿cómo cambiarán las cosas las nuevas circunstancias de su vida? [COMPLETA] Par...