Camus subía las escaleras hacia el templo de Acuario y tras de el los escorpiones de Milo que le perseguían como si fuesen cachorros.
Su enojo era tal que sin pensarlo encendió su cosmo a un nivel muy alto aunque había pensando en pedirle disculpas a Milo por haberle tratado mal, ese pensamiento cambió al entrar por la mañana al cuarto de Escorpió.
Ese mismo día por la mañana.
Había despertado en medio de escorpiones, suspiro pesadamente, hoy iniciaría su día siendo Milo.
En seguida encontró la nota de Eros y muy a su pesar tenía que darse una ducha y cambiarse.
Era extraño entrar a un cuarto que no fuera el suyo.
De todas las cosas que pensó encontrar ahí jamás pensó encontrar eso.
En la habitación de Milo había varias fotos suyas, y oh su sorpresa no acabo ahí.
Su mirada se dirigió rápidamente a un baúl enorme.
Lo abrió sin pensarlo dos veces, dentro había varios objetos que Camus reconoció inmediatamente.
Y ahí fue cuando su ira no se hizo esperar.
Que Milo tuviera tanta foto de el solo lo hacía pensar en que era un acosador pero eso ya lo sabía y no le importaba demasiado.
Pero que Milo guardará cosas de su pertenencia en su templo, eso sí que le molestó.
Milo sabía que él pasó demasiado tiempo buscando su libro especial traído desde Francia, además que lo creía perdido.
También encontró varias cosas que el daba por perdidas, como un oso de peluche que el tenía de pequeño, o unas estatuillas que Shion les hizo hacer cuando eran pequeños, pero lo más valioso era una foto de Camus con su amigo Surt la última antes de dedicar su vida a Athena lejos de su tierra natal la cual significaba mucho para el y una rosa que el mismo había decidido conservar encerrandola con su ataúd de hielo.
Ahí su enojo se hizo presente.
Se paró en la entrada de Acuario y gritó lo suficientemente fuerte para que Milo lo oyera.
- ¡MILOO!
Milo apenas venía despertando cuando sintió un cosmos arder de sobremanera, al oír quién lo llamaba suspiró, ya sabía que Camus se alteraría al encontrar sus cosas en su casa.
- Camus?
Un fuerte golpe en la cara lo termino de despertar.
- Estúpido que te pasa ? - jamás pensó que Camus reaccionará así bueno aunque el tenía razón en estar molestó.
- Porque me has robado mis cosas bicho asqueroso.
- Espera de que hablas Camus? - decía haciéndose el inocente.
- No te hagas el que no sabe nada Milo Antares
- Buen ya se a que te refieres
-Explícate y más te vale que me guste tu explicación por qué si no -
- Las encontré y decidí que estarían mejor conmigo
- Nadie te dió el derecho de quedarte mis cosas
- Camus en primer lugar no necesitas gritar.
- Miloo no me tientes.
- Está bien está bien -
Ambos se quedaron mirándose fijamente, Milo no sabía cómo excusarse con Camus y bueno Camus sentía perder la paciencia, tomo aire y se calmó.
- Sabes algo Milo creo que tú y yo deberíamos dejar esta amistad.
- Pero Camus.....
- Es claro que somos como el agua y el aceite.
- Ca....
- No Milo esto se acabó.
Arrepintiendose inmediatamente de sus palabras pero con su horrible orgullo Camus volvió a Escorpió con aquellos escorpiones que lo seguían.
Mientras Milo se quedaba sin saber que decir, aún sorprendido.
Camus claramente lo había dejado, así era, ellos dos tenían una rara relación de amor - odió, no sabían si eran amigos o algo más.
Ninguno hizo algo por aclarar ese echó, pero no era secreto que el guardián del octavo templo celaba y quería mantener a todos alejados del guardián de Acuario, tampoco era secreto qué por más que Camus intentará ser frío e indiferente con Milo siempre terminaba aceptandolo nuevamente nunca puso punto final a esa relación por más que se quejará que Milo lo acosara.
Realmente si eran como el agua y el aceite, quién diría que eran amigos o algo más.
Más allá de sus diferentes personalidad les unía algo, ese algo que no podrían encontrar en otra persona, aunque se negaran a hablar, sobre todo Camus que pretendía ser indiferente a esos sentimientos.
Regreso a Escorpió, tenía un sentimiento incómodo pero solo lo ignoraria.
Lo primero que tenía que hacer era recorrer los alrededores del Santuario.
Antes de si quiera empezar su labor fue interrogado por Shion y Dohko quienes querían averiguar qué les pasaba, más de el no recibieron más que palabras frías.
Lo cual era raro en el caballero de escorpió.
Mientras tanto Milo aún seguía en Acuario sin saber que hacer, se había deprimido quizá Camus tenía razón.
Entonces recordó lo que Aioria un día le dijo y el por sus celos había tomado a mal." Si le importaras tu o su amistad, no cres que te trataría mejor?, a Camus no le importas solo te usa reacciona"
Quizá eran verdad esas palabras, estaba confundido.
Pero el también tenía la culpa, desde que Camus había llegado al santuario el no había echo otra cosa que ir tras de el incluso si éste decía que lo dejara en paz, además que igual le molestaba para llamar su atención.
Todo esto lo veía curioso Eros, quizá con esta pareja se estaba equivocando, pero eso era imposible el nunca fallaba en sus predicciones acerca del amor.
PD: Podría eros equivocarse ?
Bueno aquí otra parte de esta historia que creo va para largo ya van 12 partes 😮😮🤭💕, también no me había dado cuenta cuantas vistas tiene bueno gracias a todos por seguir mi historia valen mil 😊💕
Por otro lado comence otra historia por si gustan darle un vistazo.
" Caso 22"
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Aprendiendo A Querernos...
FanficEl Dios del amor está más que arto, pues cierta diosa lo obligaba a ir al santurio cada que se le daba la gana, para evitar esta situación y no quedar mal como Dios del Amor debía tomar medidas drásticas.