Capítulo 13

177 37 1
                                    

No podía entender que era lo había hecho, pero luego no me quedo más que aceptarlo porque en el fondo ya lo había hecho y no tenía interés en cambiar lo que dije. Tenía una cita, con Michael Ruster y eso en él fondo me preocupaba por lo que me llevé a Brenda a casa y le conté todo lo que  había pasado, su cara me daba miedo en un principio hasta que, cuando estábamos en mi habitación, ella me dijo - "Quiero que tengas cuidado con lo que hagas, todos en el instituto saben y dicen que al señor Ruster no le duran mucho las relaciones, generalmente las chicas que han estado con él hoy en día no le dirigen la palabra, solo espero que no pase lo mismo contigo, aunque de cierto modo sería diferente por el hecho de que ninguna de sus antiguas novias lo ha dejado en vergüenza ante todo el instituto "- yo por una parte había tomado muy enserio lo que me había dicho Brenda y a la vez me reía cuando me recordó lo que yo le había hecho. Me vestí el sábado después de comer yo usaba una blusa morada con cuadros celestes muy juvenil y unos pantalones negros, mis botines eran sin tacón y eran de colores celeste; decidí soltar mi pelo castaño y maquillarme un poco, por lo que estaba presentable en cierto modo. Fue cuando estaba sentada en mi ventana con vista hacia el vecindario revisando mi teléfono cuando veo que aparece fuera de mi casa un bonito coche, muy elegante a mi parecer y de él bajaba Michael con otra vez  una camisa de color azul y bajo ella una camiseta blanca, sus pantalones eran azules y sus zapatos juveniles de color blanco, esta vez usaba un gorro de hilo en la cabeza y al momento de verlo quede prácticamente hipnotizada, después de todo bastante atractivo se veía el muy estúpido, además gozaba de un buen físico el desgraciado. Yo me bajé de la ventana y bajé Las escaleras, abajo me despedí de Nana y salí de casa, él solo me miraba y yo también a él, entonces para romper el silencio le dije –“¿Por qué me miras con esa cara?"–  a lo que él me contesta –“Digamos que estoy decepcionado de mí mismo"– por lo  que yo pregunto –“¿Y por qué?"- mientras que Michael mirándome a los ojos me dice  -“Porque definitivamente estas mucho más guapa que yo aunque me cueste reconocerlo”- digamos que en ese momento me sonrojé de cierto modo, por lo que para arruinar un poco el momento y comenzar a jugar a mi manera le dije –“Si ese es el primer paso que darás para impresionarme, déjame decirte que no terminaras bien"– en ese  momento el se ríe junto a mí a carcajadas diciendo –“Si. . . Lo sé, lo sé, pero de todos modos tenía que intentarlo"- hubo un silencio entre nosotros porque no solo nos mirábamos sino que también sonreíamos, así que decidí otra vez decirle –“¿Nos vamos?”- a lo que él muy caballerosamente me dice –“Cuando usted quiera señorita Meyers, solo espero que a donde vallamos no me dejes en vergüenza con todo lo que dijiste el otro día creo que me basto como lección”- mientras entrabamos al auto yo le dije –“Oye con respecto a eso. . . lo siento mucho, es que ese día me hiciste enojar y. . . “- no pude terminar de disculparme cuando él me dice –“Annie no hace falta que te disculpes, creo que de cierta forma me lo merecía”- yo solo lo miraba mientras él se concentraba en el volante y en el camino, sabía que si esta relación avanzaba de cierta manera no terminaría mal, porque empezamos bien, inevitablemente nos besamos dos veces, por lo que creo que no habran interrupciones si se da la tercera. Michael me llevó a muchos sitios que para él tenían un significado, no sé porque pero quería mostrarme quien era en realidad y que yo descubriera más cosas de él, mientras comíamos en un lindo sitio que estaba en un área rural, él me contaba sobre lo que en realidad sucedía con sus padres y no entendía porque el destino era tan sabio. . . su historia era mi historia, la historia de Michael era exactamente igual a la mía, el hecho de que sus padres eran igual de hijos de perras que los míos era algo tranquilizante pero a la vez horrible, yo no quise tocar más ese tema porque mientras él me contaba noté como en uno de su ojos se acumulaba una lágrima que no alcanzó a caer porque él la detuvo. Llegamos al lugar que quería llevarme, luego de comprar algo para comer, compramos helado, unas galletas y  crema; el sitio era una playa, después de pasar la mayoría del día comiendo y visitando todos esos lugares hermosos, las situaciones incómodas pero a la vez hermosas ocurrían con Michael en cada segundo que pasamos juntos, entonces le pregunté –“¿Tiene algún significado para ti esta playa Michael?”- él sonreía mientras llevaba a su boca una galleta, así que me dijo –“La verdad. . . un significado como los demás sitios, no lo creo, pero siempre me ha gustado. . . así que si quieres me ayudas y le das un significado como a los otros”- quizás ese fue uno de los momentos en los que después de un tiempo te arrepientes de hacer lo que hiciste, yo seguía comiendo el helado que me había comprado, entonces le dije –“Creo que con respecto a tus padres. . . tú decides si quieres que sigan haciéndote daño. . . amárralos a tu propio juego, pero debes aprender a controlarte y saber cómo jugar con ellos. . . no te pido que les hagas daño porque a la vez te lo harías a ti mismo y eso no me gusta, pero si te pido que no cometas el mismo error que yo cometí porque entonces estarás condenado a quedar solo por no haber pensado antes”- él solo me miraba con ojos llorosos, pero cuando piensa un poco en lo que le había dicho me responde –“¿Y cómo estás tan segura de que sabré controlarme?”- yo primero miro al suelo sonriendo para luego mirarlo a él y responderle –“Porque yo te voy a ayudar”- Michael me miraba con quien sabe que pensamiento por su mente, pero lo hacía y eso en cierta forma me encantaba es entonces que mirándome a los ojos me pregunta –“¿Quién eres Annie Meyers?, ¿Quién eres y que pretendes hacer conmigo?”- ambos nos reímos a carcajadas por lo que me había preguntado, pero yo dispuesta a contestar le respondo –“Alguien que solo pretende ayudarte”-  pero él una vez más me pregunta –“¿Ayudarme a qué?”- yo lo supe, sabía que debía decirlo, así que no esperé más y le respondí diciendo –“A intentar ser feliz”- ambos nos mirábamos con el viento sobre nosotros y el mar a nuestro lado, el horizonte que se hacía presente marco mucho más ese hermoso momento porque yo creo que ambos corazones latían tan fuerte que quizás no importaba en qué lugar hubiera sucedido, hubiera sido mágico de todas formas. Me llevó a casa como a las 6:30 y yo ya estaba un poco cansada, otra vez tenía la chaqueta, que prometí entregarle y él me bajaba de su auto igual de gentil, entonces cuando me doy vuelta lo veo a él convencido de lo que yo le había dicho así que me dijo –“Bueno. . . sana y salva en la puerta de tu casa”- yo lo miro y le digo –“Si creo que no esperaba llegar tan temprano pero bueno”- yo reía a carcajadas y lo miraba cuando él me dice –“Entonces Annie creo que me despido, cuídate”-, con esto último él se iba camino a su coche cuando yo me acerco y le doy un suave beso en su mejilla derecha, fue un beso tierno que servía para satisfacer el momento, con ese beso yo le digo al oído –“Piensa en lo que te dije”- de pronto cuando me separo de él, me dice con un susurro –“Lo haré”- yo le entregué su chaqueta y me doy vuelta caminando hacía mi casa, no iba muy lejos de él cuando de pronto tomó mi brazo y me giró de un solo movimiento para luego tenerme a solo unos centímetros, una vez más mis brazos estuvieron atrapados en su pecho y sus dos manos en mi cintura, fue entonces que con un susurro hermoso me mira a los ojos y me dice –“Quédate en mi vida”- yo no sabía cómo reaccionar a lo que me dijo, con solo esa frase me conquistó en ese momento y se ganó mi sonrisa en el instante, por lo que de pronto con un solo parpadeo él pegó sus labios a los míos y me dio hasta el momento el mejor beso entre él y yo, un beso de 10 segundos.

Welcome to my World [EN CORRECCIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora