En las profundidades (Saga Paranormal #1)

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Aegea cayó boca abajo a un piso de baldosa blanco sintiéndose mareada y con dificultad para levantarse. A su alrededor todo era normal, solo era una habitación doble muy lujosa. Miro a Seokjin a su lado que parecía estar en las mismas condiciones, aturdido.

–Tranquilos, la primera vez es horrible. Aunque pudo ser peor, pudieron perder la cabeza.– dijo el chico del callejón que estaba como si nada de pie a su lado junto a un chico adolescente más bajo y algo tímido.– Soy Namjoon y él es Jaden.

Seokjin logro ponerse de pie segundos después y se puso entre la chica y ambos hombres. Una forma de protegerla.

–Se quién eres, no te hagas el bueno ahora. ¿Por qué nos sacaste del callejón? ¿Acaso no prefieres que mi hermana me tenga, o es que quieres hacer la ceremonia en este mundo?

Namjoon se quitó los lentes que tenía y Aegea se quedó de piedra al ver como los ojos de ese chico se tornaban rojos y su semblante cambiaba a uno enfadado. A él no le gustaba que lo desafiaran y menos si se trataba de un ser que había tenido los lujos de una familia real.

–Si deseas estar con tu hermana para que luego me llame para hacer la ceremonia de transformación, perfecto. Pero en este momento no te traje para eso, lo hice para ayudarte a ti y a ella. – dijo haciendo una señal con la cabeza hacia Aegea.– tómalo o déjalo. Si te niegas, los dejare de vuelta en el callejón y yo me iré a mi casa, donde puedo ser de más utilidad.

Aegea estaba sentada en el suelo mirando la escena, esos dos hombres parecían que querían matarse por alguna razón que no lograba comprender del todo. ¿Acaso Namjoon también era un tritón con capacidad de teletransportación?

– ¿Por qué confiar en alguien que ha arruinado mi familia completa? Por tu culpa no pude jugar con mis hermanos después de la transformación, tampoco verlos todo el tiempo o hablar con normalidad porque había cosas que simplemente ya no entendían o sabían de su existencia.– dijo Seokjin enojado y con los puños apretados.– no digas que me quieres ayudar ahora y menos a Aegea. En realidad no quiero que te acerques a ella, te prohíbo que la toques.

Jaden, después de que Namjoon se puso los lentes de nuevo, se acercó a Aegea para ayudarla en medio de las palabras de Seokjin y este empujo al adolescente cuando la fue a tomar del brazo para levantarla.

La rubia quedo petrificada, ya había visto a Jin enojado, pero esto era pasarse de la raya.

–Seokjin, cálmate. Me miras como si yo fuera el verdadero enemigo y no lo soy, solo hago mi trabajo y es hacer lo que tu padre quería en el pasado, ahora hago lo que Olimpia dice porque ella tomo su puesto en la mayoría de las cosas. No me puedo meter en medio de una ley que no pertenece a mi mundo, y más si esa ley no afecta a los otros mundos o a sus habitantes.

Aegea se puso de pie con enojo, parecía que esos dos hombres le hubieran transmitido ese sentimiento, pero en realidad le nació en el momento en que Seokjin empujo a Jaden y que hablaba con Namjoon como si ella no estuviera allí.

–Por otro lado, no trates de esa forma a mi pupilo, solo intentaba ayudar a la hibrida. –Seokjin pareció fuera de base en ese momento y miro a la rubia por un largo minuto antes de mirar a Namjoon de nuevo. – ¿no te habías dado cuenta? Su olor la delata.

–Ustedes dos, estoy aquí y estoy escuchando todo lo que dicen, pero no entiendo nada. ¿Pueden hablar en términos griegos para que pueda entender al menos? Porque están siendo groseros– todos en la sala la miraron, pero no dijeron nada. – ¿De que Seokjin no se había dado cuenta? ¿Qué es eso de la transformación? ¿También ustedes son tritones?

Jaden soltó una carcajada que rápidamente oculto cuando Namjoon se giró a verlo.

–Aegea...– comenzó Seokjin, pero la chica lo interrumpió.