Capítulo IV - Infancia

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Había decidido mantener las distancias con Gabe.

Quiero decir, vamos, por favor, mis problemas eran a causa de nuestra relación.

¿Relación? ¿Qué relación? MIERDA, NO HAY NINGUNA RELACIÓN.

¿Debía calmarme y volver a mí misma.

Después de que Gabe me ayudara a registrar toda la casa y descubrir que no había ninguna otra bolsa con marihuana o cocaína, me relajé visiblemente. Había luchado muchísimo para salir completamente de esa etapa y todos lo sabían. Era muy complicado poner voluntad semejante ante una problemática tan grande como esta y más cuando te enfrentas a situaciones en la vida que son obstáculos para salir adelante.

Son esas pequeñas memorias de la infancia lo que pueden arruinar a uno.

He aquí mi vida.

I wish that I could wake up with amnesia canta 5 Seconds of Summer en mi oído. Sí, eso sería genial.

Había llamado a Sam para arreglar de una vez por todas nuestros problemas. No dejaría que nadie se metiera en el medio de mi relación con él. ¿Lo notan? Con Sam sí que tengo una relación. Trató de aclararme unas mil veces aproximadamente que esa zorra a la que "llevó a casa" no era nada para él más que eso, una zorra.

Claro, Withmore, y yo soy virgen.

No importa, el tema es que nos arreglamos y estoy bien con ello. Puedo dejar pasar esos detalles insignificantes siempre y cuando no se hagan frecuentes, sino me saldrían canas verdes y estaría totalmente arrugada antes de los veinticinco años.

Después de una semana de tranquilidad, decidí visitar a mis padres. Vamos, está bien, soy mayor, pero no puedo librarme de ellos si quiero que me sigan dando dinero, mi Jeep necesita combustible.

-¡Oye, Alexis! ¿Irás donde mamá y papá?-grité desde el comedor. No pensaba ir a buscarla.

-¡Nooooo!-gritó de regreso.

-Bien, ¡Me voy!

-¡Como si me importara!

Rodé los ojos y tomé mis llaves.

Mis padres vivían a una buena distancia de mi casa y tenía que recorrer un buen trecho para ir a verlos. A mi padre digamos que no le gusta mucho que vaya y tampoco es que me agrade a mi estar con él, pero es mi padre y no puedo cambiarlo, a pesar de todo lo que pasó entre nosotros yo lo sigo queriendo y se que él también me quiere, pero no puede demostrarlo así como lo hace mamá. Ambos son muy cerrados conmigo y más que nada él. Nunca fue amable conmigo, pero no me quedaba otra opción que pasarlo por alto.

Ella se siente muy culpable por todo lo que pasó entre nosotros.

Yo nunca la culpé, ya que siempre tuve un caracter de mierda, y si nunca lo hubiese enfrentado, nada hubiera pasado.

Pero la chica aquí presente, no puede mantener su boca cerrada.

Somebody to you de The Vamps comenzó a sonar en la radio y subí el volumen. Siempre me sentí muy identificada con esta canción pero no puedo encontrarle razón alguna todavía.

Después de una canción de Nirvana, se me vino a la mente la camiseta que solía tener Gabe de la banda. Era increíble. Debería conseguir una asi...

¡DEJA DE PENSAR EN GABE, JULIA!

Negando con la cabeza, entré en el estacionamiento de la casa de mis padres.

***

-¿Quieres un té, cariño?-dijo mamá

-Claro, por qué no.-respondí. Estaba tan nerviosa que necesitaba bajar mi adrenalina. Papá había salido a comprar la comida... aunque estoy más que segura de que estaba en un bar tomando. Ya nos daríamos cuenta cuando vuelva.

El tiempo pasaba y no había mucho de lo que hablar. Mi madre no estaba muy de acuerdo con el "estilo de vida" que estaba llevando, ella solo aprobaba mi trabajo como niñera. No me imagino cómo reaccionaría . Consideraba que el bar era algo en lo que yo no tenía espacio para demostrar mi talento, cuando yo sentía todo lo contrario. Era buena con los tragos y no con otras cosas. No se cantar, bailar, ni patear una pelota. No tenía algún talento para mostrar ante cientos de personas como seguramente Alexis lo tenía.

Ella no venía muy seguido a visitarlos, solo lo hacía cuando se gastaba su mesada y necesitaba más dinero. Suele traerles muchos problemas a mamá, ya que ella no trabaja y se encarga de cuidar a papá porque el gran idiota no puede cuidarse solo. Hacía poco me había comentado que estaba interesada en trabajar en una inmobiliaria cerca de aquí, la cual era muy conocida y estaban interesados en contratarla. Mi corazón saltó de alegría cuando escuché eso.

—¿Tu hermana no vendrá?— preguntó ella.

 —Sabes que no, mamá. Ella es así y dudo que vaya a venir por su propia voluntad cuando no quiere algo a cambio.

Ella asintió.

Luego de extender la conversación lo más que pude, me levanté de la mesa y me fui a mi vieja habitación.

No había entrado en ella desde hacía tiempo y tampoco había tenido la mas mínima intención hasta el momento. Había ciento de cosas y situaciones que habían pasado allí dentro y no quería recordar, pero siempre llega el momento en la que tenemos que enfrentar ciertos monstruos interiores.

Estaba a punto de destapar todos mis demonios.

Nota de la autora:

¡Sam Withmore (Dylan O'Brien) en multimedia!

Despertar (Libro I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora