CAPÍTULO CINCO

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—No, la verdad pasare el fin de semana en el campus

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—No, la verdad pasare el fin de semana en el campus.

— ¡Cancela entonces! —exclama Devon levantándose y dándome su mano para que la tome. —Señorita usted nos acompañara a una fiesta hoy por la tarde.

—Gracias —sonrió mirando su mano aun estirada —pero no gracias —la aparto—seguimos ensayando—me dirijo a Tayler quien ahora luce divertido y asiente.

Luego de ensayar un par de veces más la escena y algunas nuevas, me hundo en su sofá el cual es bastante cómodo, noto que Devon se pasea por la cocina llamando por teléfono, cuando me encuentra observándolo me regala un giño y le propina una mordida a la manzana que lleva en la mano.

— ¿De verdad no quieres venir con nosotros? Es solo una pequeña reunión entre amigos —comenta Tay pero niego de inmediato.

—No es lo mío

—Y ¿Qué es lo tuyo?

—Ya sabes, quedarme a vegetar en casa— suelto y este suelta una carcajada sonora, escucharlo me hace sonreír como tonta.

—Lamento que hayas tenido que pasar este fin de semana y los próximos del mes aquí en el campus— comenta de repente serio.

—No te preocupes, en realidad Papá está feliz— le sonrió aunque el sigue serio.

— ¿Quieres comer algo antes de que te lleve a las residencias? —pregunta levantándose y lo sigo por puro instinto.

— ¿Cuál es su menú Señor oscuro? —el arrepentimiento se refleja en mi rostro de inmediato y este me observa desconcertado.

— ¿Enserio? Señor oscuro, no pudiste pensar en un apodo más original— ríe y abre el frigorífico sacando un poco de frutas y pollo en cuadritos— Tu eres Fosforito —lo observo y parece divertido por mi expresión.

— ¡¿Qué?! —comienzo a reír y este ríe conmigo, tomo mi barriga y la sobo, mis lágrimas comienzan a salir a su disposición y yo no logro controlar mi ataque de risa— ¿Por qué?

—Bueno al principio era por el tono de tu cabello pero luego tuvo otro sentido—coloca las cosas en la mesa y se acerca a mí, retrocedo un paso pero el enseguida lo avanza quedando tan cerca que puedo sentir su respiración tan cerca de mí que pienso que me está robando el oxígeno. —Esto —su dedo toca mi mejilla y de inmediato ciento la sangre hervir. —y es por eso que eres Fosforito—sonríe pero no aparta su mano de inmediato.

El ruidoso sonido de mi teléfono hace presencia, Tayler se aparta decepcionado y yo suelto el aire que llevo varios segundos aguantando lo observo un momento y me dirijo a la sala para contestar.

—Hola

—Sav ¿Cómo lo estás pasando?

—Thomas—susurro y no sé por qué— bien casi terminamos... y ¿tu? Tu abuelita se encuentra bien, salúdala de mi parte por favor.

— ¿Aun estas con él? —ignorando lo que le digo continua— Savanna si él te trata mal o te incomoda no dudes en llamarme por favor

—Thom no hace falta ya está, ya paso, solo era un mal entendido—le interrumpo antes de que pierda la cabeza con el asunto. Los últimos días habían sido muy tensos por el problema de convivencia entre Tayler y Thomas.

— ¡Fosforito ya está tu comida! —exclama Tayler desde la cocina demasiado alto para mi gusto y yo me giro para mirarlo y sonreírle por cortesía.

—Tengo que irme Thom, nos vemos el Domingo por la tarde cuídate.

—No dudes en llamarme si ese idiota se pasa de la línea —suspira resignado—Te quiero Sav

— Yo igual —cuelgo la llamada y de inmediato me arrepiento por ser tan cortante con Thomas.

— ¿Algún problema?

—Gracias por la comida, no tenías que hacerlo— ignoro su pregunta y el comienza a comer su ensalada, tal parece, un poco enfadado.

Me permito darle una ojeada rápida y llego a la conclusión de que Tayler es muy guapo, tal vez si no se hubiese pasado dedicándome su hostilidad desde que iniciamos el club lo hubiese notado más.

—Lo haces de nuevo—asegura— ¿Por qué me miras de ese modo?

—Creo que eres muy guapo— digo y me propino un golpe mental, que rayos que ocurre el día de hoy que estoy honestidad nivel dios.

—Gracias me lo dicen seguido—suena divertido pero continua con su ensalada y yo solo siento como me queman los malditos cachetes de morsa. —En realidad tu nunca me has parecido bonita— apenada me encojo de hombros y este deja nuestros platos vacíos en el lava bajillas me levanto y camino con prisa para tomar mis cosas, me siento ¿herida? Bueno que esperaba, que me dijera que era guapa. Por Dios.

Salgo del apartamento y abro la puerta del auto en cuanto este quita el seguro. Cuando se detiene frente al campus intento abrir la puerta pero el seguro contra niños se activa y yo me giro como poseída para mirarlo mal, este suspira para mirarme.

—No me dejaste terminar —hago una mueca —no voy a disculparme, es que en realidad nunca te me has hecho bonita Fosforito

—Ya fue suficiente —lo interrumpo— aun me queda un poco de dignidad por favor ya no la pizotes más.

—perdón, es que...— lo golpeo en el hombro y este se queja

— ¡Ya basta! Déjame salir —estoy comenzando a molestarme y siento como entro en etapa de duelo, la primera etapa "negación" se está haciendo presente, preguntándome ¿Por qué fui tan estúpida en mencionar que era guapo?

— ¡Déjame terminar! —Exclama riendo— La verdad es que siempre me has parecido todo menos bonita, decir que eres bonita limitaría realmente lo bella que eres Savanna —termina y yo no dejo de mirarlo ahora sin saber que decir.

—Gracias...—el quita los seguros, abro la puerta me giro y me inclino un poco para mirarlo mejor—en realidad a mí nunca me lo habían dicho.

—Adiós Fosforito— se despide y yo camino apresurada al edifico.

Cuando entro a mi habitación está vacía seguramente Noah se fue temprano, me tiro en la cama y cubro mi rostro que se encuentra ardiendo. Demonios, que es esto que se retuerce dentro de mí, no es como si nunca me hubiese llamado la atención un muchacho, en realidad si me había sucedido el claro ejemplo era Thomas, mi mejor amigo de quien estuve flechada los primeros meses de la universidad, aunque sabía que eso solo había sido atracción, cuando yo intente llamar su atención, él simplemente estaba interesado en alguien que no lo merecía y eso me lastimaba más a mí que a él, tuve que tomar la decisión de declarar mi amor por él y arriesgarme a que me rechazara, perder su amistad o comprender que eso jamás iba a suceder. En este momento lo veo solo como un amigo y ya. Pero con Tayler es diferente se supone que me aterraba y ahora mi corazón se acelera como si quisiera salir de mi pecho y correr en su dirección.

DESATADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora