12. ¿¡Estas aquí!?

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Hace más de 10 minutos que todos se habían ido a su habitación, estaba esperando a Chris en la Terraza, el aun estaba hablando alegremente con la Italiana que al parecer se quedaría a dormir. Pasan varios minutos y decido irme de la Terraza, odio esperar a las personas, Christian no será la excepción.

Al llegar al pasillo donde se encuentra mi habitación me desvío para ver si Chris aun habla con la chica. Al confirmarlo voy directo a la puerta de mi habitación. 

¡Dios!

Al ver la escena me tapo los ojos rápidamente, juro que los voy a matar.

-¡ERICK! ¡ZEANNY!, Por Dios ustedes no duermen solos, se podían haber ido a la habitación en el Sótano. -Estaba furiosa, no por encontrarlos sino por lo de Chris.

-All, necesitábamos esto... ¡Por favor!, duerme en la habitación del Sótano. 

-Esta bien, solo déjame buscar mi piyama. -Por más enojada que este se que Erick lo necesita, tenia mucho tiempo sin estar con una chica y yo no iba a quitarle ese lujo. -Usen protección.

Mi piyama se había mojado por haberla dejado en el baño por lo que agarre un suéter de Erick que me llegaba a la mitad de los muslos. Me coloque el suéter y baje de camino al sótano, La mirada de Christian cruzo con la mía pero la ignoré. La Chica me miraba con una expresión triunfante en su rostro, bajé rápidamente al sótano.

El sótano de la cabaña parecía un pequeño apartamento, tenía de todo.  Pase seguro a la puerta para que nadie me moleste, me adentre a las cobijas de aquella cama sumiéndome en el sueño.


Despierto por un extraño ruido, aún esta de noche, la ventana esta abierta por lo que miro a todos los lados, un escalofrió recorrió todo mi cuerpo al ver una sombra, había alguien aquí conmigo. Estaba indefensa, no tenía algún arma cerca, ni alguien que me ayude, No iba a gritar me negaba rotundamente a hacerlo. 

-No te asustes cariño. -Nunca había escuchado esa voz antes, una voz tan grave y suave a la vez. -Sabes que yo soy tu apoyo, no soy tu enemigo, no te he fallado aun. -Salio de la oscuridad dejando ver a un hombre alto con una mascara, portaba un traje fino azul marino. -Te venia a dejar una nota, pero ahora que estamos en esta situación es mejor decirlo yo mismo. 

Me senté en la orilla de la cama, el camino en silencio hacia mi, Sentía su mirada fría recorriendo me todo el cuerpo, por primera vez después de la muerte de mi padre sentía terror. 

-Comenzaré por lo mejor... ¡Feliz cumpleaños!, te traje como regalo una gran información, ¿Recuerdas los tres hombres que mato Christian hace dos meses? -Asentí. -Bien, esos hombres estaban en el tiroteo, ¡Punto para Christian!, ahora solo falta 5, los de la otra banda. 

-Faltan 6 contando a AZT. -Por fin una palabra salio de mi. -Aun no lo encuentro.

-Es lo que piensas cariño, pero descubriste a AZT sin saber quien es el. Te dije que no confiaras en nadie, todos mienten, todos saben algo que tu no. -Suspira sentándose junto a mi y tomando mi mano haciéndome estremecer.  -Ahora te sugiero buscar a la señora Margorit Sellers, espero te acuerdes de tu tía y tus primos, ellos tienen una buena información. -Mi tía Margorit, misa primos, Sebastian, Adrian y Allen. -Por lo que sé hoy se irán a Riverstong, Erick, Sebastian, Andew, Christian y tu... Siempre cariño voy a estar un paso frente a todos, por ello debo irme ya son las cinco de la mañana y tu querido mejor amigo planea venir aquí. - Se acerca rápidamente a mi frente depositando un beso en ella, había levantado su mascara para hacerlo, ahora supe una cualidad de el, era de piel india y tenía el cabello largo, lo supe cuando un mechón salio de la mascara. -Nos veremos pronto cariño, más formal.

Justicia en mis manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora