8. Suave

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Christian

Escuchar aquellas cartas, fue como si me tirasen un balde con agua fría. Hace mucho que deje de recibir cartas, pero me daban miedo cada letra, supe que no era una sola persona que la enviaba por las firmas, tres personas diferentes que saben cosas que nadie no, que tienen ojos donde no deberían, que tienen oídos por todos lados. 

Ya era de noche, me encontraba en la playa, casi nadie venia a este lugar por ser una playa privada, tenia al rededor de 20 llamadas perdidas de Andew, se que esta mal no contestarle, podría ser una emergencia pero hay mas personas a las cuales acudir. 

Me sentía frustrado, desde la muerte de mi padre no había tenido miedo de que alguien sepa el secreto, pero todo se a complicado, ser del lado malo y el lado bueno no es algo fácil, debes esconder tu identidad en una de estas, por eso decidí hacerlo en el lado bueno, solo 5 de mis chicos saben quien soy, ya que son los "Leales". Decidí ir a casa, ya eran al rededor de las Diez,  las calles estaban desoladas como siempre, una brisa abrumadora cubría de forma agresiva a Riverstong, ahora que lo pienso fue mala idea venir aquí caminando. 

A lo lejos se asomaba la viña, lo raro era las patrullas policiales en la entrada, todo el personal estaba a fuera, en ese preciso momento entendí que enserio una emergencia estaba pasando, corrí lo más que pude hasta llegar a donde se encontraba un Andew preocupado y un Allison con ¿miedo?.

-¿PORQUE NO COGES EL MALDITO TELÉFONO? -Se veía la frustración en sus ojos. -Deivi y Vero no aparecen desde la tarde, dejaron sus móviles en casa. 

No pude articular ninguna palabra, mi hermana era lo más importante para mi, corrí al garaje mientras los gritos de Andew se escuchaban lejanos, pero alguien me seguía muy de cerca, no me gire para ver quien era, sus tacones la delataban, en definitiva lo comprobé cuando se subió junto a mi en el Auto. 

-Te ayudaré. -Solo asentí, ella puso su mano en mi pierna. -Tranquilizare, los encontraremos. 

Le di un abrazo, que transmitía tranquilidad, encendí el auto a toda velocidad. A Vero le gusta mucho leer, por eso pensé que estaría por los lados oeste, donde en la tarde había una firma de libros. 

Al llegar al hotel donde la firma fue llevada a cabo nos dimos cuenta que esta acabo hace un hora, ahora si que mis nervios estaban a punto de un colapso. De solo pensar que algo le pudiese pasar a Vero o a Deivi me carcome el alma, Son mi Familia. Emprendí camino de vuelta, pero una silueta, después de ver con claridad una Cabellera rubia que corría en nuestra dirección me baje del Auto, Era Vero, al verme corrió mas rápido hasta estar a mi lado, estaba llorando. 

-¡Lo están... Matando! -apunto a un callejón de donde se escuchaban varios gritos desgarradores. 

Sin pensarlo dejé a Vero con Allison y corrí al callejón, la furia se adueñaba de mi, 3 hombres estaban golpeando a Deivi, pero mis ojos se fijaron en Trent, uno de mis leales quien solo miraba la escena con terror, instintivamente supe que esos hombres eran de mi BANDA. 

-¿¡QUE COÑOS HACEN!? -Los tres voltearon a verme. -Trent, SON MI FAMILIA. 

-Vete de aquí niño. -Trent se acerco a ellos diciéndoles que yo soy su jefe. -Un niñato como este no puede ser mi jefe. 

Golpearon nuevamente a Deivi haciendo que la furia se apodere de mi, saque mi arma apuntando a los tres, pero ninguno se inmuto así que dispare, justo en la cabeza del grandulón, los otros dos al ver el cuerpo caer se quedaron en Shock mirando su cabeza hecha añicos, disparé varias veces en el pecho a otro, quedaba uno, el cual me miraba con terror, este lo conocía perfectamente, Brandon, pero mi furia tenia mas fuerza que la razón y tres disparos más resonaron en el callejón, haciendo que el tercer cuerpo cayera de bruces contra el suelo. Deivi estaba inconsciente por lo que no aprecio la escena, pero Trent si pudo hacerlo. 

-Perdón Chris, Yo los trate de detener pero ellos me amarraron. -Mostró sus muñecas amarradas. -Pude ayudar a Vero para que se valla a pedir ayuda. 

No escuché más, confiaba en Trent, es uno de los leales, puse el arma devuelta a la funda para cargar a Deivi. Al llegar al Auto la cara de horror de las chicas al ver el cuerpo de Deivi se notaba a lo lejos. Lo acomode en el asiento de atrás junto a Vero, y así puse en marcha hacía el Hospital. 

Deivi estaba en muy mal estado, según la información del Doctor una costilla rota perforo su pulmón derecho por lo que fue sometido a cirugía inmediatamente. Tenía una pierna rota al igual que su muñeca izquierda, el cuello también mostraba una pequeña lesión, varios moretones resaltaban su cuerpo. A Elena casi le da un infarto tras ver el estado de su pequeño, Ahora teníamos a dos familiares hospitalizados. 

-Chris. -Allison se sentó junto a mi. -Escuche disparos, ¿Tu los...? 

-All, las cosas primero van Suave pero cuando llegas a un punto donde no puedes controlar tu Karma, cometes locuras, eso me ha pasado a lo largo de estos años, sumando lo de hoy, ya van 7 cuerpos que caen sin vida por mi culpa, contando que hoy fueron tres... -Su cara de asombro se hizo notable. -Estas pensando en arrestarme All, pues hacerlo, yo soy consciente que lo hice para salvar a una persona, también estaría como defensa propia, sabes que si no lo hacía Deivi pudo haber muerto en manos de esas RATAS, al igual que yo cuando terminaran con el, pero no paso, porque los hechos fueron controlados por una herramienta que nos hace mejores en frente de tres patanes. - juntes mis manos y las puse frente a ella. - si no es así, puedes arrestarme. 

Espere que lo haga, pero solo se limito a mirar mis manos, pasaron varios minutos y hay supe que no lo haría. Ella acerco sus manos agarrando las mías, su piel estaba tibia a pesar del frío que adornaba la noche. 

-Todos hemos matado Chris, unos a otra personas mientras que algunos como yo se matan a unos mismos. 

Se veía tan tierna, mis ojos viajaron al pasado cuando le regalé la rosa, eramos inocentes en ese entonces, mientras que ahora no nos reconocemos ni un segundo. Después de estos años me decidí, me acerque más a ella, cortando la poca distancia que había entre nuestro rostros, cuando nuestras frentes chocaron me detuve, debía saber que ella quería, la mire a los ojos pero estos estaban cerrados, esperando que el beso llegará, sonreí acortando la distancia. Haciendo que nuestros labios bailen al son del compás, un beso suave, un beso que espere durante muchos años, el beso no se intensifico, siguió siendo un beso simplemente romántico. 

-All... -Una voz varonil interrumpió nuestro beso, al girarme me encontré con el pelirrubio amigo de All. -Mejor me voy, sigan en lo suyo.

Pero no fue así, Allison salio detrás de el, desde el primer instante en que ella hablo de el, supe que el estaba enamorado de ella, como la trataba lo delataba, confirme mis dudas cuando observe como la miraba, no pude contenerlo y un mundo de celos se apoderó de mi, en definitiva no era competencia junto a el, Ambos somos rubios, el con los ojos Azules y los míos verdes, tenía el cuerpo extremadamente fornido dando a entender que hace ejercicio, mientras que mi cuerpo es algo natural ya que no hago, me ganaba en altura y por lo que se eso vuelve locas a las chicas... En definitiva el me gana en mucho. 

Mientras iba de regreso al hospital unos gritos me llamaron la atención, la voz de Allison y otra de un hombre que no conocía se escuchaban a lo lejos.  Me acerque lentamente viendo como un hombre agarraba a All fuertemente del brazo mientras le gritaba. 

-Damián Suéltame. -Ella se encontraba firme. -Que me sueltes te he dicho. 

-All por dios, Solo dime que coñados hacías besando a ese idiota. -All le dio una bofetada. -¡Perra!

El tal Damián le dio una bofetada a All haciendo que mi sangre hirviera, me abalance sobre el dando golpes por toda su cara, estando de cerca lo reconocí, era el tipo a quien le gane el dinero del auto. Seguí golpeando su rostro hasta que unas fuertes manos me alejaron de el. 

-¡Ya basta, lo mataras! 

-Piénsalo mejor antes de ponerle una mano encima a Allison, sucio bastardo. -Le escupí en el rostro, All y Erick iban a mis costados. - ¡Lo siento!

-Gracias. -susurro casi inaudible. -Muchas gracias Chris. -Dijo esta vez fuertemente, haciendo que todo mi enojo se valla y me tranquilizará. 

Justicia en mis manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora