Justicia en mis manos

25. Pez grande

Allison

¿Como puedo saber cuanto llevo aquí?

He pensado en contar segundos, minutos, hora, tal vez ya sea el tiempo de dejar de luchar, esta más que claro que no voy a poder escapar, nadie será el héroe de esta historia, tal vez y solo talvez todos muramos, es una posibilidad dado en el estado que estamos todos. 

-¡DEJEN ME SALIR DE AQUÍ! -Hace no se cuanto tiempo trajeron a alguien más, aun no puedo descifrar quien es, su voz esta tan cerca como lejos. -¿¡!DONDE ESTA MI HERMANA? -mi corazón paro en seco al escuchar aquello, no, no puede ser el. -¿VERÓNICA?

 Lo último que se pierde son las esperanzas, yo acabo de perderle en estos momentos, el aire comienza a faltarme, me estoy asfixiando, mi cuerpo tiembla de una sobremanera, un ataque, siento un último jalón en lo profundo de mi pecho, luego todo se torna negro. 

-¿QUÉ DIABLOS LE HA PASADO? ¿LE DIERON DE COMER? ¿BEBER?. -Una voz lejana de algún hombre se escuchaba en mi cabeza. 

-Le juro jefe que no hemos hecho nada. -¿Damian?, fui una idiota en pensar que eras la mente maestra. 

-¡MIERDA!, no podemos sacarle de aquí, y traer un doctor aquí es arriesgado. 

Abro los ojos un poco para poder ver quien es la otra persona, pero quien me queda de frente es Damian, quien al verme se ¿Asusta?, de seguro. 

-Jefe, esta despierta. -El hombre frente a Damian sale de la habitación sin dejarme ver su rostro, maldigo por mis adentros. -¿Te duele algo? ¿Estas bien? ¿Quieres algo? 

-Me duele todo. -Le escupí en la cara. -¿Como quieres que este bien aquí?, quiero salir de aquí, con mis amigos, ser libre de esta calvario, ¡LOS ESTÁN MATANDO! -¿Quien diría que Allison sería tan débil?, llorar se ha vuelto un habito para mi. -¡ERES UN BASTARDO! 

Sin más vi como se iba del lugar, no me encuentro en la misma habitación que antes, aquí hay luz, las sabanas están limpias, sin más trato de abrir la puerta por la cual salio Damian pero esta cerrada. 

En la habitación hay otra puerta, un baño, por lo menos uno de mis deseos se cumplirá. Abro la ducha, mi piel se eriza al sentir el agua recorrerla después de tanto tiempo, mi cabello esta más largo que antes, descuidado, estoy horrible. 

Al salir de la ducha enrollo una toalla en mi cuerpo, busco por toda la habitación alguna prenda de vestir, no quiero usar esa ropa, si voy a morir que sea limpia, en un cajón había un short de piyama y una camisa que sin duda utilicé. 

En el cajón había una pequeña caja "A.M." decía afuera de esta, mi curiosidad le gano a mi consciencia, A. M. son mis iniciales, nada bueno debe haber en esa caja. 

Mi ceño se frunció instintivamente, había fotos de mí desde el momento en el cual nací, fotos con mi padre, La tía Margorit, con mis primos, incluso fotos de mis nuevos amigos. Tire todo encima de la cama, había fotos de mis padres de jóvenes, ¿Enserio?, no entiendo el interés de esta persona por mi, pero ¿Desde antes de mi nacimiento?, tengo miedo, lo admito, ¡Quiero Salir de aquí cuanto antes! 

Christian

Estaba enojado, más conmigo que con otra persona, ¡ME HE EQUIVOCADO!, el hecho de haber visto el estado en el cual están todos me molesta, pensé que Aitor y sus amigos eran culpables de todo este lío, pero solo son más victimas, ¿Quien maltrataría a su amigo así?. 

Al entrar no vi a dos de las personas que quería ver, ni a Vero, ni a All, me duele el pecho de solo pensar que algo les ha pasado, digamos, Andew esta grave, no me imagino como pueden estar ellas. 

Varias personas comienzan a correr por el pasillo, algo esta pasando, me asusto al escuchar ¿ESTA MUERTA?, Aquí están dos de las chicas que me importan, el hecho de que alguna de ellas muera es dictaminar mi muerte.

Las mismas personas corren ahora en sentido contrarío, mi corazón para en seco al ver una cabellera anaranjada entre cuatro chicos, su piel estaba pálida, me niego a decir que tan solo ver su estado parece...Bueno es difícil de aceptar.

Me tiro de cuclillas al suelo, no estoy amarrado a nada, solo soy libre en una celda, tal cual como un criminal, no niego serlo pero el hecho de estar en esta posición deja mucho que pensar.

Nunca pensé que derramaría una lagrima más que no fuese por Verónica, después de la muerte de Papá a pesar de eso, ahí jure que será la última lagrima dada, que no fuese por mi pequeña. De solo pensar que cabe la posibilidad de que no salga de aquí, que no la vuelva a ver, ¡JURE PROTEGERLA DE TODO MAL!.

He fallado. 

Le he fallado a mi padre, le he fallado a mi corazón, quería ser el héroe de la historia, o tal vez el villano pero solo ser uno más de las victimas me molesta me irrita, Si no es Allison, si no es Andew ¿Quien coños hará justicia?.

¿Que me asegura la salida de este lugar? 

¿La posibilidades de vida? 

Siento como las lagrimas salen, trato de pararlas vagamente, se niegan a dejar de salir, no quiero perder a Allison, no de nuevo, la vida es tan injusta. 

Un chico pasa por el frente de mi celda instintivamente le llamo. 

-¡Hey!. -prosigo al ver que tengo su atención. -¿Esta...? 

La palabra no sale de mi boca, como podré hacer la pregunta, si no quiero aceptarlo, el chico me mira con ¿Pena?, o algo así, sonríe medio de lado. 

-Ella no esta muerta, no sabemos que paso pero sigue viva. -Sin más siguió su camino. 

Sentí un gran alivio dentro de mi, Allison no ha muerto, al amor de mi vida sigue en pie, sigue siendo luz en oscuridad. 

¿Porque ella no estaba golpeada como los demás? 

Me intriga el hecho de que no vi ni un moretón, sangre seca o algo en ella, aun llevaba la bata del hospital, esa horrible bata azul que te dan ganas de suicidarte. ¿Porque no la golpean?, algo muy raro pasa aquí, a ella no la golpean, todos reaccionaron asustados al encontrarla en ese estado, quien sea que este detrás de esto quiere a Allison viva, sin un rasguño más encima. 

-Debemos de limpiar a la rubia, el jefe ordeno no más tortura para ella, La idiota de Kat casi la mata, la odia a montones. -Dos personas pasaron por mi celda. 

-Pobre chica, no se porque Kat le odia tanto, creo que a quien debe odiar es a su hermano. 

Mi corazón se estrujó al ver la cabellera rubia de mi Vero, su piel estaba llena de moretones y su mirada caída.

-¡VERO! -Las lagrimas salieron a montones, su mirada decaída se poso en, entonces mi mundo cayo.

-Her-ma-no.