22. ¿Cuántos?

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Aitor

Puedo jurar que han pasado horas ya, esperando el grandioso rescate, la lluvia disminuyo a tal grado donde solo caen pequeñas gotas, mi ropa esta mojada y llena de lodo, el celular de Erick no tiene saldo, por lo que no puedo llamar a nadie, no hay un Internet cerca para poder hackearlo, no hay nada más que la oscuridad y yo.

No estoy en el mismo lugar que antes, no en el mismo donde llegamos antes de que se lo llevaran, podría jurar que estoy demasiado sucumbido en este lugar. La vereda de Arboles eran altas, dándole un toque espeluznante a la luna, esa luna es mi compañía, esa que me hace querer quedarme como irme.

El celular de Erick marcaba sobre las 2 de la madrugada, sin más me levante del lodo para buscar un lugar donde poder dormir, recuerdo que en este bosque no muy lejos hay una cabaña abandonada, no es buena idea ir allí pero no pienso durar ni un minuto más en el lodo. 

Camino a paso firme, alumbrando el camino con el móvil de Erick, entre lodo y arboles camina yo. Sin más compañía que la luna, un celular y mi corazón tratando de salir de mi pecho. Luego de caminar por un buen rato veo la famosa cabaña a unos cuantos metros, su aspecto es deplorable pero el ápice de luz que se ve en ella me da esperanzas. 

Corrí como pude hasta llegar al porte de la Cabaña, para ser abandonada se veía en buen estado cada tabla, me asombre al ver como ninguna tabla rechinaba conforme yo avanzaba. Gire la perilla de la puerta, la cabaña estaba amueblada, sin polvo, como si alguien hubiese o esta aquí.

-¿Hola? -Una voz dulce se escucho en el piso de arriba. -¡Salga de aquí o le mataré! 

¿Una niña? 

-¡Perdona!, estoy perdido, necesito refugio por esta noche. 

-¿Que no me dice que usted es un violador, secuestrados, mutilador?

-No soy nada de eso, aunque si soy un ser místico. 

-¡Tengo miedo! -Una niña de algunos 12 años apareció en la cima de las escaleras con un cuchillo en mano. -¿Papi?

 -¡No!, no soy papi, soy solo un ser místico, me convierto en lo que extrañas. 

-¿Como se que es verdad? 

-Solo olvida a tu padre y me conocerás en realidad. 

La pequeña bajo a paso lento los peldaños de las escaleras, temblaba de miedo, algunas lagrimas caían por su mejillas. 

-¿Conoce usted a Damian? 

-¿Damián? -Me suena ese nombre pero no recuerdo de que lugar... -¿Damián Cavanod?

-Sí, el era mi padre, pero me abandono. -Debes odiarlo vamos. -él mato a muchas personas, cuando lo amenace con contarle a la policía me quiso matar, llevo ya un año en este lugar, sola, si haber salido, todo por su culpa, pero no puedo evitar extrañarlo. 

-¿Quieres verme de verdad? -Ella asintió. -Olvídalo, Odiarlo de verdad, eso que te hizo fue algo que ningún padre por amor haría. 

La niña dejo el cuchillo de lado para correr a abrazarme, lloraba fuertemente mientras decía en voz baja "Lo odio", repetidas veces, al sentir como algo en mi cambio la hice que me viera, se que he cambiado, se que soy yo, el verdadero yo. 

-¡DIOS SANTO!, ¿Eres Haru? 

-No, no soy tu personaje de Anime, soy un humano no común ni corriente. -Ella sonrió.- Ves que no mentía. 

-Ahora si te creo, pero mejor vamos a dormir, me estoy cayendo de sueño. 

Sin más la niña me guió hacia una habitación para que pueda dormir, pero mi pensamiento solo envergaba en algo, "Damian Cavalod", el primer novio de Allison, ¿Como con mi edad puede tener una pequeña de 12 años?, si estuvo en el orfanato hasta los 20, imposible, pero si es el mismo en cuanto lo veo juro que lo voy a hacer pagar, ¿Como un padre puede odiar así a su pequeña?, ¿Como puede hacerle algo así? 

Allison

Los gritos a fuera se escuchaban cada ves peores, no solo de una persona sino de muchos ¿Cuántos? ¿Que cantidad?, si tan solo supiera que fueran pocos podría salvarlos, pero el hecho de que sean tanto, que un número de 2 cifras le queda muy corto. 

Me da miedo pensar que la cantidad de personas torturadas puede llegar a ser de un número de tres cifras, no puedo con tanto. Son demasiados para una persona que esta en el hilo entre la vida y la muerte, donde un golpe definirá todo.  

¿Tan fácil moriré? ¿Con un golpe más? 

Mi cabeza a soportado un sin fin de golpes, pero que en este momento tan solo uno me defina, me aterra, no puedo hacer nada por ellos, por mi, por mi padre, ¡Por Riverstong!. 

He jurado hacer justicia la muerte de mi padre, pero todo esto me ha llevado a la misma muerte, a la perdida de amigos, a mi perdida, me duele tanto saber que soy tan vulnerable, tan indefensa ante el ojo del enemigo. 

¿Enemigo? ¿Pero quien?

A quien pude haberle hecho tanto daño como para ganarme su odio, tan grande siendo capaz de matar a niños, adolescentes, adultos, torturarlos hasta llegar a su muerte. Hacer lo que quisiese a mis amigos, a las personas que quiero, a lo único que me queda.

No recuerdo hacerle ningún mal a nadie, no aquí en Riverstong, no sería capaz de hacerle mal a alguien, de hacer sufrir a alguien, ¡Yo he sido mala persona!, si ¿Quien no?, pero solo fue una etapa en el orfanato, así que nada que ver. 

¿Como te sentirías tu en este instante?, sabiendo que tus amigos pueden morir en manos de un desconocido solo por tu culpa.

Ese efímero momento en el cual de das cuenta que todo lo que amas se te es arrebatado, ese momento en el cual te das cuenta que hundes al mundo en tu propio agujero, ese que formaste a los Quince años, en tu adolescencia. 

¡No quiero perder a nadie más!

Quiero regresar a mi único día lleno de verdadera felicidad, mi fiesta de XV años, donde tenía a los que más quería junto a mi, compartiendo la felicidad de todos. 

Esos tiempos que tenías una verdadera familia, ese momento en el cual nunca dañaste a nadie, en el cual nunca pero nunca hiciste que tu padre se desvergonzará de ti. 




Quería preguntarles algo desde hace unos capítulos atrás... 

¿Quien creen ustedes que sea el/la malo/a del cuento? 

¿Teorías? 


Justicia en mis manosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora