Capitulo 1.

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- Estoy aquí, estaré siempre aquí.

Elena intentaba mostrar su sonrisa pero sabia que no calmaría a Stefan de ninguna manera por que no la veía. Él, después de todo el dolor de aquel día, se encerró en su casa. Pasaron dos meses de aquella perdida y él no la asumía. No entendía cual o quien había sido el causante. Elena acariciaba su pelo, el solo notaba una presencia, todos los días, el pelo se le tensaba. Ella era la causante, no quería ver su dolor en aquellos ojos tristes. Los pasos se oyeron y llamaron a la puerta.

- Stefan, soy Caroline, ¿puede pasar?- no se oye nada, solo una respiración. - pasaré igualmente.

Abrió la puerta encontrándose con aquel chico que antes estaba feliz y ahora no mostraba ningún afecto. Estaba desaliñado y nada le importaba. Caroline lo miró unos segundos y se acerco a él, agachándose.

- Tienes que arreglarte Stefan.

Él ni si quiera negaba con la cabeza, solo dirigió sus ojos ella.

- Mira Stefan, la vida pasa y aunque ella no éste, hay demasiada gente en el mundo.- Caroline se levantó a la vez que Stefan la miraba. - Y ahora, levanta.

Le tendió una mano que el agarró sin mucha ilusión. Le dirigió al baño donde lo dejo encerrado mientras ella recogía todo el desastre de la habitación.

- Gracias Car, era lo que él necesitaba saber.

×

- Bonnie, tiene que haber algo, alguna salida.

Ella pensaba y pensaba. Él otro lado solo era para personas sobrenaturales, ella no podía ver a las perdonas normales. La desesperación de Damon no se mostraba de aquella manera, solo quería tenerla de vuelta aunque fuera con su hermano.

- Lo siento, yo no puedo hacer nada.

- En realidad tu nunca puedes hacer nada.

Dio un golpe a la mesa con lo que mucha gente respondió mirándole. En esos días, el bar estaba repleto de gente debido al verano. Se levantó de la mesa sin importarle nadie, cuando salió del bar, se chocó con una chica haciendo que el bolso cayera al suelo. Lo único que pudo hacer es mirarla y seguir andando.

- Gracias por tu ayuda.

El tono de Cassidy sonó a ironía mas que otra cosa. Cogió el bolso y se dirigió dentro del bar. Diviso a su madre Jenna en una de las mesa quien saludo con la mano. Cuando se acercó, Jenna le recibió con un cálido abrazo.

- Te he echado tanto de menos.

Su madre solo preguntaba que tal por Nueva York, la gente que había conocido en la carrera y que si había algo interesante en el campus. Ella hablaba poco, había notado una presencia en aquel bar. Le dedicó un minuto a su madre para ir al baño. Cuando pasó a mirarse al espejo, una chica morena estaba detrás de ella.

- Tenía que haber sido más considerado con mi prima, se lo he dicho siempre.

- ¿Elena?

Cassidy se volvió y Elena no daba crédito.

-¿Me ves?

- Creo que si.- dijo ella algo exhausta.- Espera... oh, Dios mio. Te veo desde el otro lado.

Cassidy se tapó la boca, todos los músculos le empezaron. a temblar. No recordaba su muerte.

- Tienes que ayudarme.

Inseparables.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora