Al final, las fuerzas de Cassidy superaron su magia y acabó curándose. Ni ella misma se creía todo lo ocurrido, incluso que se pudiera salvar a ella misma. Nadie le había nombrado nada de aquello, cada vez sospechaba que incluso su prima Elena lo sabía desde un principio. Desistió por volver a casa de su madre, por descansar y cenar tranquilamente. Abrió la puerta con sus escurridizas manos sin hacer falta llaves.
- ¿Pero que?
- Cielo, ¿Ya estas en casa?
- Si mama.- dijo una ultima vez guardando las llaves de nuevo, para que las había sacado si no las había utlizado. Miro como Jeremy seguía jugando a esa asquerosidad de juegos. Por un tiempo, estaría allí, en casa de los Gilbert. Pasó a la cocina donde el ambiente era extraño. Notó como si no estuviera sola.
- Mama...- Cassidy tragó saliva.- ¿has invitado a alguien más a casa?
- Mmm, si. Una amiga de Jeremy. - le dijo probando la comida. - agg, le falta sal.
Salió de la cocina en dirección a donde estaba su primo. Una risa irreconocible vino a sus oídos. No me fastidies. Pensó por un momento. Cuando pasó, aquella melena rubia estaba sentada donde solía estar Elena.
- ¿Meghan?
- ¿Cassidy?
- Jeremy se levantó algo aturdido.- ¿Os conocéis?
- La pregunta aquí es de que la conoces tu.- A Cassidy le hervía la sangre de la clase de persona que estaba en aquella casa. Meghan Berry, alguien que odiaba con todo su ser. Alguien que le arruinó la vida nada más verla. ¿Por que se había echo amiga de Jeremy Gilbert? De momento, la chica empezó a tener grandes dolores en la cabeza, incluso se desmayó en aquel instante. Cassidy sabía que era aquella magia de protectora que no podía controlar. La chica acabó en el hospital y su madre Jenna de acompañante. Cuando la ambulancia se despidió, la casa hizo un vacío.
- ¿Tu sabes que puede haber pasado?
- Trago saliva.- Ni idea pero deberías de llevar sus cosas a algún sitio.
Subió la escaleras lo más rápido que puedo, equivocándose de habitación. Sábanas blancas impolutas y olor a frambuesa le recordaron a Elena. Miro aquel sitio de nuevo, habían pasado cuatro años desde que no pisaba aquel lugar. Se había ido a estudiar, dejándolo todo de por medio. Agarró uno de los peluches que había en la cómoda, al lado de la foto de sus tíos. Al olerlo, le vino a la mente Stefan. ¿Los poderes también desarrollaban su olfato? Necesita ayuda, rápido.
×
Caroline se había ido a casa, por fin, después de aquel día tan movido. Stefan miraba cada uno de los rincones de su habitación, buscando algo. Unos toques en la puerta le advirtieron de la presencia de Damon.
- ¿Que se supone que buscas?- le dijo y se hizo el sorprendido.- ¿No me digas que ya te has obsesionado por Cash?
- ¿Cash? Ya le has puesto un apodo.- rebuscó por uno de sus diarios pero no obtuvo resultado. Cogió otro que tenía al lado.- Y no estoy obsesionado con ella.
- ¿Y tampoco pensaras que es una Petrova?- volvió a recriminarle. Stefan odiaba que su hermano leyera su mente.
- Solo digo que hay cierto parecido.
- ¿Parecido? - pasó su hermano por la sala, mirando la foto de Stefan y Elena.- No se parecen en nada. Elena tiene una cara angelical aunque sabemos que no es así.
La mirada matadora de Stefan era asumible, Damon levantó las palmas de sus manos, resignado.
- Sabes que llevo razón. No es mi culpa que siempre probemos las mismas cosas, sobretodo las mismas mujeres. - Stefan volvió a lo suyo. - Solo digo que Cassidy tiene una mirada profunda pero por dentro no es nadie.
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Inseparables.
FanfictionDespués de la muerte de Elena, los Salvatore no levantan cabeza. Stefan esta metido en casa. ni Caroline puede hacer que se mueva. Damon no para de buscar y buscar hasta encontrar un modo de traerla de vuelta o, al menos, hablar con ella. Cassidy S...