Capitulo 3

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Elena miraba aquella escena en la que su prima era la única que podía fijar sus ojos en ella. Mientras tanto, Cassidy se tomaba aquella bebida que era demasiado para su cuerpo. Se sentaba mirando a Caroline cerrando aquella botella y Damon la miraba fijamente. Un Stefan algo extrañado por esta situación se encontraba en frente de la chimenea, con las manos apoyadas el pórtico de esta.

- No te preocupes Stefan, volveré pronto.

Decía como si todo el cuerpo le doliera aunque la realidad es que no podía sentir nada.

A Cassidy solo le temblaban los brazos al dejar aquella copa que resonara en la mesa.

- Y ahora, nos vas a contar como es eso de que " puedes verla". - la rubia la miró haciendo comillas en aquellas últimas palabras. Cassidy volvió a tragar saliva.

- Pues es largo de explicar...

- Somos vampiros, tenemos todo el tiempo del mundo.- se acomodó en el sofá que estaba enfrente de ella.

- Esta bien.- se aclaró la garganta.- Fue, para nosotros, lo más trágico que podía haber pasado. La muerte de los padres de Elena nos conmocionó. Cuando se hizo el funeral, Elena estaba destrozada igual que todos. En el momento en que empezaban a hacerse preguntas de como Elena se había salvado de aquel accidente, empeze a investigar. Una de las pistas me llevaron al tanatorio donde se encontraban el cuerpo de sus padres. Solo vi el cuerpo de su madre una sola vez pero, cuando salí de allí, me di cuenta que de que no tenía que haber entrado.

- Esto es demasiado traumático, lo sabemos. Pero queremos saber como puedes verla y tengo tiempo pero tampoco te apreveches de él.

Cuando se dio cuenta, Elena había desaparecido por el umbral de la puerta.

Damon seguía mirándola, para que continuara.

- Estábamos en casa de Bonnie, que creo que es la única a la que recuerdo... El caso es que oí aquella voz maternal...

×
La habitación estaba a rebosar de cosas, no podías distinguir nada de nada. Elena estaba durmiendo mientras que yo terminaba de recoger las nubes de algodón del suelo. Un viento me dio en la cara pero no le di importancia, la ventana estaba abierta.
- Te echo de menos pequeña.
Esa voz, aquella voz, me dejo más helada aún. Me volví al reconocerla. La miré y ella se extrañó.
- ¿Tia Miranda?
- ¿Cassidy? Pero... ¿como?
Las dos estuvimos bastante extrañadas todo el tiempo hasta que decidí hablar.
- No entiendo... Tu estas..
- Muerta.- lo soltó Repentinamente.
- ¿Y como es que puedo verte?
- Tienes el don de tu abuela Lisa. - Me puso las manos en los hombros pero no sentí nada.- Una de cada cinco Sommers pueden ver a los " fantasmas del pasado" los llamamos así por que, bueno, son almas olvidadas. Si me ves, es que tienes el don de protección.
Elena se removió de la cama y Miranda me miró una ultima vez.
- por ti misma lo descubrirás.
×

-¿Don de protección?- Damon siguió extrañado.

Stefan se giró al oír aquellas palabras hasta la una de las habitaciones, sabía de lo que hablaba. Cassidy siguió su rastro hasta que se perdió por el marco de la puerta. Una seña de Stefan a Caroline hizo que se moviera al mismo rincón dejándolos solos.

- ¿Y sabes ya que es eso?

- No.- bajo la vista a la alfombra.- solo que se que si es protección y tiene que ver con Elena, me toca a mi hacer de protectora.

Se levantó de aquel sofá para ir frente a la chimenea cuando chocó con algo.

- Lo sabes y no quieres decirlo.

-¿Qué? - redirigió su mirada a él. - ¿Crees que si no lo supiera, no estaría buscando medios para traerla a ella?

- Creo que eres una egoista.

- A cassidy le estaba dando donde más le dolía.- mira Damon. Si piensas, por un momento, que voy a ser egoísta con la muerte de mi prima, estás muy equivocado.

En la otra habitación, Stefan seguía buscando aquel libro que le quemaba la consciencia. Caroline no pasa de escuchar como discutían y le estaba empezando a doler la cabeza.

- Encuentra ese maldito libro ya o aquí dolo va a haber sangre.

- Tranquila Car, no van a llegar a manos.- seguía con la punta de sus dedos mirando aquello que tanto buscaba.

- ¿Seguro?

Ella puso so oreja buena mientras él asentía. Notó como algo se rompía.

- Adiós al jarrón de china.

Cassidy estaba tirada en el suelo, con cortes en todos lados y apoyada en la pared. Damon notó que, cuando acabó la tensión, vio lo que había echo. Él, Damon Salvatore, jamás pegaría a una chica y menos por aquello pero era Elena a quien quería recuperar. Se acercó a una dolorida Cassidy que no sabía por donde agarrarse para no caer desplomada. Unos brazos la levantaron fragilemente de su sitio hasta el sofá. Damon la había traído, sabía que lo que había echó estaba mal.

- Apartate de mi. - dijo mirándose los corte de los brazos. Él solo se alejó sentándose enfrente.

Y ahí estaba, aquella escena que quería que fuera real . Elena en el otro lado, sentada y mirándola. Con los ojos lacrimosos " vas a ponerte bien. " le dijo, en el otro lado Damon mirándola, pensando en que realidad no sabía que estaba haciendo con su vida. La miro unos segundos como asentía a la nada.

- ¿Elena? ¿Puedes oírme?

Ya se había dado cuenta cuando entraron por la puerta. Stefan llevaba un libro algo pesado en sus manos. Caroline solo corrió al ver que estaba sangrando. Se acerco a ella, corto su muñeca y le ofreció.

- No lo intentes, lo protectores solo pueden curarse a ellos mismos.

Cassidy miro extrañada, quería una explicación a eso. Mientras tanto, Elena estaba mirando como es que su prima era una protectora y como es que no se lo había contado a ella antes. Era la primera que debía saberlo pero la única que en realidad no entendía nada.

Stefan abrió el libro por una pagina que hizo polvo en la sala.

- Tu solo hazlo de la misma forma que el libro.

Aquello era un acertijo para ella aunque lo intentó e intentó pero no funcionaba. Pasaba el tiempo y Cassidy empezaba a tener menos fuerzas.

- Stefan, va morirse si no la ayudamos. - le dicha Caroline preocupada.

- No se como explicártelo pero es una protectora, los protectores protegen a los demás y a ellos mismo. Los vampiros, hombres lobos, brujas y demás somos razas inferiores. Mira es largo de contar, algún día te lo explicaré.

- ¿Y por que tu lo sabes y ti hermano no? ¡Eso tampoco me lo vas a explicar, verdad!

Salió por la entrada hasta ver como ella seguía allí, sin conseguir nada.

- Tienes que concentrarte.

- Es lo que intento.

Elena la miraba cada vez, con más angustia. ¿Y si no sobrevivía a ello? O peor aún, ¿y si ella jamás volvía?

Inseparables.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora