capitulo 10

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Estaba en la cama de Stefan, con  pose de india. Miraba y miraba para encontrarse consigo misma. ¿Cómo había sido capaz de hacer eso? Pero sabía que eran sus celos, sus malditos celos que la sacaban loca. Tampoco podía ir a la habitación de Damon y decir " Hey, que sepas que he estado en el cuerpo de mi prima y he sido yo la que he decidido cortar con vuestro rollo extraño que manteneis". Se llevo las manos al pelo, revolviendoselo cada vez que pensaba. Sintió el peso cambiar en la esquina de la cama. Un Stefan la miraba tanto confundido como sonriendo. Elena pasó los dedos índices por la sabana haciendo dibujos hasta que él le paró una de las manos para cogérsela.

- ¿Estas bien?- dijo con aquel tono de preocupación sincero.

- Si, tranquilo.- se pasó el mechón detrás de la oreja. La conocía perfectamente, sabia cuando mentía y cuando no.

- Elena...- le dijo con tono pesado.- ¿Ocurrió algo que tu no quisistes ver?

Maldición, odiaba cuando la conocía a la perfección. Se decidió a agarrarla de las dos manos, necesitaba firmeza si quería saber que había pasado en el cuerpo de Cassidy cuando estaba en él.

-Yo...- dijo soltando las manos de Stefan.- tengo que ir a por mi diario, esta abajo.

Sin lugar a dudas, salió corriendo de la habitación dejando a Stefan con cara de indignación. Se supone que confiaba en él, ¿por que ahora no quería decir nada?

Elena bajó hasta al salón donde encontró a un Damon como la primera vez desde que vino de su muerte al entrar por aquella puerta. Se dio cuenta de que no estaba bien, para nada lo estaba. Su cabeza decía que cogiera aquel diario para subir de una maldita vez su culo de nuevo con Stefan pero su corazón era otro camino distinto. Sin mucho pensarlo, se acercó y se puso en la misma posición donde vio como desaparecía de la nada para volver a la vida. Lo miró pero tampoco es que respondiera. Damon giró su cabeza al encontrarse con aquellos ojos color avellana que estaban de vuelta allí.

- ¿Estas bien?- ¿como podía haber sido tan ilusa de preguntar eso? Recorrió la punta de sus dedos a todo el grosor del diario.

- No necesito tu compasión, gracias.- volvió a tomar un sorbo del vaso.

- Damon...- pesadamente lo miró de nuevo a los ojos.

- Se que lo has visto todo. Se oía tu respiración contra la ventana. - dijo dejando el vaso detrás de él.- y, si me disculpas, tengo mejores planes que hablar contigo.

Se levantó de nuevo, dirigiéndose a por la chaqueta que estaba en uno de los muebles. El cuerpo de Elena hizo solo una cosa: abrazarlo. Se acerco a él antes de que pudiera ir a por nada. Lo abrazó sin más. Él, al principio, no le correspondió pero ya era tarde para cuando quería hacerse el duro. Elena era lo más parecido a Cassidy que le quedaba. Cassidy. Cada vez que la nombraba y recordaba todo lo que le había gritado le dolía el pecho. Volvió a mirarlo a los ojos pero, cuando reaccionó, había echó justo lo que no quería. Se acercó a él y le besó. Tampoco el puso mucho impedimento, debería ser por que no sabía lo que hacía de tantas bebidas tomadas. Siguió besándola hasta el momento en que Damon reaccionó. La separó de un empujón.

- Esto no debería de haber pasado.

Cogió la chaqueta cerrando tras de sí la puerta de golpe. Elena de quedó callada y pensando mientras que Stefan solo pudo tragar saliva.

Cuando uno iba, otro venía. cassidy quería explicaciones, cogió su coche y se dirigió a casa de los Salvatore. Llamó sin mucho pensar. Solo había vuelto a su casa para reflexionar, reflexionar sobre por que estuvo viendo a Stefan y por que no olvidaba nada de lo sucedido. Se encontró con una grata sorpresa aunque para Elena solo le dio tiempo. A tragar saliva. Pasó sin previo aviso, solo mirando a todos lados después le dedicó una mirada a Elena.

Inseparables.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora