Me había quedado ahí, sin hacer o decir nada. Traté de mostrarme tranquila.
─Eso es mentira. Es una de las pocas cosas que recuerdo.─ Mentí─ No lo dije por que sabría que lo entenderías mal.
Me puse aún más nerviosa, estaba a punto de llorar. Me contuve. Quizá no era mentira y Jeray tenía razón en decir que lo hice para defenderme. Vamos, me veía joven, dudo que alguien como yo hubiera planeado ese tipo de cosas. Aunque para matar no existía edad. Todo iba a resultar bien..
¿Verdad?
─ Esa es información importante, no puedes ocultar cosas así.─ Se rascó la cabeza, pensaba que decir.─ Lo peor es que no puedo comprobar si dices o no la verdad.
─ Si estuviese mintiendo, ¿no crees que hubiese querido escaparme ya?
─ Contraataqué─ Tenemos que movernos.─ Samuel salió de la habitación y yo comencé a recoger mis cosas. Antes de cerrar la puerta, boté en la basura el pan descompuesto que había dejado en mi mochila.
No podía creer que le había mentido a un oficial y más que se lo hubiese creído.
─ ¿Que información encontraste?─ Me subí en el asiento del copiloto del auto policial.
─ Anoche se me ocurrió investigar sobre las personas desaparecidas lo últimos días. Como eran 3 personas, tu familia, iba a resultar más fácil de hallar sus nombres e información de donde viven.─ Hizo una pausa ─ Pero para saber eso necesito ir a la comisaria solo y revisar en el escritorio la computadora de la persona que está a cargo de esos casos.
─ Bien, no puedo perder el tiempo. Esperaré en el auto mientras buscas.─ Me puse el cinturón.
─ No puedo ir así como así. Si me ven revisando algo ajeno, van a sospechar de mí. Esta persona que está a cargo, la conozco. Su ronda termina a las 12 de la tarde.─ Miré la hora del auto, eran las 11:02am. Mis estomago empezó a rugir.
─ Ehh, tienes que comer ¿por qué no me avisas que tienes hambre?─ Habló rápido, con un poco de fastidio. Parecía un regaño.─ Debes comer cada 4 horas.
─ No sabía que tenía que decirte. Llévame a algún lado, ya veré que comprarme..─ Lo miré, confundida y un poco desafiante. El esperaba que dijera algo ─ Por favor, oficial.─ Le estaba hablando muy cómodamente sin darme cuenta que era un desconocido para mí y viceversa.
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Llegamos al mismo restaurante del día anterior. Parecía que Porter frecuentaba aquel lugar. No tuve problemas con eso. Pedí unos panqueques, era una de las cosas más baratas que había allí. Además, yo no llevaba tanto dinero que me "perteneciera" a la mano. No pedí bebida. Fuí al baño mientras la comida estaba lista. Cuando terminé de hacer mis necesidades me puse en frente del gran espejo encima de los lavamanos.. ¿Quien eres?. Cuando volví a sentarme en la mesa, vi a Porter, revisando su teléfono, también note un jugo al lado de mi plato.
─ Eso lo pago yo.─ Guardó su teléfono.
─ No hacia falta, pero gracias.─ Samuel otra vez no había ordenado nada. Me pareció extraño.─ ¿Ya desayunaste?
─ Si, hace rato.─ Actuó despreocupado.
─¿Cuándo estaba durmiendo? ¿Dejaste de vigilar?
─ Si, eso me dice mucho de tí. Ahora sé que no estas mintiendo─ Analicé todo. Deje de preguntar y comí, lento. Total, quedaban unos 20 minutos aún para que se hicieran las 12.
Mientras estaba allí, en mi mente veía a Jeray, detrás de la pequeña ventana en su cocina que daba al pasillo, con sus ojos azules pidiéndome respuestas. ¿Y si me había equivocado y el no era un asesino?. Al analizarlo, me daba cuenta del por qué de ese apartamento no tan grande pero bien amueblado. Quizá se "ganaba" la vida entrando a robar a casas, con una máscara de payaso sangriento o de algún animal puesta y amenazando con su arma. Tal vez vendía drogas y la pistola era por si alguien buscaba problemas. También podía estarlo juzgando a un nivel extremo.
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La Séptima Vez
Gizem / Gerilim¿Quién es ella? No lo sabe, no recuerda nada aún. ¿Quien estará detrás de todo esto? Tiene que averiguarlo. ¿Lo malo? La única pista que tiene es una hoja de papel con un número, sin dejar de lado que ella está en medio de la nada. -¡Eres tú!-Gritó...