CAPÍTULO 16 : IIDA TENYA

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Murmullos se escuchaban a su alrededor, apenas estaba despertando después de una larga siesta, una que desde hace una semana necesitaba. Su cuerpo le dolia, se sentia miserable.

—Hermano ya despertó —los ojos heterocromatico de Shoto se abrieron al escuchar la voz de un niño, lo primero que logró ver frente a él, fueron unos iris azul marino a través de las lunas de unas gafas— ¿Estas bien?

Por instinto, Todoroki se asustó y rápidamente se arrinconó contra la pared en donde se encontraba la cama en la que estaba, ni siquiera sabia como había llegado a ese lugar.

—Tenya lo estas asustando —dijo un joven de aproximadamente veinticinco años, o por lo menos eso parecia, su cabello y ojos eran igual que los del infante, azul marino.

—Lo siento —se disculpó mientras movía su brazo de arriba abajo, como si fuera un robot.

—¿Como te sientes? —preguntó el mayor, el chico bicolor los miró desconfiado, no quería responder— te inyecte un inhibidor, tu celo ya deberia haberse calmado.

Ciertamente, el cuerpo de Shoto ya no esparcía feromonas, y no tenia esa necesidad de tener sexo. Pero, aun recordaba lo que sucedió, si por lo menos se hubiera resistido más, quizás eso no hubiera pasado, las lágrimas comenzaron a invadir sus ojos.

—Esta llorando —dijo el niño algo alarmado.

—¿Aun te duele mucho?— el mayor miró los moretones que Todoroki tenia en varias partes del cuerpo, y que de antemano había tratado.

—¿Donde esta tu dueño? —preguntó el pequeño —No deberia estar cuidándote.

—Tenya no hagas ese tipo de preguntas —advirtió, el mencionado puso una expresión mas seria.

—Lo siento —respondió moviendo nuevamente su mano de manera recta, como solo él sabia hacer.

El mayor le extendió un pañuelo al omega, pero este no lo quizo recibir, no quería confiar en nadie, y menos en unos extraños, quien sabe que podrían hacerle. Desde hace ya un rato sentia el aroma de un alfa entre ellos dos, no podia confiar en esos moustros.

—¿Cuantos años tienes? —preguntó el mayor, pero el contrario no le respondió.

—¿Tienes hambre? —preguntó Tenya.

—Si no nos dices quien eres, tendré que reportarte con las tiendas de mascotas— amenazó el hermano mayor, aunque solo lo hizo para que este hablara, era una pequeña mentira blanca que les ayudaría a saber quien era ese adolescente.

Shoto abrió los ojos con algo de miedo, sus manos y cuerpo estaban temblando, no quería eso, debió morirse hace mucho tiempo, no quería estar ahí ¿Porque tenian que arrinconarlo de ese modo?

—M-Me llamo... —comenzó a mirar alrededor de la habitación con la unica intención de no ver a ese par a los ojos.

—Mamá dijo que no debíamos mentir —mencionó el menor de una forma recta y madura mientras observaba a su hermano, hablaba demasiado para su edad.

—Me llamo Todoroki Shoto...— terminó por responder— N-no me lleven a las tiendas.

—Tranquilo eso no pasara, solo necesitaba tus datos para el registro medico— al parecer el omega no se había dado cuenta que se encontraba en un consultorio medico— ¿Y cual es el nombre de tu dueño? —comenzó a temblar aun mas al escuchar esa pregunta.

—Yo... No tengo uno —dijo en voz baja, había pasado mucho desde que habló con alguien, ni siquiera lo habia hecho con sus hermanos.

—¿Entonces, te escapaste de las tiendas? —preguntó el hermano menor un poco sorprendido por lo que dijo.

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