CAPÍTULO 5 : ORIGEN

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No querer ni poder tener interés en algo o en alguien siempre a sido decisión suya.

Durante su vida Izuku a tenido al alcance de sus manos lo que quería, ¿La razón? Pues era simple, nació en una familia adinerada, una llena del mejor linaje de alfas, pero había una excepción "Su madre" Ella era algo que todo el mundo conocía como "Un juguete o mascota", mejor dicho "Una omega", fue comprada por su padre ya hace mucho tiempo y como todos los de su especie fue utilizada como tal, no fue error de ella quedar embarazada, pero, a pesar de eso nunca pudo opinar.

Su hijo fue algo que nunca debió concebir, y siempre se lo repetían.

Ese ser que crecía dentro de ella fue lo que la mantenía con vida.

Cuando este nació todos en su alrededor cerraron sus bocas, ¿Por qué? Pues el hijo por el que tanto tiempo soportó el maltrato de esos seres "Superiores a ella" nació con el linaje de un alfa.

El primogénito del hombre más poderoso e influyente de todo el país provenía de una madre omega.

Las especulaciones y rumores no se hicieron esperar ante los medios de comunicación, grandes titulares como:  "EL HOMBRE DUEÑO DE LAS EMPRESAS MIDORIYA TUVO A SU PRIMOGÉNITO CON UNA OMEGA" y "UN ERROR O UN MILAGRO, EL NUEVO HEREDERO DE LAS EMPRESAS MIDORIYA NACIÓ ALFA"

Todas esas habladurías provocaban una profunda depresión a la madre omega, una depresión en la cual su única luz era su pequeño hijo, un pequeño alfa que comenzaba a crecer y que conforme pasaban los años a su alrededor siempre influían ideales de la sociedad, y sobre todo su pocision social.

Para él ser un alfa era ser igual que su padre, pero si para ser igual que este tenía que despreciar a su madre, la que le otorgo su vida y cuido de él desde su nacimiento, prefería no serlo, pero, a pesar de su decisión los de su entorno intentaban influenciarlo con esas actitudes de superioridad que caracterizaban a los alfas.

En ese entonces solo intentó actuar como ellos para hacer que estos dejen de repetir las mismas palabras que siempre oía, "los alfas somos los seres mas magníficos que existen en este planeta" o "Los omegas desde que nacen tienen el deber de ser juguetes"

Era una actuación perfecta, tan perfecta que no parecía ser el mismo Izuku de siempre.

Las mismas palabras que toda su vida escuchó, esas palabras que empezaban a salir de manera natural de su boca, si en ese entonces nunca hubiera dicho esas cosas, su madre quizás hubiera seguido con vida.

Llegó un momento, donde su "Supuesta actuación" ya no era creíble y lo orillaron a tratar mal a su madre por el simple hecho de hacer creer a los de su entorno que era uno de ellos.

Un simple niño que a su corta edad creía que su actitud y palabras serían perdonadas por su querida madre, ella siempre lo hacía, no sabía porque ahora no era igual.

Ese día del cual siempre se arrepentirá, el día en el que su madre dejó este mundo, ese día dijo algo que a cualquier madre le dolería.

—Tú una simple omega me das asco, me avergüenzo de que seas mi madre— Lo dijo, palabras que en realidad nunca quiso decir, en ese momento vio como de los ojos de su madre comenzaban a brotar lágrimas, mientras decía repetidas veces "Lo siento"

Izuku quizo abrazarla y decirle que no era verdad, que lo había dicho solo para que esos alfas dejaran de molestar. Pero, no podia, él no podía hacerlo.

Aquel pequeño alfa sabía que los estaban vigilando y que sí hacía algo imprudente ocasionaría un error peor. ¿Que podía hacer?

El miedo que causan los adultos sobre los niños era algo que fastidiaba mucho a Izuku.

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