SERÁS MI JUGUETE

CAPÍTULO 20 : NIDO

Izuku despertó después de varias horas, sus manos habían sido vendadas y sentía un poco de dolor en ellas, su mente estaba despejada, ya no tenia esos pensamientos que involucraban a Katsuki, recordaba lo que Uraraka le dijo y también como le metió a la fuerza ese supresor que era nuevo para él.

Se puso de pie y salió de la habitación, el pasillo estaba desierto, ¿Donde estaban todos?

Conforme caminaba empezaba a sentir el aroma de su omega, aunque aún no lo terminaba de creer, tendría que aceptar que Katsuki era su destinado, pero aun así no quería que él fuera su pareja. Le daba miedo pensar lo que pasaría en un futuro. Sorprendentemente nada en él cambiaba, estaba completamente tranquilo, al parecer el supresor había hecho efecto en su cuerpo.

—¿Que hace eso ahí? —se preguntó al ver que una de sus camisas estaba tirada en una esquina de la pared, sin pensarlo demasiado, fue a recogerla— Se le debió caer a Uraraka cuando lo estaba llevando a lavar— con la prenda en la mano se encaminó a la sala de estar, pero conforme avanzaba, se empezaba a topar con mas de sus ropas, y también con otras más que viendo el tamaño que tenían, suponía que eran de Iida.

Al llegar a la sala, se encontró con su ama de llaves. Ésta al verlo se acercó a él, tenía una sonrisa de oreja a oreja, como si estuviera haciendo alguna travesura.

—¿Joven amo, ya despertó?— esa pregunta era mas que obvia ya que lo tenía de pie frente a ella.

—Si... Uraraka, creo que se te cayeron estas ropas...— dijo inocentemente sin saber nada de lo que la castaña pensaba, la muchacha lo miró con mala cara.

—Joven amo, usted hace que mi trabajo sea mas difícil...— respondió tomando las prendas— Dejé a proposito estas ropas en varios lugares de la casa— tenía un pequeño ceño fruncido en su entrecejo —Estoy haciendo esto sola...

—¿Pero por qué haces eso...?— aun no entendía las intenciones de la contraria, aunque de todos modos nadie se lo había explicado —¿Y donde están Iida y Todoroki?

—Usted sabe que Todoroki se encuentra en celo desde hace poco mas de una semana y lo a estado controlado con los supresores para que no interfiera con su trabajo — comentó —Con la repentina expulsión de feromonas que usted hizo, su celo a tenido un accidente otra vez, e Iida está ayudándolo en estos momentos.

—Luego tendré que disculparme con ellos... —dijo sintiéndose un poco culpable de lo que pasaba, después volvió a mirar las prendas —¿Y las ropas...?

—Es una prueba medica —Deku ladeó su cabeza confundido, cada vez estaba mas perdido en lo que decia Ochako— ¡Ahí viene! — jaló a su amo del brazo y se escondió junto con él detras del sofá —No haga ningún ruido— pidió, Izuku ya no sabía como reaccionar ante la situación.

Por la entrada que daba al pasillo, ingresó Katsuki, su mirada estaba ida, era como si estuviera en su propio mundo, Deku al mirarlo sintió que su corazón saltaba, al parecer ahora estaba mas consciente de él.

—¿Por qué nos escondemos?— preguntó el pecoso en un susurro.

—Silencio... Solo mire— pidió— desde que el pequeño despertó, a hecho lo mismo en varios lugares de la casa— ambos miraron en dirección de Katsuki.

—¿Espera, que lleva en su cuello...?— sus ojos captaron algo que no le gustó —¿Le pusiste un collar?— recriminó — Eso es cruel e inhumado— dijo sintiéndose mal por él y recordando que en algún momento vio a su madre usando uno.

—Fue una recomendación de la doctora— ahora Deku estaba mas confundido, ¿En que momento había venido una doctora a su casa?— Además, él no estaría usando ese collar sí no fuera por usted— él contrario decidió callar, sabía que no podría ganar una discusión contra ella, además en cierta forma tenía razón.