SERÁS MI JUGUETE

CAPÍTULO 37 : EL TERCERO

Pov Izu:

En ese tiempo no lo comprendía, me encontraba viendo todo pero, no podía hacer nada, no podía hablar, no podía moverme, ni siquiera podía gritar, solamente sabía que existía, yo estaba existiendo.

Pero, aún así no lo comprendía, a pesar de que quería mover mi cuerpo, nada se movía, a pesar de que quería hablar, mi boca se mantenía quieta, mi cuerpo no me obedecía, no, quizás este no era mi cuerpo.

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Frente a mi había una TV y cada tarde obligatoriamente este cuerpo se sentaba a ver aquel programa que parecía ser entretenido para él.

En aquel programa había un héroe, pero, no estaba de acuerdo con lo que él hacía, trataban mal a los llamados omegas, pero ese héroe parecía estar de lado de los alfas ¿Por qué? Si los que en verdad estaban sufriendo eran los omegas, ¿Por qué están protegiendo a los alfas?

Fue entonces que lo ví, apareció un villano dispuesto a proteger a esos humanos tan débiles, no importaba el metodo que usara, al final los omegas terminaban felices, quería ser como él, quería protegerlos.

Fue entonces que empecé a nacer.

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Otra vez estaba yendo a ver a esa mujer, no me gustaba eso, cada vez que lo hacía, ella lloraba, no quería tratarla mal, pero mi cuerpo hacía cosas que yo no quería hacer.

—A pesar de que tu hijo te está visitando ¿Por qué lloras?— preguntó — Deberías estar agradecida, tu hijo alfa te está viendo justo ahora.

No me gusta, ella no deja de llorar, no quiero que esté triste, cada vez que vengo me saluda con una sonrisa, pero a penas mi boca se abre, sus lágrimas empiezan a salir.

—(¿Por qué esta omega está llorando?)

En ese momento me sorprendí, por primera vez estaba escuchando otra voz interna a parte de la mía.

—Eres molesta, ni siquiera puedes sonreír un poco al verme— sujetó el rostro de la mujer con fuerza.

—Lo-Lo siento Izu...

—¡Callate! ¡No hables! —Exclamó, las lagrimas de esa mujer estaban moviendo algo en él —(No, ella no me puede dar pena)

Él... ¿Acaso se está mintiendo? No puede ser... Él en verdad se está mintiendo.

—(No, la pena es para ese idiota de Izuku, ese no es mi papel)

—(Él volvió a hablar... Acaso... ¿Hola me escuchas?)

Pregunté con entusiasmo de que me respondieran pero, no hubo respuesta.

—Maldición, ¿Por qué eres tan miserable? — le dio una cachetada —(No voy a sentir pena por ella, así llore no lo haré, ese idiota depende del como actúe con los omegas, no vale la pena sentir lastima por ellos)

Está mintiendo, él está diciendo puras mentiras.

—Izu, lo siento...— dijo la mujer —No estés triste.

Aunque no lo notara, la expresión que hacía el pecoso era muy lamentable.

A pesar de como era él, algo aprendí de su actitud, pude comprenderlo ya, somos uno, aún somos solo uno, pero a la vez también somos dos, somos personas totalmente distintas pero a la vez no.

—(Si empiezo a sentir pena por ella, Izuku, ese tonto no podrá estar tranquilo, yo no puedo sentir nada por los omegas y aunque lo quisiera, no sabría como protegerlos)— Pánico, su rostro estaba mostrando mucho pánico.