Capítulo 1

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HADES

4 Meses después

¿Por qué no dejo de pensar en ella?

Han pasado años desde el accidente, pero aún así la sigo pensando, y todo lo que le pasó es por mi culpa. No dejo de torturarme cada día imaginando su sonrisa, la forma despreocupada de como actuaba a mi alrededor.

La extraño lo suficiente como para saber que algo así no lo superaré tan fácil.

Todavía recuerdo su pequeño y esbelto cuerpo debajo de mí, llena de sangre, estremeciéndose del dolor provocado por los diversos cortes de cuchillo que tenía por toda su anatomía. Lo peor de todo es que no sé si fui yo el culpable de su estado. Estaba embarazada y yo no lo sabía, la pequeña criatura que vivía dentro de ella, murió. Yo la amaba... La amo, y no he hecho nada por buscarla o saber de ella.

La culpa, el dolor, el remordimiento de su partida a no sé donde, me atormentan cada día. 

Su vida a mi lado fue un completo infierno, lo primero fue el accidente en coche que tuvimos, casi muere debido a un corte en su cabeza y los de más cortes de su cuerpo. Luego casi la matan a apuñaladas, y todo porque no pude protegerla, no hay testigos ni sospechosos, solo ella y yo, yo sin recuerdos de lo que pasó ese día, y ella sin querer hablar de quién le hizo eso. Todo eso sin contar el hecho de que nuestra relación era tóxica y destructiva, pero a pesar de eso éramos felices... yo era feliz con ella.

Sarah Lee desapareció de mi vida hace casi dos años y desde ese momento soy este imbécil sin amor propio, fiestero, rebelde, un chico que pretende ser malo, siendo todo lo contrario. Solo busco diversión de una noche, un hijo de puta al que no le importa el daño que le causa a las chicas, ilusionándolas y haciéndoles pensar que estaré a su lado al salir el sol.

Con Sarah siempre sentía el deber de protegerla y hacerle saber que estaba ahí para ella, desde que se marchó no he sentido eso con nadie más, hasta el incidente con Katherine Jefferson; me sorprendí que después de salvarla del imbécil que la amenazaba, quería seguir cuidando de ella y yo seguía velando por su bienestar.

Después de ese día no volví a cruzar palabra alguna con ella, aún conserva mi chaqueta, pero no he tenido el valor de pedirle que la devuelva.

También me he encargado de alejar a los idiotas con intenciones de aprovecharse de ella, de su inocencia, de su dulzura. Me siento  como un tonto, un imbécil velando por una chiquilla como la pequeña Jefferson.

La he visto por los pasillos del colegio, las primeras veces le regalaba una sonrisa, ella solo respondió el pequeño saludo dos veces, luego de eso solo nos ignorábamos como dos simples desconocidos. Como era en el principio, cuando ella evitaba a toda costa algún contacto con los chicos y chicas populares del colegio.

Luego de pensarlo por muchos días decidí que ya no voy a ser bueno con ella, tendrá que pagarme por ayudarla en los vestidores, y sino todos sabrán de su pequeño secreto. 

Es cruel, lo sé, pero no dejaré que ella se haga importante para mí, no puedo permitir que una chiquilla como ella me manipule, no volveré a ser el chico que fui cuando estaba con Sarah.

Ese tonto, enamorado y romántico chico desapareció hace dos años y Katherine Jefferson sabrá quién es Hades y sabrá por qué nadie quiere meterse conmigo.

Haré de su vida un infierno...

HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora