Capítulo 18

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PRISCILA

Pienso en llamar a la única persona (aparte de Kath) que me ha acompañado y consolado cuando de mis problemas con Hades se trata. Él, desde esa noche en la fiesta, siempre me ha brindado su apoyo y ha estado ahí. Subo las escaleras y camino por el pasillo que da a mi habitación, entro en ésta y me dirijo al cuarto de baño, me tomo mi tiempo en la ducha y al salir envuelta en una toalla blanca, llamo a esa persona. Al tercer timbrazo contesta:

—¿Sí? ¿Priscila?

—Te necesito, Paul.

No pasa mas de una hora cuando Paul llega a casa y trae con él sus materiales de pintura, hace un tiempo que me dijo que le gusta pintar y dibujar.

Y yo le he pedido que me dibuje, así tipo escena entre Jack y Rouse del Titanic. No me avergüenzo desnudarme frente a él porque ya me a visto desnuda y ha estado dentro de mi. Pero cuando me voy a quitar la bata él me detiene.

—Déjatela, por esta vez solo voy a dibujar tu rostro.

Y así es como mi sueño tipo Titanic se va al carajo.

—Dime cómo debo ubicarme para que me dibujes.

—Ah, claro, espera, deja y saco los lápices y acomodo todo.

Miro como de una pequeña maleta muy colorida, saca unos estuches con pintura y lápices. Espero paciente a que acomode todo.

—¿Puedes sentarte y ubicar esa mesita frente a ti? La necesitarás para apoyar tus brazos.

—Sí, claro, tú eres el experto.

Hago lo que me pide y él se acerca para ubicar mis brazos como desea, me hace apoyar los brazos sobre la mesa y cerrar mis manos en puño, en éstos ubico mi barbilla.

—Perfecto, ahora ¿podrías mirar hacia la izquierda?

Le hago caso y me quedo quieta mirando hacia la izquierda.

Él se sienta frente al caballete que sacó de la maleta y empieza a dibujar en el lienzo frente a él, de vez en cuando le echo unas miraditas y me gusta como se  ve frente al lienzo, me parece sexy su concentración.

—Priscila, debes mirar hacia la izquierda no mirarme a mi, bonita.

—Ok, ok, ya lo hago. —Suelto una risita

Pasan unas horas y puedo escuchar como un auto se estaciona frente a mi casa. Al parecer llegaron las personas que dicen vivir en esta casa, porque están mas tiempo afuera que dentro de la casa. Y espero que sea Katherine porque no creo que a mi padre y hermano les guste que tengo un chico en mi habitación.

—¿Paul?

—Espera, ya casi termino, ya te puedes mover.

Al levantarme de la silla me mareo un poco y siento mis manos y barbilla entumecidas.

—¿Puedo ver mi dibujo? —le pregunto a Paul.

—Sí, claro, ven, acércate.

Al acercarme a él y contemplar el dibujo o pintura, más bien, quedo maravillada. No tengo palabras para describir semejante obra, me encanta.

—Joder, Paul, si que te esmeraste, está perfecta. Gracias —me acerco rápido a su boca y le planto un beso en los labios. Mi sorpresa se hace mas grande al ver que él me corresponde. Pero somos interrumpidos por Katherine.

—¿Estás aquí, Prisci...?

—Hola, Fresa —le digo con mi sonrisa mas incómoda.

***

DESCONOCIDO

Una semana después

Una fotografía.

Una hoja de papel.

Mi lápiz.

Hago dos líneas horizontales y una vertical en mi hoja de papel, las cuales serán mi guía para el dibujo. Trazo una pequeña línea en la hoja de papel, paso mi dedo índice sobre ella sintiendo su textura. En el proceso se hace un pequeño sombreo donde he trazado la línea, miro la fotografía y me guío de ella, dibujando y sombreando el contorno del rostro de una de mis víctimas.

Donde deben ir sus cejas, hago un arco y le voy dando forma con mis dedos y mi lápiz, esa será su ceja derecha, me fijo en la fotografía y me doy cuenta que su cabello tapa parte de sus cejas. Le dejo el espacio correspondiente. Procedo hacer la ceja izquierda.

Lo siguiente son sus ojos azules, los cuales son redondos, empiezo a trazar el inicio del párpado, hecho ya esto, sigo con el ángulo interior y trazo el arco hasta el ángulo exterior, lo cual me da el círculo del ojo, en el cual solo debo dibujar la pupila, el iris y darle forma a la esclerótica (es la parte blanca del ojo), las pestañas y el párpado inferior.

Una hora y algunos minutos después tengo casi listo el rostro de mi chica tierna, solo me falta hacerle sus pequeños labios y su hermoso cabello.

***

HADES

—¿Katherine? ¿Te puedo dibujar alguna vez? —le pregunto a mi pequeña.

Estamos en mi habitación, volvimos hacer el amor y cada vez que lo hacemos me siento en el cielo, es tan placentero estar dentro de ella, sentir como me aprieta y lo caliente y húmeda que está cada vez que la toco, es la gloria. 

—Sí, ¿alguien te enseñó a dibujar o aprendiste solo?

—Paul. Lo conozco desde que somo unos chamacos, él me enseñó sus técnicas de dibujo, pero nunca aprendí a pintar, yo solo dibujo y sombreo. Él si es un experto en eso.

—Uhmm, vamos a dormir, estoy cansada. 

—Te dejo agotada, ¿eh?

Suelta una risita, y juro que es el sonido más tierno que he escuchado. Me acerco a su boca y la beso, la beso con pasión y deseo, giro para que se pueda ubicar sobre mi y así poder sentirla contra mí. 

—Te amo, Katherine Jefferson, eres mi pequeña y eres mía, ¿te queda claro?

—Sí —susurra con un hilo de voz y se queda dormida sobre mi pecho. 


Nota: Créditos a la persona que hizo el dibujo de la imagen que está al inicio del capítulo. Encontré esa imagen en Google y se me hizo perfecta para este capítulo. Créditos al pintor: Michael Zavala.



Dedicado a My Sweet Boy.

Gracias por estar siempre ahí, conmigo, cuando más te he necesitado, eres un gran chico y una de las mejores personas que he tenido el placer de conocer. Muchas gracias por todos esos momentos que me has regalado junto a ti y gracias por dejarme entrar.

I love u, babe.

HadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora