QUÍMICA

020. Nada es perfecto

ANDER

Claudia estaba tapada hasta arriba con la sábana, se estaba removiendo mucho de un lado a otro, parecía que se había calmado hasta que otro grito desgarrador llegó a mis oídos. Por reaccion fui corriendo hacia su cama, la destape y le intenté despertar.

– Ander, Ander.... - Me dijo Claudia muy asustada, no quería ni imaginarme lo que estaría soñando.

– Estoy aquí, tranquila..Estoy aquí.  - Dije abrazándola como pude.

– No me dejes sola por favor, no me dejes sola....  - Dijo mientras empezaba a llorar desconsoladamente.

Me metí en su cama, tapandonos a los dos, ella estaba prácticamente encima de mi, pero no me importo ni lo más mínimo.

Poco a poco, note como su corazón se iba calmando ya que antes estaba a mil por hora, sé que no estaba durmiendo, pensé que no hablaría pero me equivoqué.

– ¿Como puedes ser tan bueno, Ander?  - Dijo mientras su pequeña mano me acariciaba mi mejilla.

– Buena pregunta, supongo que habré salido a mi madre.  - Dije riéndome por dentro.

– Yo no te convenga, no soy la clase de chica que tiene que estar contigo. -Me dice esta vez más bajito.

– ¿ Y cuáles son la clase de chicas que deberían estar conmigo?   -Le digo girándome, ahora estábamos frente a frente , no habías más de diez centímetros entre nosotros.

– Las que sacan muy buenas notas, las que hablan correctamente, las que serían las perfectas nueras para cualquier madre, también que se vista impecable, que te demuestre todos los días que te quiere muchísimo, que haga lo que sea por estar contigo, que no digan ni hagan cosas que saben que va a ser malas para ti o que te puedan perjudicar, esa clase de chica Ander, no alguien como .....

Pero no le dejé acabar, ya que ahora sus dulces labios estaban junto a los míos, en un encaje perfecto.

– Yo no quiero a esa chica Claudia, no quiero a la chica perfecta.  - Le digo separando nuestros labios quedándome con muchisimas ganas de mas.

– ¿Porque Ander? Es lo que te mereces.  - Me dice en un susurro.

– Porque cuando te miro Claudia, puedo jurar que no quiero mirar a nadie más.

Mi respuesta la deja sorprendida y debo admitir que a mí también, las palabras habían salido tan fluidas y tan fáciles que no me había dado ni cuenta.

– Y esa es la pura verdad, Claudia.  - Sentencie.

Claudia me miró fijamente con esos ojos tan bonitos que tiene, penaba que iba a hablar pero no, me sorprendió lo que hizo.

Me besó.

Me besó con tantas ganas que pensaba que el cualquier momento se me saldría el corazón por la boca.

El besó no duró más de tres segundos, pero fue muy intenso, como los últimos que los habíamos dado.

– Vamos a dormir.  - Le digo mientras me doy un pico, ella sonríe y asiente.

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Cuando desperté, me extrañó no ver a Claudia a mi lado, en mi cabeza solo se repetia una frase una y otra vez : Otra vez no.

Y me temía que si, no podía creer que Claudia me hubiera abandonado otra vez después de todo lo de ayer por la noche, me incorpore un poco para ver si había alguna nota, pero nada.

Me agarre la cada fustrado y muy decepcionado a la vez, hasta que una vocecita se acercó a mí.

– Buenos días, he echo el desayuno.

Y si, así era, Claudia estaba en frente mía con un moño desaliñado y su pijama rojo, sujetando una bandeja que parecía que contenia un zumo y dos tostadas con mantequilla y mermelada.

Parecía nerviosa, como si le preocupara que aquella inesperada y muy agradable sorpresa no me gustará.

No me podía sentír mas feliz, por lo que le dedique mi mejor sonrisa y le hice un sitio para que se sentará a mi lado.

– Esto si que son buenos días y lo demás son tonterías. - Le dije riéndome, ella también se rió, colocó la bandeja en la cama y se sentó a mi lado.

– Bueno, no te acostumbres tampoco ehh.    - Dice ella entre risas, me encanta verla sonreir.

– Podría, claro que podría.

Ella se ríe.   Yo me río.

Yo me río.    Ella se ríe.

Una vez hemos acabado de desayunar recogemos todo y lo volvemos a dejar en su sitio.
En toda la mañana no hacemos nada de provecho, nos quedamos viendo películas y series sin parar, incluso nos hemos cogido de la mano en algunas ocasiones y en una de las películas hasta se ha sentado encima mía.

Nos lo estábamos pasando realmente bien, si todo seguía así sería perfecto, ella es perfecta.

Me encanta mirarla cuando cree que no la mira nadie, se muerde el labio cuando hay algún momento de tensión en la película, cuando está nerviosa no para de tocarse las manos en un gesto muy inocente, también cuando se pone contenta le salen esos hoyitos que me vuelven completamente loco.

A la hora de cocinar no nos complicamos mucho, Claudia hace nos macarrones con tomate y queso mientras que yo pongo la mesa y hago más camas del piso de arriba.

Mientras hago su cama me doy cuenta de que debajo de esta hay una fotografía que supongo que sera de Claudia, en la foto se puede ver a un chico y una chica de unos 7 o 8 años con algunos dientes caídos pero muy graciosos, la chica la reconozco rápidamente, esos ojos azules han sido tan bonitos desde pequeña, el chico en cambio, no sabía quién era, tiene el pelo rubio con algunos rizos pequeños y unos ojos azules igual a los de Claudia pero un poco más oscuros, parecen muy felices en la foto. Giré la foto y vi que ponía : Claudia y Max.

Así que Claudia tenía un hermano, me quedé pensando hasta que recordé lo que me contó Cris, algo horrible le pasó a su hermana y por eso ella se convirtió en una persona con carácter duro y frío, muy frío.

Saque el móvil y le hice una foto, me quedé observado otra vez la fotografía, fijándome más en su cara, me suena de algo pero no caigo de que, cuando vuelvo a fijarme en la cara de Claudia alguien desde el marco de la habitación me habla.

– Que coño haces tú con eso? No deberías verlo, es mío Ander, es mío joder.

Claudia estaba echa una furia, no me dio tiempo a reaccionar ni a explicar porque la tenía en mis manos ya que la cogió de muy mala ganadería mis manos y corrió para salir de la habitación, también por las escaleras y por último había escuchado un portazo de la parte de abajo.
La había cagado pero bien con ella.

CLAUDIA

Voy corriendo por mitad del bosque cabreada, muy cabreada, me ha hervido la sangre al ver a Ander con esa foto, es mi puta intimidad cosa que parece que no logra entender. Me jode muchísimo que la haya visto, no quiero que sepa nada de mi pasado, no quiero que sepa nada mío joder.

Paró de correr y me siento bajo un árbol lo suficientemente grande para taparme del sol, decido descansar ya que tengo el corazón a tres mil por hora, me duele el tobillo pero decido ignorarlo, observo detenidamente la foto, miles de recuerdos pasan por mi cabeza como si de balas se tratasen, algunas lágrimas caen sobre mis mejillas hasta que se convierten en un mar de lágrimas.

Me duele muchísimo, me duele echarle tanto de menos, e el y a mis padres, me duele que Max sacrificara su vida por mi, solo por protegerme, me duele tener que alejarme de la vida que llevaba antes, me duele ser así, me duele ser tan fría, me duele saber que hago cosas aún sabiendo que a la gente les va a doler, me duele que hasta yo misma me pregunte si de verdad puedo querer a alguien tanto como me quisieron a mi, me duele pensar que no voy a poder dejar que me quiera nadie, me duele saber que por mi culpa Ander está en peligro y por último, me duele saber que tarde o temprano le haré daño a Ander.