Me declaro culpable. Debo admitirlo, ante este jurado invisible admitiré que soy culpable.
Culpable por hacerte sufrir, culpable de dejarte caer y culpable por no levantarte. Culpable por cargarte con mis problemas, culpable porque te adueñas de mis desdichas, culpable porque te preocupas y culpable por yo no hecerlo; simplemente soy culpable, culpable de todos tus males.
Y como cualquier culpable, necesito tu perdón. Perdóname por reír cuando tú lloras, perdóname por no tomarte en serio, perdóname por no confiar siempre en tí, perdóname por hacer que te preocupes por estupideces, perdóname por mis defectos y, perdóname por darte una excusa tan pobre. Pero sobretodo perdóname por seguir a tu lado cuando lo único que hago es daño.
Aunque no tengo alternativa. Colocaste una barrera invisible en las desviaciones y me hiciste seguir tu camino. Un camino que seguiría con gusto si no te hiciera sufrir a cada paso. Y a pesar de eso, este es el mejor camino, cualquier otra desviación nos habría matado al instante y por eso te dejo seguir colocando tus barreras, y por eso te dejo seguir dirigiendo nuestros pasos. Y aún así, eso no me hace menos culpable. Porque es mi culpa. Por tu sufrimiento, soy culpable. Por tu dolor, soy culpable. Por tus preocupaciones, soy culpable. Por tus problemas, soy culpable. Por todos tus males, me declaro culpable.
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Título en suspención por falta de imaginación
NouvellesMi vida, mis sentimientos, mi historia.