Título en suspención por falta de imaginación

Me encantaría llamarte.

Me encantaría llamarte, poder hablar contigo y contarte todo lo que me pasa. Me encantaría que me comprendieras y que me calmes, que me digas que todo va a salir bien que siempre seremos amigas, aunque sea mentira.  Me encantaría contártelo todo. Pero no puedo,  y lo intento,  cada vez que te veo un debate dentro de mi decide si lanzarme a llorar o solo sonreír queriendo no estropear ningún momento contigo. Y todo, porque mentalmente te he asociado con la felicidad. Te he asociado con la diversión, y pienso que si lloro o si te explico el porque de como soy,  esa felicidad acabará.

Eso es bueno, claro que es bueno. Asociarte con ser feliz es genial, hasta que te vas y ya no se donde encontrar la felicidad. Tampoco se a quién poder contarle lo que me pasa, lo que siento, lo que escribo aquí.

Bueno, creo que me voy a ir a dormir y seguir soñando con una felicidad abstracta,  difusa y confusa que olvidaré al despertar. Pero bueno ese momento no me lo quitará nadie. Espero volver a encontrar la felicidad y espero algún día asociarte con una amiga a la que contar tanto lo bueno como lo malo.