CAPITULO 1: PERDIDA

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CAPITULO 1: PERDIDA

 (Rosse)

(Algunos días antes)

Mis días universidad están por terminar, por fin podré independizarme, seguir adelante. Bueno al menos eso pienso y espero de mí. Hoy es viernes así que iré a una discoteca a divertirme, olvidar todo el estrés que la vida se encarga de darme.

¾    -¿Rosse estas lista?, tenemos que irnos – Dice mi amiga Melisa desde su carro, es una de las más emocionadas por la fiesta, habrán muchos chicos guapos, paso días insistiendo en ir a esta nueva disco.

¾    -Estoy lista mujer, que desesperada.- Le respondo entrando al carro.

   Durante el trayecto sólo hablaba de los chicos que irán, de los sexys que podían ser y de las locuras que estaba dispuesta a hacer hoy en la noche, yo  sencillamente esperaba beber unas copas bailar con chicos lindos y despertar sin mucha resaca.

   El lugar parecía de los más exclusivo, se podía percibir eso estando ya en la fila para entrar, totalmente para personas VIP, aun no entiendo como Melisa consiguió entrar aquí, lo único que me dijo es que era una sorpresa para mí, por mi cumpleaños. Mientras intentábamos entrar al lugar, junto  a nosotras habían dos personas, eran totalmente guapos, uno era alto moreno cabello largo, ojos verdes, mientras el otro delgado , rubio ojos claros, bastante lindos, el más grande se presentó con Melisa hablándole del día y el lugar, él poco a poco fue ganando confianza, yo sólo pasé de hablar a presentarme y responder con tímidos sí o no,  aunque poco a poco las conversaciones se iban  animando tanto así que Melisa llegaba incluso a cogerle al brazo al moreno alto y musculoso, este dijo llamarse Dedrid,  el otro se llamaba Eliel,  me parecieron nombres muy extraños, pero por la forma en que hablaban supuse  que eran extranjeros.

Antes de poder entrar a la discoteca, llego un carro al lugar, un lamborghini blanco, increíblemente ostentoso y caro, de él salió un chico rubio, ojos azules, vistiendo pantalón de cuero un poco apretado camisa blanca mangas largas con algunos botones sueltos, una mirada algo triste pensé yo, pero bastante sexy. Me miró de reojo y también a nuestros acompañantes de turno. Entregó las llaves de su carro al encargado mientras avanzaba para pedir su entrada.

 Ya dentro pedí una cerveza, mientras que Dedrid y Eliel pidieron algo más fuerte para ellos, Melisa  los acompañó con el pedido.

¾    ¿De dónde eres Rosse?- Me preguntó Eliel

¾    -Vivo aquí en la ciudad. En la facultad.- Le respondo con una sonrisa, mientras Melisa estaba cada vez más embobada con el tipo.

¾    Me refería que dónde naciste.- Me lo dice con una sonrisa Eliel, en ese momento me di cuenta lo guapo que era, una mirada profunda, hermoso como aquellos actores de cine famosos, siempre pensé que no existiría alguien que me pusiera nerviosa con una sonrisa.

¾    -¿Disculpa?-

   Me sentí totalmente incomoda, mirando para Melisa, como pidiéndole para irme, esa pregunta me traía recuerdos que prefiero nunca comentar, y era la primera vez que alguien usaba eso como tema de conversación.

¾    -Esa pregunta le incomoda un poco, ella…- Melisa fue interrumpida por una mirada mía.

¾    -Fui adoptada, Debo haber nacido en la capital, solo sé que me dejaron en aquel orfanato de recién nacida. ¿Eso satisface su pregunta?- Le respondo bastante cortante.-

¾    -Eso fue bastante íntimo, disculpa si te incomode.- Me responde Eliel mirándome directamente a los ojos, mientras su mano alcanza la mía y rosa mi piel con la yema de sus dedos.- ¿Debe haber sido muy difícil para ti, cierto?- Siguió hablando mientras yo me sentía hipnotizada por sus palabras, por sus ojos. La música desapareció del ambiente- Todo estará bien ahora, tranquila Rosse. –

Requiem: Cronica I AzraelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora