CAPITULO 8: ENCUENTRO

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CAPITULO 8: ENCUENTRO

(Azrael)

Detrás venían Rosse y Aniell caminando juntas, Joel se alejó del lugar caminando hacia Aniell, esta miro en todas direcciones examinando la situación, le prestó especial atención a Helena al otro extremo de la plaza.

Rosse por su lado no pudo evitar observar a Kael mientras este se encontraba totalmente enfocado en Abel, sintió cierto parecido entre ambos, en sus expresiones y miradas. Pero tiene la extraña sensación de que conoce a Kael, esa mirada, ese porte, al inicio pensó que podría ser en Abel ese parecido pero no estaba segura, si tan solo supiera... Pienso yo mientras la observo quedarse muy cerca de Aniell.

¾ -¿Tú eras un paladín?-

¾ -Y tú el licántropo que buscábamos. Aunque que yo sepa los demonios no pueden invocar exorcismos.

¾ -También me llevaras...

¾ -Sí, no seré tan amable como Joel, si piensas transformarte seré aún más rudo.

¾ -¿Por qué yo?

¾ -Por el bien mayor...- Luego de decir esto apunta su pistola izquierda hacia él.- Ríndete.

¾ -No me rendiré, eso ya lo decidí, peleare sin importar cuantas veces me derriben.

¾ -Entonces te derribare con más fuerza.- Dispara hacia su hombro, Kael se arrodilla mientras sangra, Abel dispara otra vez contra su otro hombro, Belial lo ataca, pero este lo esquiva tomando terreno, y disparando contra él, pero este esquiva el disparo, e intenta morder su brazo pero un, aún más rápido Abel retrocede y dispara en su cabeza varias veces, este se hace polvo ante la mirada absorta de Kael. Todos se sorprenden, las pocas esperanzas que creían que tenía Kael de ganar las acaba de perder.

¾ -No tienes oportunidad contra mi.- Habla Abel acercándosele lentamente a Kael.- Esas son balas de plata te debe doler, algunos licántropos recién creados caen desmayados por el dolor, al parecer Julián te estuvo "educando".

¾ -No más...

¾ -Entonces te rendiste... Es lo mejor.

¾ -Es suficiente...- Dijo Kael levantándose lentamente, sus ojos volvían a tomar aquel color amarillo como los de Belial.- Basta de palabras... Esto aún no termina... No caeré, me harte que intenten derribarme y solo reciba golpes- Habla Kael mirando directamente a los ojos de Abel. Este se sorprende pero no muestra mucha reacción al respecto. - No me haz derrotado Abel, no esto recién empieza.- Con la mano con sangre toco nuevamente su tatuaje en su brazo derecho.- Tu qué opinas Belial.

A su costado aparece nuevamente Belial. Gruñendo hacia Abel, este comenzó a sentir cierta rivalidad, cierta molestia por la resistencia que Kael comenzaba o pretendía poner.

¾ -Nunca podrás siquiera tocarme, te llevare conmigo así tenga que llenar tu cuerpo de plata...- Su molestia aumento cuando vio que las heridas causadas por sus balas de plata comenzaban a cicatrizar. Hasta donde él sabía las heridas causadas por plata bendita no sanaban tan rápido y algunas no llegaban a sanar.- ¿Qué demonios eres...?

¾ -Belial dame un poco de tu fuerza- se posiciono de la misma forma de cuando invoco su exorcismo.- Fuego eterno- Mientras decía esto Belial nuevamente se lanzaba contra Abel, este nuevamente disparo contra él pero ahora Belial conseguía esquivar los disparos, Abel intentaba tomar mejor posición para disparar, aparentemente sus armas no le facilitaban estando tan cerca, Belial sabia eso y trataba de cerrar espacio lo más rápido posible

¾ -Ilusión-Conjuro Abel, convirtiendo sus pistolas en esferas que al lanzarlas al piso lanzaban humo negro y denso. Belial percibió que este tenía un olor extraño y salió rápidamente del ahí. Tarde se dio cuenta Abel que el lobo había escapado del humo y posicionado para atacar esperándolo a que salga del humor, el paladín se vio acorralado por el lobo. Pero los instintos de Abel le decían que retroceda rápido, así lo hizo, a duras penas logro esquivar a un Kael que tenía ambas manos cubiertas de llamas azules; intentando golpear con estas a Abel, Belial había conseguido distraerlo lo suficiente para poder invocar este exorcismo, muy raro incluso entre algunos paladines. Abel no tenía más distancia desde donde disparar, ahora parecía estar a merced de los continuos golpes de Kael, sabía bien que no debía ser tocado por estas, era mortal con demonios pero incluso los exorcismos pueden causar daño a los humanos.

Requiem: Cronica I AzraelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora