CAPITULO 4: ANIELL Y JOEL

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CAPITULO 4: ANIELL Y JOEL

(Aniell)

¾ -Llegaremos en los próximos minutos- Dice Zero mientras dirige el helicóptero en dirección a la mansión Asturias.

¾ -Aun no puedo creer que Presea haya esperado que miguel se fuera para dejarnos salir en rescate de Abel- Lo dice mi querido Joel riéndose, aunque a mí también me sorprendió que alguien como Presea nos deje así de repente salir, apenas Miguel se transportó hasta Babilón, nos pidió usar los helicópteros y venir ayudar, con nosotros vienen do helicópteros más listos para asediar la mansión, pronto llegaremos. Puedo mirar lo emocionado que esta Joel, se lo mucho que aprecias a Abel y lo difícil que es para ti a veces obedecer órdenes que van contra tus ideales. Aún recuerdo el primer día que te vi, yo estaba huyendo de algunos vampiros, el siglo XV siempre fue complicado, Europa fue un lugar difícil, pero yo siempre fui en contra de lo normal, quizás eso me llevo a encontrarlo, mi héroe, protegiéndome de aquellos vampiros que intentaban usarme de alimento, Joel me mostro lo excelente luchador que era, aunque se sorprendió al verme usar exorcismos, algo poco común en aquel momento, él supo en ese momento que yo era una Neplhin como el, había caminado mucho sobre la tierra, aunque siempre sola, hasta ese día, en que su sonrisa y valor me conquisto.

¾ -¿Cómo te llamas?- Me dijo mientras me entregaba una rosa.

¾ -Me llamo Aniell Von Brief – le respondí sonrojada.

¾ -Mi nombre es Joel MacBlack - siguió el con una sonrisa en el rostro.

¾ -¿Eres irlandés?- pregunte muy curiosa.

¾ -Si con todo mi clan nos mudamos a Japón y ahí viví todos estos años. ¿Supongo tu clan es de Alemania?

¾ -No, estoy sola, unos humanos me criaron de niña y me dieron este nombre. No sé cuál es mi clan solo sé que soy una Neplhin.

¾ -Entonces viaja conmigo, soy un aspirante a paladín, y estoy en el batallón azul para combatir los vampiros.- Era la época en que los vampiros quería apoderarse del mundo terrenal, estallo una gran guerra contra estos, pero por otro lado los paladines tenían una reputación de ser imparciales y de no dudar en sacrificar vidas, pero aun así decidí seguirlo, ese muchacho me despertó mucha curiosidad, me hizo reír algo que no hacía desde que mis padres humanos habían muerto, desde entonces lo seguí y desde entonces no deje de reír a su lado.

Al principio no me uní a los paladines, solo seguí a Joel donde este fuera, luchaba a su lado si la situación lo ameritaba, mostraba mucha habilidad en combate me sorprendía, pero nunca dejaba de ser el chico romántico conmigo, el chico que me robaba una sonrisa así estemos rodeados de cualquier tipo de criatura, pronto llego aquel día en aquel pueblo de Inglaterra, había sido arrasado por vampiros casi toda nuestra unidad fue cruelmente masacrada, habíamos sobrevivido apenas seis, de los casi mil personas que íbamos en este grupo. A mí alrededor solo veía muerte y dolor, los paladines tenían métodos desagradables pero ellos sacrificaban sus vidas para evitar esto, Lo hacían sin dudarlo una y otra vez, aquel día llore desconsolada lamentando tantas perdidas.

¾ -No llores mi amor- Me decía cariñosamente Joel.

- La muerte es parte de la vida, hoy han muerto mil paladines salvando millones de civiles, a veces aunque no nos agrade, algunas personas tienen que morir para que otras se salven, las reglas no las creamos nosotros, solo nos queda sobrevivir y salvar a todos los que podamos de camino.- Me lo dijo el mostrando alegría pero pude ver en sus ojos lo difícil que era el camino que él había tomado, al mismo tiempo veía que otra horda de vampiros y otras criaturas regresaban para atacarnos de nuevo, el solo me miro volvió a sonreír, me entrego un beso suave en la frente y me dijo- Es hora de que te vayas, no perteneces aquí, somos paladines es nuestro deber contenerlos aquí escapa, te veré en la otra vida.- aquel día descubrí dos cosas, una que estaba enamorada de ese desconocido y otra que sería un paladín sin importar la misión que estos me den la cumpliría sin dudarlo, pues ese día descubrí que el bien mayor es lo importante, recogí el uniforme de un soldado muerto y me lo puse.

Requiem: Cronica I AzraelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora