Requiem: Cronica I Azrael

CAPITULO 8: LAGRIMAS

CAPITULO 8: LAGRIMAS

(Helena)

Estamos todos dentro del escudo de Aniell, estamos algo apretados, pero es mejor a estar muertos, nos miramos y respiramos por un segundo, dos sombras aparecen de la nada, Eliel nos encontró, pero como, el plan de Aniell, fallo, rompe el escudo con una sola mano, los paladines tratan de protegerme pero son rápidamente asesinados por el otro ángel llamado Balan.

Me niego a ser capturada de nuevo, Eliel no se molesta en seguirme solo me observa sabe que no podre escapar, de pronto la pared que colindaba con el otro patio se explota. Entre el polvo y los pedazos de ladrillos sale caminando Aniell.

¾ -¿Les molesta si interrumpo?- habla ella está muy decidida, muy seria, es una nueva Aniell.

¾ -Puedes retirarte-Habla Eliel, con esto Balan desaparece y este se queda observando a Aniell.- Espero no estés pensando que tu sola puedes detenerme; porque eso es imposible.

¾ -En ese caso me esforzare mucho para hacerte cambiar de idea.- Responde ella mirándolo.

¾ -¿Eres un misterio, incluso dentro de los paladines, te he visto en tus misiones, no eres más fuerte que Abel, y vienes a enfrentarme sola?- Sigue el mientras camina alrededor del lugar.- Entiendo sabias que sería una misión suicida, no querías que él muriera. Lo entiendo y te respeto por ello.

Mientras decía esto Aniell caminaba hacia mí, posicionándose entre Eliel y yo, se comenzó a desabotonar los botones de su uniforme y retirar unos brazaletes de su bolsillos.

¾ -Hace mucho no uso estas.- Dice ella mirando las pulseras, por alguna razón estas me parecen familiares- Estando en esta forma no tengo posibilidad de ganarte, creo que tendré que hacerlo. Helena espero algún día me perdones- Dijo ella, no entendía a lo que se refería. – Sello de la tierra, sello del viento, sello del agua y del fuego , sello de la oscuridad y sello de la luz cumplan mi pedido, libérenme de mi cautiverio, muéstrenme la luz, devuélvanme mi poder, yo Aniell su humilde sierva se los pide.- Al decir esto bajo sus pies se forma un circulo con extraños símbolos, era el lenguaje de los ángeles lo que estaba escrito ahí, logre reconocerlo rápidamente, esta luz rodeo a Aniell, de pronto ella comenzó a cambiar, su cabello crecer un poco al igual que su cuerpo, paso de parecer una niña de quince años a una mujer de veinte y ocho años por lo menos. Su uniforme se adaptó a su nuevo cuerpo- Desgarrador de la luz- Al decir esta de los brazaletes salieron unas garras, esa voz, esas garras, esos cabellos, ella era, ella era no podía ser, Aniell fue la paladín que asesino a mis padres. Ella no se atrevió a voltear pero estaba aterrada mirándola, la paladina que tanto odie todos estos años ahora estaba protegiéndome a sabiendas de que quizás muera.

¾ -¿Por qué?, ¿Por qué Aniell?- Solo pregunte con lágrimas en mi rostro.

¾ -Al parecer ustedes tienen su historia.- Dice Eliel mirando a Aniell.

Aniell no pierde tiempo y ante mis ojos desaparece apareciendo atrás de Eliel, este se sorprende por lo rápida que es, retrocede rápidamente, atrás de Eliel aparecen múltiples estacas de hielo que salen disparadas contra Aniell, pero esta levanta un escudo y bloquea todas y vuelve a desaparecer, apareciendo enfrente de Eliel atacándolo con sus garras, no logra lastimarlo pero logra rasgar sus ropas algo que él se sorprende.

¾ -Así que eres la Neplhin perdida, se decía que te habías suicidado o habías sido asesinada, todo este tiempo escondida en el cuerpo de una niña irónica esta vida.- Hablo Eliel.

¾ -¿Pelearemos o hablaremos?- Dice Aniell mientras hace aparecer muchas estacas de cristal a su alrededor y se lanza nuevamente atacar a Eliel pero cada vez que Eliel se movía disparaba estas estacas de cristal, pronto Eliel levanto a su alrededor escudos de hielo y estacas de cristal al mismo tiempo Aniell hizo lo mismos con sus cristales.