CAPITULO 3: SANTUARIO

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CAPITULO 3: SANTUARIO

 (Rosse)

El viaje no fue tan incómodo, fuera de la forma que Abel la describió, “esto es un secuestro”; estuve observando la relación que tienen Joel y Aniell, él no le quita los ojos de encima y ella siempre le entrega una sonrisa, lo que parece sonrojar mucho a él, incluso él llegó  a pedir parar el carro para cambiar de sitio conmigo, lo que acepte de buena manera,  el niño se atrevió incluso a bromear diciendo que no intente escaparme que eran secuestradores profesionales cosa que Aniell respondió pisándole el pie con fuerza, mientras este hacia teatro de haberle dolido mucho, era tan diferente de la persona que conocí cuando me salvo Abel, estoy seguro que la mirada y actitud eran distintas, me parecía incluso sentir un poco de envidia por la relación y conexión que tenían ellos dos.

Mientras tanto Abel estaba callado todo el viaje, quizás sea un poco tímido con las chicas o quizás no le agrade pero estoy seguro que cuando estaba aún en el asiento trasero con Aniell él me observada cada segundo que podía por el retrovisor, había momentos que intentaba iniciar una conversación con él pero respondía de cierta manera tan corta y sin alargar mucho el asunto.

¾    -¿Aún falta mucho para llegar?- Pregunte nuevamente intentando, por quinta vez para iniciar una conversación.

¾    -Ya llegamos, cruzando unas calles más estaremos ahí.

¾    -¿Y qué es ese lugar exactamente?-

¾    -Ya lo veras – Lo dijo mirándome nuevamente, tenía los ojos tristes, algo cohibida, tenía cierta sensación de culpa o miedo. No parecía ni de cerca la persona que me salvó, parecía que dentro de él durmiera una bestia que la libera sólo cuando lucha contra demonios.

¾    -Por fin llegamos…- Suspiro Joel.

Trate de mirar alrededor buscando algún edificio súper protegido, o un cuartel militar, pero lo único que vi era una zona residencial de la clase alta, el auto estacionó dentro de una iglesia de estilo barroco, con variadas esculturas de ángeles de diversos tipos, algunos señalaban peleas con demonios y otras de mujeres arrodilladas, me parecía una iglesia bastante diferente. Por las personas que veía  estaban en plena misa. Abel me cogió la mano susurrándome que me mantenga cerca de él.

¾    -Esto te parecerá genial – Dijo con una sonrisa Joel.

Me sentí incomoda, por lo relajado que se puso en plena ceremonia, avanzamos por la puerta principal mientras todos estaban totalmente concentrados en lo que predicaba el padre, trate de detener a Abel, pero este solo me pidió que confié en él y seguimos avanzando.

Mientras avanzábamos, todo parecía transformarse de un momento a otro el suelo parecía cambiar no sentía más el suelo liso, parecían escaleras por donde bajábamos , mientras las personas alrededor no se percataban ni de nuestra presencia, comenzaban a brillar símbolos en las columnas, mientras bajábamos y poco a poco el lugar iba cambiando convirtiéndose en un templo antiguo con computadores por doquier, cámaras de seguridad, y hombres vestidos de sastre algunos con gabardinas y otros con largas túnicas, otros más parecían tener ropas estilos militares pero bastante diferentes.

¾    -Esto es una fachada, las personas arriba no pueden vernos una vez que atravesamos la entrada.- Hablo Abel – Estos brazaletes  nos hacen entrar a través de la ilusión, sin esto veríamos solo lo que esas personas arriba ven.

Esto es una especie de santuario donde nos establecemos y planeamos las tácticas en situaciones como la tuya, en este país existen cuatro santuarios más, norte, sur, este y oeste, este es el santuario del Norte. Aquí estaremos hasta que el consejo se ponga en contacto con nosotros para nuevas instrucciones. No tengas miedo aquí estarás segura.

Requiem: Cronica I AzraelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora