CAPITULO 10: ANGEL

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CAPITULO 10: ANGEL

(Abel)

Algunas luces en el lugar aún están encendidas otras parpadean, se escucha el goteo de algunas cañerías viejas, los autos están estacionados aunque son pocos,  debe ser por la hora  y el día que hay tan pocos autos en el lugar.

Aquí estamos los dos, la última vez que lo vi, acompañaba a Eliel, si intento capturarlo con vida lo más seguro es que escape, o que me mate, no puedo subestimarlo se corrían muchos rumores de que bebió sangre de un caído y eso solo pueden ser malas noticias, si no me lo tomo en serio desde el inicio  podría terminar muerto.

¾    -Castigo y Justicia- Mis pistolas aparecen y las cadenas que las unen también. Por su lado los ojos de Dedrid echan cada vez más fuego, golpea su gigantesca oz contra el piso hasta que esta prende fuego,  corre a toda velocidad contra mi preparándose para atajarme del primer golpe, lo esquivo con facilidad, intento dispararle pero este lo esquiva, el intentar esquivar mis disparos significa que sin Eliel de lado no es tan indestructible.

Intente tomar distancia mientras disparaba, este usaba su oz como escudo para bloquear mis disparos mientras se escondía tras una columna y yo lo hacía tras otra , no habían pasado ni tres segundos que la columna fue destruida por completo por su oz, a duras penas puedo evitar una herida mayor,  ahora este estaba con sus manos prendiendo fuego formando en ellas bolas de fuego, las cuales comenzó a lanzar en mi dirección, no me daba y estas al chocar contra algo explotaban causando un gran daño. Al intentar dispararle esta exploto en el aire empujándome contra la pared, pero antes de poder reaccionar siquiera nuevamente este lanzo su oz contra mi esta giraba con tanta fuerza que destruía todo lo que esté en su camino sea un auto o una pared. Trate nuevamente de ganar espacio, para poder disparar, pero mientras más distancia ganaba más me sentía acorralado, me enfrente a otros Baphomet pero este era el primero en usar bolas de fuego sin cansarse. Nuevamente dispare contra él  pero solo atinaba bolas de fuego o su hoz de escudo. Pronto me quede sin balas y el intentar recargar el arma solo ocasionó ser bombardeado nuevamente por bolas de fuego y perseguido por su mortal arma. Comencé a correr en círculos esquivando  sus ataques lo más rápido que me era posible.

–        Escopeta – decía mientras juntaba mis pistolas, estas tomaban forma de un arma un poco más grande, una sola que queda encadenada a mi mano derecha. Al estar en posición hice un solo disparo que nuevamente se encontró con una esfera de fuego pero esta vez la atravesó, pero no logre atinar en la criatura que solo corrió a toda velocidad hacia mí,  no pierdo el tiempo y corro hacia él a toda velocidad no puedo disparar tan seguido mi arma cuando está en forma de escopeta necesita de cinco segundos y no podía darme ese privilegio, estábamos casi a pocos metros y él se preparaba a atinarme con su arma – Dispersa-  mi escopeta se disuelve en muchos pequeños cristales como diamantes afilados que flotan alrededor de mi mano derecha., creí poder esquivar  su ataque pero por alguna razón termine saliendo disparado hacia una pared, pero Dedrid también retrocede habiendo recibido a quemarropa mis cuchillas de diamante. Comienza a reír nuevamente mientras se las quita de un solo golpe todo.

–        -Así que eres tan mortal, como tanto se comenta, él asesino de los paladines, el Ángel de la Muerte. Abel,  Líder de las Sombras.- Ríe fuertemente delante de mí mientras prende fuego nuevamente  sus manos. Creo que me rompió algunas costillas, siento un dolor en el torso, pero no tengo tiempo de revisar posibles heridas, pues tengo que esquivar nuevamente sus ataques.

-          No podrás matarme, no tendrás ese placer Dedrid- Lo digo mientras esquivo y nuevamente invoco mis pistolas disparando hacia él, logro herirlo algunas veces pero al parecer sana muy rápido, debe ser la sangre del caído que le da ese poder.- Maldición solo me da problemas.- Corro nuevamente saltando por las paredes y autos, intentando buscar un tiro seguro, sé que buscar matarlo de un solo disparo es muy ambicioso pero no puedo andarme con rodeos.- Ilusión – pronuncio lentamente esas palabras y mis armas cambian nuevamente convirtiéndose en varias esferas que quedan en ambas manos. Mientras corro voy dejando una a una por mi camino, al parecer el aún no se ha percatado que las deje, nuevamente intento acercarme a Dedrid y este me espera con suoz en alto. Antes de acercarme más lanzo una esfera cerca de él lo que causa que salga mucho humo lo mismo acontece con todas las otras esferas que regué por el lugar. Todo el lugar se llena de humo por doquier.

–        -Es inútil que intentes esconderte. Puedo olerte acaso lo olvidas.

–        -Entonces intenta encontrarme.- Le respondo entre las nubes de humo, él intenta olfatearme pero se percata que no consigue nada, comienza a mirar a todos lados, intentando encontrar algún rastro de mi pero no logra mucho.- Este humo neutraliza el olfato de los demonios es inútil que te bases en eso.

–        -Me estas subestimando  paladín- Comienza a juntar las manos y a acumular una bola de fuego en ella, cada vez se vuelve más intenso el calor en ella.- ¡¡Y eso te costara la vida te lo aseguro!!- Luego de decir esto la esfera de fuego que tenía en las manos explota convirtiéndose en muchas bolas de fuego que salen disparados en distintas direcciones, el calor hace que el humo se disipe y yo las esquive con algo de dificultad.

Ahí estoy nuevamente cara a cara con él, mirándonos fijamente. Corre hacia mí, hago lo mismo, esquivo más rápidamente su ataque con un ágil salto, mientras desde el aire disparo hacia sus hombros y espalda, al tocar  el suelo giro en el piso para cambiar mis pistolas a su forma de escopeta con la cual disparo rápidamente pero nuevamente es recibida por su bola de fuego, esta vez no la atraviesa pero explota en el medio de los dos, lo que significa que está lanzando sus ataques con mucha más potencia. No pierdo el tiempo  y corro disparándole sin cesar para no darle respiro ni espacio a atacarme de nuevo, él tira  su oz al piso arriesgándose a recibir algunos disparos a quemarropa coge mi brazo izquierdo y con un rápido movimiento me lanza al suelo sin soltarme el brazo, nuevamente me lanza hacia una columna con todas sus fuerzas sin poder controlarme o creerlo. Salí disparado hacia una columna mientras él sin perder tiempo comienza a preparar una nueva  bola de fuego pero está a diferencia de la otra tiene un fuego azul lo que significa muchos problemas para mí, pues era una esfera de fuego demoniaca quemaba la carne mortal en segundos.

¾    -Necesitaras mi ayuda- Escucho una voz en mi cabeza, esa voz es conocida, pero no logro recordarlo

¾    -¿Qué?

¾    -Invócame sabes mi nombre, esa mujer no siempre podrán apartarte de mí… Invócame o morirás aquí.

De pronto un pequeño mar de sentimientos y recuerdos vino hacia mí, no podía controlarlos y algo los bloqueaba en mí, no lo podía comprender, esta extraña sensación estaba por chocar contra aquella columna y ser rematado por una esfera de fuego demoniaco; muchas ideas venían a mi cabeza pero solo un nombre y una imagen estaba clara.

¾    -Lue, despierta.- Con  solo decir esas palabras pude maniobrar en el aire usar la columna como resorte e impulso y salí disparado para atacar a Dedrid y lo hice sin dudar, por alguna razón Dedrid no se movió por unos segundos lo que me dio tiempo de disparar a sus piernas y brazos con disparos certeros y rematarlos con mis cuchillas de diamante.

Todo fue muy rápido,  corría mi adrenalina al máximo, la sensación de exterminarlo se me apodero, en un instante estaban mis pies tocando el piso y al siguiente mis  armas apuntando a él – Verdugo.- Al hacer esto mis dos pistolas se convirtieron en una sola un poco mayor y  sus cadenas rodearon mi cuerpo, dispare hacia él, este grito y una especie de fuego salía por sus ojos y su boca fuego que se iba mitigando poco a poco.

El quedo sangrando en un extremo del lugar tirado y muy mal herido.

-Tienes fuego... que eres tu…- Decía el  agotado.

Requiem: Cronica I AzraelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora