III

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{Si te hubiera
cuidado más
Nunca habrías
hecho eso...
Tan solo tenía 15 años}



Un golpe tras otro, pero nadie contestaba.

"Dua...Por favor abre la puerta".

Era lo único que gritaba. Pero ni mis abuelos ni yo conseguíamos que nos abriera.
Se había encerrado ahí desde que llegó de clase pero no había ningún ruido en su habitación.

-Tengo algo.-Dice mi mejor amigo llegando tras correr todo el pasillo.-Miguel...-Dice agitado y trata de relajarse.

-A ver, Hugo. Tranquilo.

-Migue ha roto con ella, pero no me ha dicho por que.-Asiento.

-No quiere abrirme la puerta. No se escucha nada.

El golpe de algo metálico choca contra el suelo y mi corazón se para.

Conocía ese ruido perfectamente.

Estábamos tirados en el suelo del salón cuando se escucharon las sirenas de las ambulancias y los policías.
Mis padres se miraron uno al otro y pusieron los cuchillos en su cuello. Cerré fuerte los ojos y solo se escuchó el metal del cuchillo chocar con el suelo y la sangre fluir.

-¡DUA!-Golpeo fuerte la puerta intentando romperla.-Mierda, DUA ABRE LA PUERTA.-Mi mejor amigo sigue mis movimientos hasta que le doy una fuerte patada a la manilla y con la mano la rompo haciéndome una gran herida que no soy capaz de notar.

Al entrar veo a mi hermana tirada en el suelo. Mis lágrimas corren por mis mejillas al cogerla entre mis brazos, sin importar que la sangre se sus muñecas manchara mi ropa.
Mire a mi mejor amigo totalmente inmóvil, seguramente echándose la culpa.

-¡LLAMA A UNA MALDITA AMBULANCIA!-Mi grito le hace reaccionar y rápidamente baja a por su teléfono.



Todo pasaba muy lento, mi hermana en una camilla camino a un quirófano. Las luces eran molestas y entre tanto ruido solo era capaz de escuchar el silencio.
Unas manos me obligan a soltar la de mi hermana y a alejarme de ella, quedándome de pie en aquel interminable pasillo blanco y desesperante.

Mi hermana había intentado un suicidio.

Necesitaba despegar mi mente así que salí corriendo al tejado del hospital.
Tan rápidamente que Hugo, pensando lo peor de mi, me sigue.
Al llegar me agarro fuerte de las rejas que te impiden seguir.

-Elián, por favor calmate.-Me coge de la cintura intentando alejarme de ahí. Como si en algún momento pudiera traspasar aquellas rejas y saltar al vacío.
Me sujeta cada vez más fuerte cuando intento quitarme.-Elián, por fa-

-¡¿QUE MÁS QUIERES DE MI!?-Mi grito a la nada resuena con eco.-¿Que más...?-No consigo acabar la frase cuando rompo al llanto.
Los brazos de Hugo me envuelven por completo y no hago nada más que golpear las rejas.

-Elián, basta. Mírame-Trata de cogerme de la cara.-¡Mírame!-Coge firme mi cara y su dureza en la voz hace que te mire.-Va a estar bien, ¿Okay? Es una chica fuerte y va a salir de ahí.

Niego sin detener mi lágrimas.-Si fuera una chica fuerte...¡No estaría ahí ahora mismo!-Me abraza.

La presencia de otra persona me hace levantar la vista.

-Maldito hijo de perra.-Dijo levantándome y cogiéndole del cuello de la camisa.-¿¡Como te atreves!?-Iba a golpearle pero una mano me detiene.

-Basta.-Hugo me mira serio.-Uno: Te pueden meter en la carcel por golpear a un menor y dos: es mi hermano.-Suelto a Miguel despacio.-Y no vuelvas a meter a mi madre en esto.-Me quedo callado y miro a Miguel.-Miguel, vete de aquí. No es el momento, hermano.

-Tu le has hecho esto.-Digo antes de verlo desaparecer.

.

Mi hermana, mi hermana pequeña estaba en una camilla durmiendo. Cogiendo fuerzas, cogiendo sangre y oxígeno.
Era horrible ver a un ser querido en estas condiciones, sobre todo si era la única persona en la que te podías apoyar. La única que te hacía sentir mejor con las sonrisas de cada mañana.

-Se va a poner bien.-Dice mi mejor amigo haciéndome un masaje en los hombros.-Los médicos dicen que no fue tan profundo pero si perdió sangre. Todo estará bien.

-No tengo miedo de eso.-Susurro sobre la mano de Dua y cerrando los ojos.-Asuntos sociales vendrán cuando se despierte...Tendré que pagar la multa...

-La multa la va a pagar mi padre, Elián.-Me dice Hugo.-Tranquilo.

-Se la van a llevar.-Susurro.-Asuntos sociales se la van a llevar por que no hemos podido protegerla...Por que se ha intentado suicidar.

-No se la llevarán, ¿Okay?-Miramos a mi hermano al oír lo que suelta de sus labios.-¿Lo has oído?-Susurra con miedo a que sea una broma.

-A lo mejor fue nuestra imaginación.-Volvimos a mirarla cuando vuelve a decirlo.-Eso ya no a sido mi imaginación...

"¿Me oyes, mamá?"

Elián #thedomains2019 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora