No había pasado ni tres minutos desde que ya me quería ir.
Las luces de las lámparas apagadas de la casa daban la sensación de miedo... Había luces de "discoteca" azules y rojas para dar ambiente. Pero me parecía agobiante.
Quería irme. Estaba sola en un sillón viendo como Dua baila con un chico y una chica. Elián hablando con su grupo de amigos y yo... Marginada.
A pesar de que estaba mirando a Dua, no podía dejar de mirar a Elián de reojo. ¿Por que se rie tanto? ¿Que será tan gracioso?
Por favor, Elián deja de reírte. Eres escandaloso cuando lo haces. Cerré fuerte los ojos esperando la hora de irme.
-¿Aburrida?-Me dice una chica mirando el techo.-Yo también.-Me dediqué solo a sonreír y mira a Elián de nuevo, pero ya no estaba ahí. Intenté buscarlo con la mirada pero un estornudo me hizo perder la vista de donde estaba. Suspiré mientras me rascaba la nariz.-¿Estas enferma?
-Quiero pensar que no.-La miro-Iré al baño.-la dejé completamente sola para meterme en el pasillo lleno de gente.
Al encontrar el baño me paré en seco observando la puerta.
¿Eso eran gemidos? Cuanta pasión. Puedo escuchar hasta el sonido de algún mueble chocando en la pared.
Suspiré leve y me quedé esperando a que alguien saliera de ahí. Supongo que la curiosidad me mataba. Estaba impaciente, así que me puse a chatear en mi teléfono hasta que noto que la puerta se abre.
-Hola.-Alzo la vista y mi respiración se corta al mismo tiempo que abro los ojos excesivamente. Y la curiosidad mató al gato.
-Elián.-Digo sin más, mientras miro salir a una chica de pelo negro y delgada tras él con un aspecto no tan apropiado.
Las tiras del vestido cayendo por sus hombros, delicadamente...El pelo liso revuelto y el pintalabios algo salido de su limite.
Mi corazón tenía varios sentimientos a la vez...Era totalmente indescriptible.
No sé en que momento empecé a tener sentimientos por él, pero era horrible sentirme tan vulnerable. Aunque él no lo sabía, podía destrozarme. Le di ese privilegio.
Pero...
No puedo creerlo...¿Por qué? Dime que es falso... No quería imaginar que fuera así.
Sabía que algún fallo tendría que tener...
Su pelo revuelto como si se acabara de levantar...
Su voz algo ronca y labios rojos...
Cerré fuerte los ojos y entré al baño. Cerré con seguridad para evitar cualquier equivoco.
Acababa de ver al hermano de mi amiga salir del baño con una chica... ¿Ella lo sabría también?
-Claro, para la gente normal...Acostarse con desconocidos es el pan de cada día.-Le dije al aire después de sonarme la nariz.-¿Y tú? Claro pues tú, la última vez que lo hiciste con un desconocido Te llevó a sentirme mal contigo misma.-Dije mirándome al espejo antes de salir.
-Perdona.-le miré sin entender.-No se lo digas a Dua, me matará.
-Es tu vida, Elián.-Intenté no sonar molesta así que sonreí.-Puedes acostarte con quien quieras, eres un adulto.-Escuché un pesado suspiro salir de sus labios.
-Dua odia a esa chica con toda su alma... Pero no puedo evitarlo.
-Sal con ella.-Alzo la cabeza y le miro firme.-Si te gusta sal con ella. Enserio, nadie puede impedirlo.-Le Sonreí. A lo mejor... si se iba con otra chica, el sentimiento que había florecido en mi desaparecería para siempre.
Así me tendría que obligar a olvidarle.
