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Podéis ver el trailer copiando este link:

https://youtu.be/_LfH0ONJH8w

en youtube.

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*Elián*

Notaba un ligero calor cerca de mi pecho y manos cuando encendieron las velas del pastel.
No podía parar de ver las llamas bailando por el viento, que cada palabra de la canción hacían correr.

No quería mirar a Lorena a la cara, tampoco quería mirar a Amber.

Soy consciente, estoy bastante consciente del daño que le estoy haciendo.
Siempre supe mirar a través de sus ojos.
A la entrada de su alma.
Todos piensan que es muy fría al verla siempre seria, cuando ya la conoces solo piensas en que es divertida y una buena amiga.
Pero...¿Cuando la conoces de verdad? ¿Cuando sabes cual es su sentimiento en cada momento del día con tan solo mirar sus ojos pardos?
Eso se llama privilegio.

Cuando la mirabas podías ver un cosmo. Pero si te fijabas bien... Había un universo entero en ellos, cada planeta y cada estrella en su lugar...
Cuando se reía era pleno día. Eran un sol brillante.
Al verla con los ojos al borde de las lágrimas... era la noche con cada estrella y satélite más brillante que nunca. Ahí era cuando sabías que otra explosión de supernova iba a surgirse en ella...creando agujeros negros que absorbieran parte de sus sentimientos para volverse más oscura por dentro.

¿Donde llegaban a parar? No lo sé.

Pero a pesar de tantos agujeros negros en su cosmo... se podía ver que su mundo y su Sol siempre estarían ahí. Siempre que la lastimabas... Volvería a salir el Sol en sus ojos, siempre más apagados, pero intentando mostrar cualquier rayo de esperanzas.

Me había dado cuenta como era desde que dejó que entrara a su vida y empezara a descifrar como se siente siempre. Sé, bastante bien, que tiene miedo de mi. De que cause la desaparición de su mundo. Pero aún sigue dándome una oportunidad.

-Lorena, quiero hablar contigo.-Digo acompañándola a su coche.

-¿Hablamos en mi casa?

-No. Ahora.-Se puso tensa y se acerca a mi con miedo de que salga corriendo.-Lorena, esto no funciona.

Esta a punto de derrumbarse. Lo noto.

Cerré fuerte los ojos.-¿Como que no funciona? ¡Vamos a hacer un año!

-Lo se, Lorena. Lo se.-Suspira.-Pero cada día estas más lejos de mi.

-Es por la universidad y el trabajo, te lo he dicho.-Me coge para que la mire. Me quedo observándola.-Esta última semana termino, ¿Okay? Volveremos a tener el mismo tiempo juntos.

Suspiré y asentí.-Lo siento, fue un acto de nervios a perderte.-Sonrío para que se tranquilice.-Hoy me quedo, aquí. ¿Okay?-Le abro la puerta del coche.-Duerme bien.
Me sonríe aliviada antes de irse.

Sabía que beber tanto me ha afectado.

Entré a la casa de Ambar en silencio. Con pasos hábiles y sigilosos me supe a su lado apoyando la espalda en la barandilla y mirando el cielo.
Era como ella.

-¿Has abierto mi regalo?-La miré saliendo de mis pensamientos.

-Quiero guardármelo para el final.-Le Sonrío. Si lo abro delante de ella podría pasar cualquier cosa.

Cualquier cosa

La miré cerrar los ojos, seguramente estaría olvidando algo que le molesta. Miré la oscuridad del resto de las vistas junto a ella.
Despacio hice un movimiento ligero para rozar su brazo.

No pudo evitar mirarme y al instante morderse el labio inferior disimuladamente. Le sonrío, era inevitable con cada acto que hacia. Ella simplemente era un caos en todo lo que hacía, pero sigue siendo perfecta.
Su expresión cambió. Ya no sonreía.

-No te dije, pero te queda bien el pelo castaño-rubio.

Intento hacer que vuelva a sonreír, no es muy difícil.

-Gracias... Pero me encanta el tuyo. Parece chocolate negro.-La miré, Dios mio. ¿Tan evidente eres? Me rio despacio. Y vuelve a morderse el labio como tanto me gusta mirando a otro lado.-No hagas eso, idiota.

-¿Sonreír?-Vuelvo a sonreír.-Tengo muchas razones por las que sonreír.-Giro del todo el cuerpo para encararla.- Una de ellas eres tú.-Siempre que el alcohol apodera mi cuerpo me hace actuar como quiero. Pero no puedo ser así.

-Sigue soñando, enano.

-Soñar es gratis, nenita.-Sus ojos se encontraron con los mios.

Gran error.

Atrapé su cara despacio entre mis manos para inclinarme un poco hacia ella rozando su nariz.

Podía verla mejor. Tenía ansias en sus ojos y su boca entreabierta.

Rocé sus labios con los mios.

Quería besarla. Tan solo un poco más...

Pero el timbre sonó más fuerte que nunca.

Nos separamos rápidamente uno del otro.

Quería tocarla de nuevo.

-¡Voy!-La veo irse casi corriendo.

-Mierda.-Murmuré para mí mientras me tapaba la cara.

Necesito dormir.

Elián #thedomains2019 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora