Chicas Anime × Tu (Yuri)

Ryuko Matoi

Alguien pidió Lemon??? 7u7

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—Solo confía en mí cariño— le dije mientras mordía su hombro y vendaba sus ojos con una seda de color negro.

—Ahh Ryuko— ella gimió como respuesta.

Me encanta escucharla decir mi nombre mientras le hago el amor.

Bajé lentamente mi mano acariciando su espalda y posterior a eso su trasero para después con uno de mis dedos la entrada de atrás estimulandola.

—Amor— dió otro suspiró y yo introduje mi dedo índice en esa estrecha parte de su cuerpo.

La sentí estremecerse sobre mi dedo, comencé a dilatarla poco a poco hasta que se acostumbrará. Pasó poco tiempo hasta que un dedo fue insuficiente por lo que metí otro más.

—Ahh bebe— sus gemidos se volvieron más fuertes y agudos.

Seguí así por unos minutos hasta que sentí que su orgasmo se acercaba. Saque mis dedos y la escuché gruñir por la pérdida.

Antes de que comenzara a protestar la volteé bruscamente y me abalance hacia sus pechos, los cuales di un tratamiento parecido, los junté para poder lamer sus pezones uno por uno, los gemidos de _____ solo me volvían loca, por lo que sin ningún reparo mordí el izquierdo y lo jale.

—Ahhh ¡Ryuko!— gritó a la vez que comenzó a mover su pelvis buscando aliviar su necesidad de caricias en esa zona.

Yo me otras dos sedas, pero ahora de color rojo, la ate a la cabecera de la cama y abrí sus piernas viendo su deliciosa vagina que se encontraba totalmente húmeda y a mí merced.

Cabe aclarar que estaba completamente desnuda por lo que no tenía que perder tiempo en quitar la estorbosa tela de su cuerpo.

Sin perder tiempo me desnudé totalmente y me puse entre su piernas, logrando que nuestras intimidades se tocaran entre sí y nuestros fluidos se mezclaran creando un morboso pero placentero sonido.

En cuanto logré conseguir una posición adecuada para culminar mi acto, volvió a gemir y esa fue la señal de arranque para comenzar a moverme.

Ambas soltamos gemidos de placer y lujuria pura, simule pequeñas embestidas, pero no era suficiente para mí, la penetré con dos de mis dedos y comencé a jugar con su clítoris.

—Ahh _____, termino— traté de decir algo coherente pero el placer que recorría mi cuerpo me lo impedía.

—Yo también Ryuko— me respondió con la respiración entrecortada.

En pocos instantes ambas llegamos al orgasmo juntas, caí rendida en su pecho mientras ella me abrazó y acariciaba mí cabello.

Duramos hacia varios minutos hasta que recuperamos el aliento y le quite la venda de sus ojos.

—Te amo Ryuko.

—Yo también te amo _____.

Nos fundimos en un beso y pasamos el resto de la noche abrazadas sin importarnos el mundo que nos rodeaba.