- Me alegra que hayan venido - dijo Samantha - llegaron justo a tiempo para los preparativos de nuestro aniversario. - sonrio
- Y cuando será su aniversario? - tome un sorbo de la taza con café que tenia entre mis manos
- Mañana en la noche - dijo con emoción - así que también estoy muy feliz por que estén aquí
- A mi también - era verdad - asistirán muchos? - no me agradaba la idea de estar rodeada de demasiadas personas desconocidas.
- No. Sólo sera entre familia - asenti - aunque debo advertirte que es un poco grande - mi sonrisa flaqueó en ese instante.
- De acuerdo. - trate de sonar tranquila
- Al parecer no te gusta estar rodeada de personas ¿o me equivocó? - inquirió. Asentí apenada - tranquila Evan era igual que tú, excepto que a él pocas veces logramos convencerlo. - nego con la cabeza y con la vista fija en algún punto. Como si estuviera recordándo hacia esos viejos y pequeños recuerdos.
- Nunca fue sociable, verdad? -
- Casi nunca - hizo una mueca de disgusto. - era tímido y demasiado reservado.
- Si aún lo recuerdo - sus ojos verdes para mi fueron como un libro abierto desde que lo conocí.
- Sabes eres mi heroína ¿como le hiciste para que se abriera contigo? - sonrió con dulzura - y me sorprende aún más que lo haya hecho con una chica como tú - de repente un escalofrío me recorrió
- Una chica como yo? -
- Eres una chica fuerte, de eso no hay duda - asintió ella misma con orgullo - debe ser por eso que sintió seguridad y confianza al estar cerca de tu entorno.
- Aunque no lo crea, él también me hace sentir de la misma forma - admití, sentí como mis orejas se pusieron rojas luego de confesarlo.
- Lo sé - aseguró con convicción.
El resto de nuestra plática se baso sobre los preparativas para la noche siguiente y lo que podía usar para la gran velada familiar. Según se celebraba su ››Aniversario número 40‹‹. Su matrimonio había aprendido a salir adelante y eso sólo me confirmó el gran amor que existe entre ambos.
- Sube las escaleras, a la derecha - me indico Samantha. Asentí y me di prisa en subir las escaleras.
Al llegar a mi destino no esperaba encontrarme a un Evan con aire ansioso. Cuando me pidió que le contara lo que habia ocurrido, le deje el suspenso impuesto. Y su cara sin duda me demostro que tenia una idea de lo que había ocurrido halla abajo. Divise mi maleta que se encontraba recostada en una de las puertas de ese corredor, asi que de inmediato supe que esa seria mi habitación.
Me encerré para desempacar lo poco que habia almacenado en mi maleta. Las paredes estaban pintadas con colores cálidos y acogedores. Las sabanas de la cama eran azul marino y las paredes estaban decoradas con cuadras abstractos y una mesa de noche.
***
Ya había anochecido y para distraerme pensaba que lo mejor era pasear por el jardín y disfrutar de la noche estrellada. Con eso en mente baje las escaleras y justo cuando atravesaba la puerta que daba al jardín trasero quise volver lo mas rápido posible.
Toda la pequeña familia Cooper, se encontraban sentados alrededor de una gran fogata asando malvaviscos y aprovechando que nadie había notado mi presencia regrese por el mismo camino. Al llegar al final de las escaleras me apoye en el barandal para recuperar un poco de aire.
- Oye Lili, no vienes? - fogata, fuego. Evan se posicionó a mi lado
- No - negué repetitivamente - no pienso ir - sentencié.
- Vamos - insistió he intento tomar mi mano, pero no lo logró.
- No lo haré, así que vete! - corrí por el pasillo a mi habitación y estanque la puerta.
Mi respiracion era agitada, sudor por toda la cara y las manos me temblaban. Los recuerdos eran mas fuertes cuando veía fuego, era mas doloroso recordarlo. Y no quería escuchar a nadie.
Luego de un rato y de no haber correspondido a la petición de Evan de dejarlo pasar, la puerta empezó hacer golpeada y el picaporte temblaba por tanta presión que había del otro lado de la puerta. ¿Abrirla o no?. No estaba muy segura, pero no quería provocar un escándalo. Así que aunque la perilla de la puerta seguía girando en movomientos bruscos tratando de ser abierta, decidí abrir la puerta y la persona que estaba del otro lado casi cae de boca ya que lo tomó por desprevenido.
Se recompuso de inmediato y se giro hacia mí con una mirada de reproche, pero pronto sus manos ahuecaron mi rostro:- Estas bien? - su voz sonaba ansiosa.
- Lo siento - apenas y mi voz se escucho.
- Porque huiste de ese modo? - cerré los ojos con fuerza. No sabía como explicarle
- Tuve miedo - admití. Tarde o temprano debia conocer esta historia de mí.
- Miedo de qué? - todo mi cuerpo sintió un escalofrío de solo recordarlo, el apareció notarlo y sus pulgares acariciaron cada una de mis mejillas.
- Fuego - mis ojos empezaron a picar - le temo al fuego y jamás lo voy a superar. Es por eso que yo...
- Actuaste de esa manera - término por mí.
Solo pude asentir y sin poder evitarlo mis mejillas se encontraban húmedas debido al llanto. Por primera vez los papeles cambiaban, él era quien me consolaba mientras yo me desmoronaba y dejaba de ser la chica fuerte que no permitía que nada ni nadie le causará daño.
- Por que le temes? - su voz era suave y cautelosa.
- Porque de esa manera perdí a una de las personas más importantes de mi vida - y eso bastó que para que mi autocontrol se esfumara por completo.
El me rodeó con sus brazos y en él sólo pude detectar seguridad. La verdad es que para mí. Evan a sido la persona que no esperaba encontrar ya que sin duda es indispensable. Al poco tiempo mis lágrimas dejaron de fluir, pero eso no permitió que me alejará.
Admito que no le había mencionado lo que en verdad ocurrió, pero simplemente no me encontraba lista. Pensé que los había dejada encerrado con llave al fondo de mis recuerdos, pero me equivoqué y una vez más volvía hacer la misma niña pequeña y asustadiza a la cual dejaron marcada de por vida. Aún así, agradezco saber que otra persona importante con la cual comparto la misma sangre pueda encontrarse bien
Si quieren tener una pista sobre quien pueda ser esa persona, lean el * capitulo 8* y sean muy observadores. ♥
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Nerd. ©
Novela JuvenilSiempre fui el cero de la izquierda, el que nunca era considerado por los demás por ser el mas listo,el que mas se esforzaba y el que siempre era utilizado para las burlas también era el que siempre estaba en la mira de los brabucones y a la vez el...