Capitulo 20: Mi heroína.

16 7 2
                                    

No podia dar credito a lo que, o más bien a quien tenia frente a mí. Volver a estar frente a ella, sólo provoca que toda la abalancha de malos recuerdos pase frente a mí y se arraigue cada vez mas ese sentimiento de desprecio.

Es como si quisieras desaparecer a dicha persona en un chasquido de dedos y asegurarte de que no vuelva a parecer. Eso habia hecho, pero no es lo mismo ahora que esta delante mí. Vistiendo ropa de diseñador, rostro maquillado, cabello perfectamente arreglado y con una sonrisa cínica a la par que es petulante.

- ¿Que haces aquí? - sueno mas severo de lo que espero.

- ¿Te importa? - me da una mirada desafiante.

- No, para nada - le devolví la mirada - solo me parece algo hipócrita que hayas venido.

- Evan... - olvidaba que Lili se encuentra en la misma mesa, pero Regina la pasa por alto.

- Soy la esposa de Eliot - extiende su mano izquierda en la cual lleva su alianza - tú madrastra así que pertenezco a esta familia y por lo cual también estoy invitada.

- Sí, madrastra - decirlo me provoca un mal de boca - por sino recuerdas lo que dice tu título, déjame recordarte que esa palabra me suena más a reemplazo porque tu no eres mi madre.

- No te creas tan importante, además a mi tampoco me agrada la idea - admito que ese envió una punzada a mi pecho - estoy aquí por mi verdadera y única hija.

Tan pronto dice esas última palabras, sólo deseo tener conmigo a mi verdadera mamá, pero sé que no será posible. Pronto la tristeza empieza a ahogarme.

- Creo que es sufieicente - la voz firme de Lili ahora si se hace notar.

- No me iré - sonríe con arrogancia

- Pues yo no le he preguntado - atacó

- Me estas hechando? - la indignación en su voz es palpable.

- Creí que ya había captado el mensaje - se encoje de hombros.

- Mocosa insolente! - se levanta como un resorte de su asiento.

Y sólo en ese momento muchos de mis familiares que se encuentran cerca se giran hacia nuestra dirección. Ninguno de ellos tiene idea de lo que a pasado en nuestro hogar o al menos por el momento.

Unos pasos fuertes y veloces se dirigen hacia nosotros, cierro los ojos y tomo una bocanada de aire para mantenerme en calma. Ciento la presencia de alguien a mi lado, pronto su brazo se enrosca junto al mío. Y la mirada cálida de Lili me recibe apenas vuelvo abrir los ojos.

- Regina! - mi padre se posiciona delante de nosotros - que estas haciendo aquí? Ven, necesito hablar contigo - por fuera se ve tranquilo aunque por dentro es todo lo contrario.

- Tú y yo no tenemos nada que hablar - se cruzo de brazos en forma desafiante - sólo vengo por mi hija -

- Eso no está a discusión ella se queda conmigo - por supuesto que lo hará. Todos están quietos en sus lugares, hasta que diviso a Trassy junto a Oliver.

- Mama...? -

- Que bueno que te encuentro, empaca tus cosas nos vamos - sentenció

- No - su voz tembló - no iré contigo a ningún lugar, no hoy - se aferro aún mas al brazo de su acompañante.

- Que dices? Lo harás y no te puedes negar -

- Basta Regina! - la furia en su voz hora si fue palpable - dejarla en paz, y acompañame a fuera 0ARA que hablemos - mi padre la tomo del codo para llevársela a regañadientes.

Tan pronto se retiraron Trassy huyó escaleras arriba y Oliver posándole los talones, entra situación yo hubiese hecho lo mismo, pero yo también estoy afectado por lo que acaba de pasar. Lili toma de mi mano y le da un apretón, asi ue junto a ella nos alejamos de todos para ir albpatio trasero.

Al salir, el aire fresco de la noche nos recibe y eso me tranquiliza. Lili quien aún toma de mi mano la guió hacia una de las banquetas de color blanco que se encuentran esparcidas en el jardín. Suelto su menos y me siento sin pensarlo dos veces y cuando ella esta frente a mí, suelto lo que tanto he querido decir.

- Quisiera que desapareciera y asi no volver a verla, pero eso no sería posible - frote mi rostro con ambas manos.

- Porque? - se sienta a mi lado.

- Por que aunque la deteste, es la mamá de Trassy y aunque no lo demuestre ella la ama - un suspiro cansado brota de mis labios - y yo sólo soy un estorbo - dejo la vista fija en algún punto del césped verde.

De pronto las manos de Lili, acunan mi rostro con suavidad y lo alza para quedar a la misma altura. Ella me contempla en silencio a la vez que sus pulgares rozan de forma circular el contorno de mis mejillas.

- Pues yo opino que eres el chico mas dulce y que se preocupa en los demás, por sobre todas las cosas - mi corazón empezó a cobrar una velocidad mayor, que no esperaba.

- De verdad? - por alguna razón necesitaba volver a escucharlo de sus labios.

- Sí y por eso te quiero - mi asombro fue muy evidente y ella sonrió - así como lo escuchaste.

De pronto no puedo dejar me admirarla, porque se que delante de mí está mi heroína. La que a permitado que mi corazón volviera a recobrar todos los sentimientos que con el paso de los años había perdido.

Esos pozos azules que me transportan a otro lugar desde que los vi por primera vez, no se despegan de los míos, somos igual que imanes. Su suave y tersa piel se ve mas hermosa de noche, su pequeña nariz y respingada que me resulta adorable y por último sus labios rosados, que está noche se encuentran pintados de rojo y eso los hace lucir mas apetecible.

Tarde me doy cuenta que no he apartado mi vista de estos, sus labios se entreabren en ese momento como si ella también me indicará que quiere lo mismo. Me inclino un poco más y ella también lo hace, esa es la respuesta que esperaba para actuar.

Mi nariz roza con la suya, y la acarició con ella de forma juguetona, siendo consciente de su respiración pausada que choca contra mis labios. Una caricia más y rozo sus labios para luego poseerlos y eso es suficiente para no querer detenerme, sus labios siguen mis movimientos casi al instante y ambos nos perdemos en ese momento.

No soy consciente de mi alrededor, olvidó por completo lo mal que la pase hace un momento y sólo somos nosotros. Nuestras respiraciones empiezan a agitarse conforme se vuelve más urgente, así que ambos separamos nuestros labios aun conservando la misma posición, yo no me detengo y sigo repartiendo besos cortos en la comisura de sus labios para unir nuestras frentes y tenerla más de cerca.

- Yo también te quiero - sus comisuras ascienden y una hermosa sonrisa se forma en sus labios. Ella es la ayuda que tanto necesitaba sin tener que buscarla, de eso no tengo duda.


Mientras en otros libros llevan 3 capítulos y ya se dicen *te amo*. Ahre!
Conmigo tuvieron que esperar 20 capítulos para un beso, pero todo a su tiempo ¿no?.♥

Lectores fantasmas los invocó para que dejen sus estrellitas y comentarios!

Nerd. © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora