---Reina Reol, no sabe lo mucho que extraño estar aquí...--- el androide albino comenzó a llorar, dejando impactadas a las dos chicas presentes en el gran salón.
---¿M-Mafumafu...?--- la reina no sabía cómo reaccionar. Sintió un hueco en su pecho en mucho tiempo, por un momento olvidó que el androide albino era solo eso: un androide.--- Calma, no llores.
El ya mencionado intentó detener sus lágrimas, pasó sus manos por sus ojos como un niño pequeño y su llanto se detuvo.
---Lo lamento mucho, reina--- se disculpa el albino.--- Todo este tiempo me he sentido solo en el Reino de la Tierra. Es horrible, hay un ambiente muy tenso entre el príncipe Soraru y el rey Kradness, el único de alma pura e inocente es Eve... El príncipe menor--- la reina Reol escuchaba con atención a su antiguo sirviente.--- Es como si... Entre el príncipe y el rey hubiera una enorme rivalidad. El castillo está en las penumbras, el sol logra salir de milagro por los pequeños espacios de las enormes cortinas de colores oscuros como el vino, ni el viento logra pasar por las enormes puertas imponentes del Reino. Es como una cárcel disfrazada de riquezas y excelencia.
---Ya veo... Sé un poco sobre la situación en el Reino de la Tierra...--- dice la reina junto con la mirada perdida en alguna parte del suelo.--- Debe ser algo duro para ti.
--- Es incómodo--- sonríe el androide.--- Por cierto...--- Mafumafu hace una pausa repentina.
---Por cierto... ¿Qué?
El albino dudó sobre llevar a cabo su plan para obtener información de ella y el rey Kradness, sin embargo él era una máquina, el dudar y no hacer su trabajo era cosa de humanos. Mafumafu debía seguir las órdenes de su nuevo amo.
---Usted... ¿Tiene algún tipo de relación con el rey Kradness?--- pregunta el androide albino con tono suave.
---¿Relación?--- las mejillas de la reina Reol se pintaron levemente de rojo.--- ¡N-no! ¡Claro que no! ¿Por qué lo preguntas?
---Escuché en el baile al que asistió que usted y el rey Kradness se enviaban de vez en cuando cartas comprometedoras, así como regalitos y algunas otras cosas más--- comenta el androide albino con una mirada inocente.--- ¿Usted y él tienen una relación romántica?
---¡Claro que no!--- se apresura a negar la reina.--- Él y yo somos... ¡Buenos amigos! Debemos tener una buena amistad por si una guerra se avecina.
---Ah... Ya veo--- responde el androide albino.--- Usted no se atrevería a tener una relación amorosa con el rey de la Tierra. Sé que ambos mundos tienen buenos lazos, pero su gente desaprobaría esa relación, además de que está prohibido que seres de alto rango de la luna se mezclen con los de la Tierra, y eso la incluye a usted.
---S-sí... Lo sé...--- se rasca la nuca con algo de nerviosismo la reina Reol.--- ¿Y-y a qué se debe tú visita, Mafumafu?
---¡Vengo a buscar al amigo de mi creador!--- exclama el androide albino con emoción.--- Sé que sigue vivo, más desconozco su paradero. Pensé que usted sabría dónde se encuentra, pues él también trabajó aquí.
---Sí... Sé de quien me hablas...--- la reina Reol lleva una mano a su barbilla, tomando pose de pensativa.--- Aún tengo su dirección, pero también desconozco si ese hombre sigue viviendo ahí.
---¿Podría darme esa dirección? Realmente necesito con urgencia encontrar al amigo de mi padre.
---Claro. Lon, por favor anota la dirección del lugar...
En pocos segundos se le fue entregado al albino dicha dirección para que asistiera con sus pocos conocimientos de las calles y lugares del Reino de la Luna.
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Manos Robóticas [SORAMAFU]
FanfictionSu corazón era artificial, sus ojos tan irreales, y un extraño sistema creado para expresar emociones en un Androide albino. La pasta de esta historia se abre, dando paso a un Androide a las ordenes de su príncipe que busca quitar a su hermano del...