Bitácora de un Universitario ©

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NP's CASPER

    Las mismas palabras no abandonaban mi cabeza, esas palabras que tenía que decir en frente de muchas personas, ¿Porqué me dejé convencer para hacer este tipo de trabajos? Y claro Casper, todo por la calificación.

—Ey, tranquilo —Dijo Ley mientras seguía manejando, pero a la vez sosteniendo mi tensa mano, la cual no paraba de moverse desde el día de ayer —Probablemente no sea fácil frente ha muchas personas, pero un niño hace mucho me dijo que se siente bien el resultado cuando lo finalizas.

    Asentí mientras suspiraba y procesaba sus palabras que sonaban tan sabias y tan cercanas a la vez, después de unos segundos recordé aquellas palabras.

—Esas palabras son mías Ley —Refute mirando como una sonrisa se formaba en su rostro.

—Pensé que no las recordarías mi amado, son motivación para mí desde entonces —Dijo haciéndome sonreír con dichas palabras.

    Miré nuestras manos unidas y sentía la fuerza con la que la sostenía, y sintiendo la calidez de la misma. Un calor y sensación incomparable de satisfacción.

—Solo eran palabras en ese entonces, las dije por decir  porque nunca pensé que tendrían gran importancia hoy en día —Agregué mientras lo miraba a los ojos y el de soslayo.

    El transcurso a la escuela en el auto fue silencioso, pero no un silencio que causa incomodidad, si no aquellos que te dan ganas de abajo abrazarla con más fuerza, un silencio que transmite seguridad.

    Llegamos a la facultad y el sol comenzaba a resplandecer iluminando el frente de esta mientras algunos alumnos comenzaban a llegar, está vez eramos de los primeros ya que tenía que prepararme más ya que hoy tenía que convencer a ciertas personas de un proyecto que el grupo en componía de varios maestros tenemos en mente acerca de un invernadero. Algo irrelevantemente sencillo según muchas personas, claro como ellos no tienen que hablar frente a varias personas les es fácil decirlo.

—Y  todo por la calificación —Dijo Ley a modo de burla mientras dábamos un paseo por los pasillos.

    Me colgué de su cuello haciendo que casi caigamos al suelo gracias a el muro no lo hicimos, después de estabilizarnos le di un beso en la mejilla y me solté mientras seguía caminando.

—La verdad creí que solo era lectura y no declamación de lo que te dieron, pero aún así haz practicado toda esta semana —Dijo Ley mientras me abrazaba por los hombros —Lo harás bien camicasse' —Dijo y yo mordí su mejilla por la forma en la que me había llamado, el gruñó y me soltó —Esta bien esta bien, me retracto.

—Que buen niño —Dije y caminé más rápido.

    «inmaduro » Sonreí y seguí el transcurso un poco más tranquilo.
De alguna manera siempre hace que me tranquilice de manera consciente o inconsciente.

—¿Ya estás mejor? —Preguntó mientras entrábamos a el auditorio donde se llevaría la exposición.

    Suspire mientras mi estómago se oprimía con el solo hecho de pesar en donde estaría en cuestión de horas, o más bien en minutos.

—Necesito un café súper cargado con mucho azúcar —Añadí irónico mientras me daba media vuelta para salir del lugar, de no ser por Ley que me sostuvo con ambos brazos y se puso en frente de mí.

—No podrás huir de esta cariño, si puedes y ambos lo sabemos —Dijo y yo sonreí inconscientemente —¿Ahora porqué sonríes? —Preguntó y yo bajé la mirada.

—“Cariño” —Traté de imitar su voz y solo hizo una mueca mientras me abrazaba —En serio que logras calmar mis tormentos —Dije sobre su hombro.