Capítulo 13

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Capítulo 13

   Un mes después...


_ Sabía que te encontrarías aquí._ me dijo Michael al entrar al cuarto en donde me disponía siempre a pintar. Era mi lugar de escape. Mi estudio personal.

_ ¿Cómo entraste?_ pregunté entre nerviosa y asustada.

_ Dejaste la puerta de la cocina abierta... Te llamé, pero no me respondiste.

_ No te escuche...

_ También me percate de eso. Cuando pintas, tu mente se aísla de la realidad... ¿Puedo pasar y sentarme?

_ Ya estás adentro..._dije algo irónica_. ¿A qué venias?

_ A hablar con una vieja amiga que al parecer aún sigue molesta conmigo.

_ ¡Vamos a empezar con lo mismo!... Olvídalo, ya no estoy molesta contigo. Solo que no lo vuelvas a hacer...

_ Lo sé... Y no volveré a insistir que eres una gran artista y que amo ver tus cuadros... Y que amaría el verlos en una galería.

_ ¡Michael!

_ Mmm... Está bien. Me callare.


    En otro lugar, en ese mismo día.


_ ¿Te preparas otra vez para viajar?_ le preguntó Kevin a su viejo amigo, al verlo colocar su equipaje en el maletero de su camioneta.

_ ¿Qué crees?... Sí, hay algo que no he podido sacarme de la cabeza.

_ ¿Y podría saber qué?

_ Tal vez no... Solo que volveré a Beaufort.

_ ¿Beaufort? ¿Podría conocer las razones? ¿Isabella las conoce? ¿Ella que opina de tus motivos?

_ Son muchas preguntas, ¿no lo crees?... Iré solo a ver a alguien. Es una gran artista y me niego a perder la oportunidad de exhibir al menos uno de sus cuadros...

_ ¿Sólo a eso?_ expresó Kevin algo nervioso, sin demostrarlo.

_ Sí, solo a eso... Tal vez consiga lo que quiero... Esa señorita tiene mucho talento y se lo haré ver. Si Michelle viviera, compartiría mi misma opinión. Y no dejaría que alguien tan joven y con tanto talento perdiera el tiempo..._ George tomó su último equipaje sin observar el rostro de su amigo_. ¿Puedes creer que se dedica a dar clases en una secundaria?

_ ¿Clases?... Mmm... ¡Que te puedo decir! Tal vez ame...

_ Kevin, no la conoces... Por lo que no me digas que tal vez ame dar clases en vez de dedicarse a ser una verdadera artista.

_ ¿Y tú acaso la conoces? ¿O acaso le preguntaste que es lo que quiere?


   George no quiso decir nada. Se acercó a la puerta de su automóvil. Tomaría el último vuelo a ese lugar. Para él solo era alguien que apenas conocía. Sin imaginar que había algo más... Un triste secreto.


   Aquel sábado había decidido quedarme en mi casa. No quise salir, cuando Michael y Allison me invitaron a salir. En parte, aún me sentía ausente de mí, y mucho más, motivo al ver visto de nuevo a George. Esta vez siendo Amelia. La Amelia que tanto deseó que él la conociera como "Amelia Ramirez", y ahora, se sentía ausente al ver que ni él la reconocía. Sí, esa era la Amelia que era ahora.


   Me dispuse a pintar un nuevo cuadro. Sentía la nostalgia en mis venas, por lo que algo me impulsaba a plasmarla como había aprendido desde mi regreso a Beaufort.


   Ahora me encontraba en aquel pequeño cuarto. Mi estudio. El lugar donde desahogaba mi alma pintando y llorando. Sintiendo aquella realidad que ahora corría por mis venas. George y yo jamás volveríamos a estar juntos. Nuestras vidas seguían caminos opuestos.


   Escuché el timbre de la puerta. Algo que me trajo a la realidad. Tal vez eran Allison y Michael nuevamente. Tal vez habían decidido volver y quedarse a charlar. Pero, ¿Estaría dispuesta a charlar? Mi ánimo apestaba. Ya no era la Amelia sonriente y ocurrente de antes.


   Me acerqué a la puerta y la abrí. Mi corazón se estremeció al ver quien era. Era George. Sí, George otra vez.


_ Hola... Sé que no es la manera más adecuada para presentarse._ sonrió al decirlo. Mi asombro era quien hablaba pues yo me encontraba muda_. Pero, ¿Me dejaría pasar? Quisiera hablar con usted...

_ ¿Qué hace aquí?_ sólo fue lo que se me ocurrió decir. Me era difícil reaccionar.

_Mmm... Tal vez intentando buscar la manera de que me escuché._ miró mi rostro y mi delantal_. Observo que estaba pintando.

_ Sí...

_ Entonces, no es un buen momento para que me encuentre aquí.


    Reaccioné, aún no lo había invitado a entrar y a sentarse.


_ Puede pasar... Sólo que no esperaba ninguna visita.


    ¿Qué hacia allí? ¿Acaso no le había quedado claro que no quería exhibir ninguno de mis cuadros?


   Lo invité a sentarse y le ofrecí algo de tomar. ¡Que boba me sentía! No obstante, no se lo hice ver. Ya no era "Michelle McAdams" por lo que debía comportarme como si no lo conociera.


_ Me he negado a creer lo que usted me dijo la vez anterior que estuve aquí... No se me hace aceptable con el talento que usted tiene.

_ ¿Ha viajado desde tan lejos para decirme eso?_ le expresé, tratando de ser fría e irónica_. ¡Es tan lamentable, Señor Carter! Pero no cambiare de decisión.

_ ¿Eso cree?

_ Definitivamente, sí... Amo pintar solo por hobbies. No como carrera. Ni para darme a conocer...


   Me sonrió, mientras intentaba buscar más en mi mirada.

Sin PromesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora