Capítulo 10

3K 328 0
                                        

Capitulo 10

   Ya han pasado dos años. Y es otoño como aquella última vez que estuve en Londres. He cumplido mi promesa, no he regresado a Inglaterra. Me he aislado de aquel pasado. No obstante, no de los recuerdos.



   Ya tengo 28 años. ¡Cómo pasa tan rápido el tiempo! Y aún en mi silencio sigo amando a George como la primera vez. Aunque sé que nuestras vidas siguen caminos opuestos.



  En la actualidad estoy dando clases en una secundaria de Beaufort_ Carolina del Norte. Y he cambiado totalmente mi imagen. Al fin y al cabo, debía destruir todas las pistas que me llevaran a mí. He pintado mi cabello de castaño y me lo he cortado hasta los hombros. He dejado de usar lentes de contacto y hora uso lentes normales.


   ¡Qué diferente estoy de lo que era antes!



   Tampoco suelo maquillarme como lo hacía antes. Solo lo normal.



   He retomado mi antiguo pasatiempo de pintar. Tal vez se ha convertido en mi forma de desahogarme y de olvidar mi ayer.



   ¿Dos años? Sí, dos años. Dos años que me han ayudado, poco a poco, a construir una nueva vida para mí.



   Esta mañana estoy tomando el café mientras observo hacia la ventana que da al jardín. "¿Qué será de la vida de George?" me pregunto. Rogando que su corazón haya sanado y haya encontrado alguien especial. No una mentira como yo.



   El tic tac del reloj me devuelve a la realidad. Sé que he deseado no saber de él. Se lo he pedido a Valerie y a Alexander. Ha sido la única forma para sentirme bien y no llorar más.



_ ¿Piensas en serio ir a ese lugar?
_ Amor, solo estaré pocos días... Me han hablado de que es una excelente artista._ dijo aquel hombre al abrazar a su novia, mientras le sonreía_. Espero que no estés celosa, Isabella.
_ Mmm... Tal vez un poco._ dijo y le dio un pequeño beso_. Prométeme que te cuidaras... Que me llamaras, George.
_ Sabes que lo haré... Tengo que venir a continuar preparando contigo nuestros planes de matrimonio. Solo faltan 6 meses para Abril.



   Le sonrió, antes de despedirse de ella. De aquella mujer que ahora formaba parte de su vida.



_ ¡¿Has hecho qué, Michael?!_ expresé molesta al escuchar lo que había hecho por mí.
_ Eres una buena artista... Mereces que te conozcan. Mereces que al menos alguien te de esa oportunidad.
_ Sabes que solo amo pintar por pasatiempo... No para ser famosa.
_ Deberías permitir que vean tus cuadros... Deberías permitir que admiren cada uno de ellos.
_ ¡No!... No es lo que yo quiero._ exprese aún más furiosa_. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué? 
_ Porque no es justo que te resignes a ser solo una maestra de arte. Es algo inconcebible para mí... aunque no quieras escucharlo de mí, cuando solo quieres verme como un amigo. Y no como alguien que te ama...
_ Michael...Michael._ intentaba no perder el control.
_ Puedo resignarme a la idea de que seas para mi solo eso. Pero no, no puedo, resignarme a verte perder el tiempo. No cuando tienes tanto futuro por delante.
_ Ese es mi problema. ¿Acaso no lo entiendes?
_ ¿Qué quieres que entienda? ¿Podrías explicarme qué? Cuando te mantienes rodeada de un muro de acero... No me dejas conocer tus miedos ni tus razones.
_ ¿Con quién hablaste? ¿Quién es ese hombre que vendrá? ¿Cómo se llama?
_ No te lo diré... He olvidado su nombre._ expresó entre molesto y confundido_. Algún día me lo agradecerás.

Sin PromesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora