Capítulo 11

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Capítulo 11

      Por medio de Alexander había descubierto que las amenazas hacia George habían culminado. ¿Cómo? Y ¿Por qué?, aún eran preguntas sin resolver. No obstante, no habían dejado de protegerlo, no fuese a hacer otra táctica para distraerlos y así ellos poder atacar.


      También había sabido, por medio de Valerie, que había entrado una nueva chica al equipo, cuyo nombre era Melissa. Melissa Parker, quien era de Bath. Y un chico llamado Joshua o'Connor de Manchester.


      Aquel día que tanto me había negado, al fin llego. Me encontraba dando clases a un grupo, sin imaginar que afuera Michael me esperaba con George. Sí, con él. Como si la vida se hubiese propuesto herirme aún más.


      Acabé aquella clase y me dispuse a despedirme de cada uno de mis alumnos. Esperé un poco, antes de disponerme a salir. Sin imaginar que algo me lo impediría.


_ Hola Amelia...

_ Michael, ¿Qué haces aquí?_ expresé sorprendida al verlo entrar a aquel salón.

_ Vine con alguien que desea conocerte...


   En aquel instante vi entrar a George. Seguía igual, como mi ser siempre lo recordaba. Sentí a mi corazón saltar, mientras sentía que el aire se escapaba de mis pulmones. Sí, era él. No estaba soñando.


_ Amelia, te presento al señor George Carter. Tuve gusto de conocerlo en una galería cuando estuve de visita en Londres...


   Las manos me temblaban, al igual que se me enfriaban a causa de los nervios. Mi rostro se empalidecía sintiendo tanto miedo de que me reconociera. Pero era obvio, era tan distinta ahora, que no se percató de eso. Ni siquiera cuando le di la mano.


_ Es un gusto conocerla señorita Amelia... Su amigo me habló mucho de usted, que terminó convenciéndome de que viniera al menos a ver uno de sus cuadros. Me habló de este que decidió colocar en su salón de clase..._miró hacia el cuadro, sintiéndose fascinado. En realidad era broma_. Por lo visto su amigo no se equivocó.

_ Me temo que solo exageró un poco, señor Carter..._ expresé con un nudo en la garganta, mientras él se detenía al escuchar mi voz. ¿Acaso podía ser casualidad de que mi tono fuese igual, a aquel, del ser que había amado hace tanto tiempo? Me miró un poco, sabiendo que solo eran ideas.

_ ¿Eso cree?_ sonrió un poco_. Lamento informarle que no exageró...soy muy perfeccionista en lo que respecta a arte y muy pocas veces admito cuando algo me gusta. Su cuatro transmite mucho... más de lo que usted se imagina.


   Aquel cuadro lo había pintado hacia más de un año, cuando sentía la necesidad de desahogarme, al sentir cuanto lo extrañaba a él. Era un paisaje. Un atardecer junto al río. Y ahora él estaba allí, contemplándolo, sin imaginarse aquello.


   ¿Qué podía decirle? ¿La verdad? ¡Por supuesto que no! ¡Eso jamás!


   Pronto me entregó una tarjeta, por si cambiaba de decisión. Él estaba dispuesto a exhibir ese cuadro en su galería de New York.


   Había vuelto a cruzarme en el camino de George. Pero esta vez no era un disfraz, sino alguien que ahora se ocultaba.


   ¿Lo llamaría? La respuesta aún era más obvia. ¡Claro que no!


   Al llegar a mi hogar, lloré como nunca había llorado. Ya no era "Michelle", por lo que él no me amaba. Ni siquiera me había reconocido. ¿Acaso su corazón no le hacía ver quien era yo?


   Obvio que no... Físicamente también había cambiado.


_ Alo, Amelia...

_ Alo, hola Valerie._ dije al reconocer su voz, después de escucharla al teléfono.

_ Amelia, te llamo para avisarte de que George...

_ Ya lo sé..._ dije al interrumpirle_. Ya lo vi. Esta aquí en Beaufort... Dile a Alexander y a Kevin que no se preocupen, no me reconoció.

_ ¿Por eso estás llorando?

_ Sí...Pero ya no más. Gracias por... Gracias por todo. Estaré bien. Estaré bien.

_ Amiga..._ ¿Cómo podía decirme aquello, que no podía decir?_. Hay algo que debes saber._ se sentía culpable_. Él esta comprometido con Isabella Fisher. Se van a casar en Abril. El año que viene...

_ ¿Se va a casar?_ sentí que me daban un fuerte golpe y me quitaban lo que me quedaba de vida.

_ Mmm... Sí. No te lo había dicho por...

_ Lo sé... por mi decisión. Ya no importa... Me alegra que haya olvidado a "Michelle"._ cerré los ojos, mientras evitaba seguir llorando.

_ ¿En verdad estás bien? Amelia...

_ Valerie... Estoy bien. Gracias por decírmelo. Sé que no debe ser fácil para ti... Era lo que tenía que ocurrir. Yo no era en realidad "Michelle"...


     Cambié el tema antes de culminar con aquella conversación. Ya era muy tarde para remediar todo aquello...


  Una tarde, después de tres días...


  Me encontraba en un café, leyendo un poco, mientras me disponía a despejar la mente.


_ Buenas tardes, no imaginé encontrármela aquí, señorita Amelia.

_ ¿Señor Carter?...Hmm, ¡Qué sorpresa! Pensé que ya había regresado a Londres.

_ Decidí tomarme unos días más... quería ver si lograba convencerla._ sonrió, algo que me hizo sentirme destruida.

_ Mmm... Entonces, lamento hacerle perder el tiempo. Le diré lo mismo que le dije a Michael... Es mi pasatiempo y es lo que quiero que sea. No quiero hacerme conocer._ dije intentado ser algo distante y fría.

_ Entonces, es una verdadera lástima... Tiene mucho talento.

_ No tanto. Hay muchos mejores que yo.

_ ¿Eso cree?_ me miró con curiosidad.

_ Pues sí... Es lo que creo.

_ Alguien que una vez amé, me enseñó una gran lección... a jamás rendirme. Esa persona también amaba el arte.


     Hablaba de Michelle. Hablaba de ella.

Sin PromesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora