《1 2》

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Recapitulemos todo antes de llegar al lugar tan anhelado. Por un fallo de mi propio cálculo me vi envuelto en la situación de terminar un cuadro estando en contra del propio tiempo, y con múltiples distracciones como mis gatos, su alimentación, la lluvia, el hambre y las complicaciones con la electricidad.

Y bueno, HyunJin.

Entonces, resumiendo, secuestré a un chico. O bueno, no creo que se lo pueda considerar secuestro, yo le invité cordialmente a mi casa porque hacía mucho frío y luego... Luego lo forcé a ir conmigo.

Okay, no lo sé, juzguenlo por ustedes mismos. Para mi que fue mitad secuestro mitad no secuestro.

Cambiando de tema, ¿Creen que sería un poco intenso de mi parte decir que HyunJin se me hizo extremadamente lindo, hermoso, guapo y perfecto? Porque si es así, lo siento, soy un exagerado.

¡Es difícil esto! Anteriormente dije que no me consideraba homosexual al cien por ciento, pero llegó un momento de la noche en la que sentí una atracción muy fuerte por el chico que se encontraba en mi casa, cosa que me vi obligado a ignorar y distraerme antes de que terminara dibujando penes o algo así.

¿Qué? ¿Acaso me van a decir que ustedes no dibujan miembros cuando están aburridos o distraídos?

La cosa importante es replantearnos un poco está situación y tomar en un cuenta el tiempo. Yo, Lee MinHo, me encontré a un chico durmiendo en la basura y mi mente comenzó a auto consumirse en pequeñas imágenes de los bonitos labios de HyunJin, o en la curiosidad por saber más de él cuando era un desconocido dentro de mi casa.

Es aquí donde me surge la duda. La curiosidad es comprensible, pero ¿Es posible sentir atracción hacia alguien a poco tiempo de conocerlo? Y no cualquier atracción de ver a un chico o chica por la calle y alagar su belleza, sino de aquella que te hace pensar: ¿Qué mierda me pasa?

Hwang logró hacer a mi rostro arder y a mi mente distraerse, ¿En qué me ha convertido? ¿Adolescente hormonal?

Esperen. Detengamos un poco el tiempo e ignoremos lo complicado que se me hace conducir con este alterador de hormonas Lee's a mi lado. Debemos dejar de pensar en él y concentrarnos en que ¡Estoy en camino a la exposición! ¡Qué nervios!

Con todas mis fuerzas intenté mantener mi frente en alto y y los ojos puestos en la asfaltada calle con líneas blancas y amarillas. Mis manos comenzaron a sudar al caer en cuenta de que un nuevo problema comenzaría a consumirme la cabeza.

Necesito buscar en internet cómo no morir de nervios por una exposición.

-Y... - Su suave voz diciendo una sola letra logró detener el paro cardíaco que se me aproximaba-¿Qué haremos allá? -interrogó, y agradecí que lo hiciera en un semáforo en rojo, porque de no ser así no me concentraría en conducir por escucharlo.

-¿Allá dónde? -Ay mis queridas neuronas, ¿Nunca comprendes las cosas a estas horas, verdad Lee MinHo?

-Adónde estamos yendo... -noté en su tono de voz su condición, él realmente no entiende nada- Está en verde, MinHo. -indicó tras un pequeño silencio.

-Ah, sí -reaccioné y me presté mejor atención, volviendo a poner en marcha el vehículo-. Y... sobre eso, déjame explicarte en el próximo semáforo. -Él sólo respondió asintiendo, viendo nuevamente al frente tal cual como yo.

Se siente bien que me hable, parece estar más cómodo, y ya estoy aprendiendo a controlar la reacción interna que me provoca su voz. Punto para mí.

Como dije, cuando la siguiente luz roja estuvo a la vista le conté al menor todo. Y con todo me refiero a absolutamente todo, desde adonde nos dirigíamos, cómo me sentía, cuál fue mi reacción al saber que entraría, mis comienzos, mi taller, mis creencias, mis dudas, cómo adopté a mis gatos...

En total: un cuarto de mi vida. Y no en ése semáforo, sino también en el otro, y el otro, y el otro. Básicamente, el resto del camino la pasé hablando de mí y mi existencia.

-Entonces entré en pánico, corrí a la cocina y busqué un vaso de agua para apagar el fuego que... -Antes de acabar la anécdota que recitaba mis palabras se fueron perdiendo y mezclándose con el aire. Mis ojos miraron fijo al frente y mi cerebro reinició su sistema tras un fallo en intentar servir para algo.

Dos veces parpadeé y exclamé la respuesta a la interrogación que rondaba por mi mirada. ¿Es aquí?. Seguido de eso, frené de golpe el vehículo y, segundos despues, suspiré, dejando caer mi cabeza hacia adelante, consiguiendo que mi frente golpeara sin cuidado con el volante. Y no sólo me lastimé, sino también hice sonar la bocina.

-Ten más cuidado... -escuché a HyunJin murmurar, y apenado lo miré. Él devolvió sus brazos, que se encontraban aferrados al cinturón de seguridad, de vuelta a su regazo, donde se mantuvieron casi todo el viaje. Pareció realmente asustado.

-Lo siento, eh... -evité su mirada y desabroché mi cinturón de seguridad, apresurándome a apagar el coche y abrir la puerta con mi característica y estúpida torpeza. Agradecí que el menor copiara mis movimientos porque no pensaba decir algo más.

Ni una palabra salio de nuestros labios en las siguienges acciones, sólo tomamos los cuadros con cuidado y peor, yo era el único tonto que lo miraba. Cuando alguien no cierra una conversación lo normal es un silencio, ¿No? Pues ese silencios es ¡Terriblemente incómodo!

Ya no sabía a qué prestarle atención en mi sistema, si a la inquietud que me generaba el no intercambiar palabras ni miradas, o a los nervios que seguían vigentes por tener frente a mi la entrada del lugar donde se realizaba la exposición. Es que, si no es HyunJin, me matan las inseguridades.

Tragué duro y me adelanté, dejando a mi acompañante a algunos pasos lejos a mí. Detrás de una mesa con globos y carteles se encontraban dos chicos y una chica, tal vez de mi misma edad. Al parecer eran ellos quienes administraban la entrada.

Me quedé quieto en frente de los jóvenes, esperando a que terminarán de reírse entre ellos.

-¡Hey! Bienvenido. Por lo visto eres participante -dijo uno de los chicos alegre y con una bonita sonrisa, a lo que yo asentí inseguro. Realmente no sabía bien a qué se refería- . Yo me encargo de los visitantes, los artistas van con mis compañeros. -agregó, y señaló al otro chico y a la chica que se encontraban a su lado, indicándo indirectamente que fuera con ellos.

Me moví tres pasos hacia el lado y ¡Diablos! ¿Por qué hay tantos chicos lindos aquí?

Pero no tan lindos como HyunJin.

-¿Nombre? -me preguntó la muchacha al mismo tiempo que tomaba entre sus manos una carpeta sujetapapeles y un bolígrafo.

-L-Lee MinHo... -respondí algo tarde, ganándome una mirada de la joven, seguida de una sonrisa.

-No estés tan nervioso, Lee. Tu estand es el número catorce -Me informó con amabilidad ella, antes de picar al otro chico distraído, quiencon rapidez me colocó una especie de pulsera de color verde en mi muñeca libre.

-Mi compañero te llevará hasta tu puesto, y te enviaremos un... -La joven miró detrás de mí- Oh, veo que ya tienes ayudante, supongo que no te hace falta. Diviértete. -dio sus últimas palabras antes de que el otro chico, con un siempre amable 'por aquí', me guiara a adentrarnos al lugar, por fin.

Pero mi mente seguía calculando.

¿Ayudante?

[🍬]

Okay, sí, ya sé que hace cinco días dije que me iría de wattpad, pero no les quería dejar por tanto tiempo sin capítulo, teniendo en cuenta que desde agosto no publico.
Se podría decir que con esto defino mi ida, así como voy a definir mi vuelta con una actualización.
Y nada, buenas noches.

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