Me contemplo en el espejo sin terminar de irme. Mi cabello no quiere cooperar esta mañana y ya no encuentro qué hacer. Chloe pasará por mí en minutos y yo sigo con mi problema matutino.
Bien, al diablo.
Me hago una trenza a un lado y tomo un gorro.
-Esto deberá ser suficiente -musito a la nada.
Agarro mi bolso y bajo a la cocina.
Papá me regala una mirada burlona.
-Alguien parece haber tenido problemas con el peine hoy.
-¿Tanto se nota? -pregunto a punto de llorar.
Él blanquea los ojos antes de besarme en la cabeza.
-Mejor come tu desayuno antes de que Chloe llegue. -Coloca un plato con huevos revueltos y pan tostado frente a mí-. De verdad siento no poder llevarte.
-Está bien, papá. Trabajaste hasta tarde. No debiste siquiera hacerme el desayuno.
-Mi princesa no puede irse sin desayunar. -Se acerca a mí y besa mi frente-. Ten un buen día de escuela.
-Ten un buen día en la cama.
Lo veo caminar hacia las escaleras.
Siendo policía, hay noches que tiene que pasar fuera o días completos, pero se las arregla para pasar la mayor parte del tiempo que puede conmigo. Desde que mamá murió hace quince años, no le he visto intenciones de tener una relación. Quizá cambiará pronto. En pocos meses terminaré la escuela e iré a la universidad y no quiero que él se quede aquí solo.
La bocina de un auto me indica que Chloe está afuera, así que bebo mi zumo de naranja con rapidez y echo a correr. La expresión burlona me espera de nuevo.
-Ni lo menciones -advierto cuando subo al auto.
-Vale, pero debes admitir que tu pelo está gracioso.
-¿Lara? -Intento ocultar mi enfado.
-Me escribió hace 15 minutos, ya está en la escuela. ¿Puedes creerlo?
Suspiro.
-Le queda más cerca.
Pone el auto en marcha.
-Vive en un mundo completamente distinto al nuestro. -Resopla-. ¿Me repites como fue que terminamos siendo amigas?
Lara y Chloe no siempre están de acuerdo. Siempre pelean porque tienen una manera diferente de pensar, lo que siempre nos lleva a "Natalie, decide". Es bastante tedioso porque llega el punto en que ambas se dan cuenta de que yo soy el lindo pegamento que las une. Ahora nada se resuelve sin que yo esté presente.
-Somos las únicas que realmente la aguantan, supongo.
-Quizá tengas razón en ello -concuerda entre risas.
Lara está magnifica en sus jeans ajustados. Tiene puesto un suéter holgado violeta y calza unos hermosos zapatos de tacón a juego. Su brillante cabellera rubia cae por su espalda. Es la copia exacta de su madre. Derek, por su parte, es idéntico a su padre, aunque Lara también tiene sus ojos.
Esos profundos ojos azules que yo conozco de cerca, aunque nadie debe saberlo.
Fue un error, uno que no puedo cometer otra vez.
-¡Demonios, Chloe! ¿Qué puede demorarte para llegar tarde?
-No es mi culpa, digo, nuestra, vivir lejos de la escuela -se defiende-. Tú lo sabes, Lara. Cada vez estás más cerca de ganarte un puñetazo en la cara por restregárnoslo.

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Resistirse a lo prohibido ¡Disponible en Físico!
Roman pour Adolescents¿Qué tan indebido es fantasear con el papá de tu novio? Es la pregunta que Natalie James se hace cada vez que debe ver a Neal Black, un hombre que le dobla la edad pero no por eso deja de ser atractivo. Tiene un cuerpo sensual, labios esculpidos y m...