Capítulo 1 - Trío

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Agoney está en su cama viendo Netflix en su portátil. La verdad es que siendo un sábado noche, no tiene mejor plan. Podría parecer algo triste, pero el canario disfruta tanto de los momentos que tiene a solas que ni siquiera le importan las bromas de sus amigos. Va a ponerse el siguiente capítulo de la serie que está viendo cuando Amaia, su compañera de piso, irrumpe en su habitación.

- Dios, qué susto! -exclama Agoney- tú no estabas con Raoul?

- Y sigo estando, está en mi habitación -afirma entre risas la chica

- Y qué quieres?

- Te vas a reír...

- Joder, estoy harto de que hagan siempre lo mismo -afirma el canario sacando un preservativo de su mesita de noche- vale que hace bastante que no los use, pero no pueden gorronearme condones cada vez que vienen

- Qué? No es eso! -ríe Amaia

- Entonces?

La de Pamplona cierra la puerta tras ella y se sienta a los pies de la cama de Agoney.

- Verás... es que estamos muy bien, pero últimamente nuestras relaciones íntimas no son lo mismo...

- Amaia, por favor, te quiero mucho pero no sé si puedo ayudarte con eso -afirma escandalizado Agoney

- Sí, sí que puedes -afirma con una gran sonrisa la chica- mira, a mí me pones desde siempre, ya lo sabes

Agoney asiente con una risa recordando el día que conoció a su amiga y sus primeras palabras nada más verle.

- Sí, lo sé -ríe el canario

- Bueno, pues resulta que a Raoul también -sentencia Amaia sin rodeos- así que hemos pensado que quizás... te interesaría un trío

Y en esos momentos, Agoney agradece haber dejado su portátil sobre el escritorio, pues si siguiera sobre sus piernas, yacería en el suelo.

- Qué dices???

- Lo que oyes -afirma la morena- bueno... qué te parece?

- Pues una locura, Amaia! -se queja el moreno- que eres mi mejor amiga y además yo no llevo desde que tengo memoria afirmando orgullosamente que me van los tíos para ahora montarmelo contigo

- Eh eh eh, que no te lo montas conmigo -le tranquiliza la chica- te lo montas conmigo y con Raoul

- Ah, sí, mucho mejor -afirma irónicamente Agoney- mi mejor amiga y su novio al que prácticamente ni conozco

- Venga, Ago, no sería la primera vez que te tiras a alguien que no conoces -insiste Amaia

- Que no que no, que yo no me meto en medio de una pareja -se niega el canario

- Muy bien... quédate ahí, viendo una serie, aburrido mientras podrías estar teniendo sexo con dos personas al mismo tiempo... una experiencia que puede que no se repita nunca...

- Joder, Amaia...

Su compañera de piso puede ser muy persuasiva cuando quiere... Además, solo una noche y después como si no hubiera pasado nada, no? No, no, Agoney, que luego vienen los malos rollos.

- Venga, porfa, Ago -suplica Amaia- si no te gusta, te vas y ya está...

- Pero...

- Y Raoul está muy bueno -afirma la chica moviendo las cejas

El chico se queda unos segundos en silencio valorando sus opciones, finalmente resopla antes de dar su veredicto.

- Pero solo esta vez -acaba cediendo el canario

- Toma! Raoul, que ha dicho que sí! -afirma la de Pamplona volviendo en una carrera a su habitación

Agoney ríe pensando que su compañera no tiene remedio y, tras coger un par de condones por si acaso, va a la habitación de Amaia. Allí se encuentra a la pareja esperándole. "Qué coño estás haciendo, Agoney?" se castiga mentalmente el canario.

- Hola, tío -le saluda Raoul tendiendole la mano, como hacen cada vez que se ven

- Hey, qué tal? -le estrecha la mano el moreno

- Por Dios, que vais a follar, no a tomar el té, solo os falta poneros a hablar del tiempo -afirma divertida Amaia- sed menos fríos

- Joder, Amaia... -se queja Agoney- que no es tan fácil, tú nos tienes confianza a los dos pero nosotros...

- Ya, eso es verdad -le apoya Raoul

Agoney mira momentáneamente a Raoul que le sonríe e inevitablemente él sonríe también.

- Madre mía, si es que todo lo tengo que hacer yo -la chica se acerca a su novio y le retira la camiseta antes de dejarle un pequeño beso en los labios que Raoul corresponde- tú, ven aquí -ordena cogiendo la mano de su amigo- aaasí -pasea poco a poco la mano de Agoney por el torso desnudo del otro chico- ale, el resto lo hacéis vosotros

Amaia se acomoda en la cama y observa a los dos chicos en silencio mientras empieza a desvestirse ella también.

- Te ayudo con esto -afirma Raoul retirándole la camiseta al mejor amigo de su novia

- Vale... eh... voy... voy a besarte -anuncia el moreno

- Vale

- Chicos, por favor, espabilad -se impacienta Amaia

Agoney cumple lo dicho y pega sus labios a los de Raoul, uniendo sus cuerpos, uniendo la leche y el café. Al principio es un roce sutil para tantear el terreno, pero poco a poco se dejan llevar por el deseo y la timidez es sustituida por el hambre.

- Aleluya! Esto ya es otra cosa -celebra la pamplonica

Raoul se separa de Agoney y, entre risas, se acuesta junto a Amaia en la cama a la espera de que el canario se una. El moreno se queda en estado de shock unos segundos. Desde el día que se lo presentó Amaia, Raoul le había parecido un chico muy guapo, en fin, simplemente había que tener ojos en la cara para verlo. Pero joder como se las gasta el muchacho, en la vida le habían besado así...

- Ago, vienes? -pregunta una ilusionada Amaia

Y el canario no sabe qué hacer, porque no las tiene todas consigo. Hasta qué punto estaba bien aquello? Hasta qué punto era aceptable que le gustase enrollarse con el novio de su mejor amiga? Porque, sinceramente, si estaba ahí es por Raoul...

- Ufff no sé -se permite dudar el canario

- Venga, moreno, que me has dejado muy buen sabor de boca -le guiña un ojo Raoul antes de dedicarle una de sus sonrisas

Y cómo iba Agoney a resistirse a eso?

TRES SON MULTITUD (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora