Todas las miradas se clavan en ellos dos y, antes de que el rojo tomate del rostro de Raoul les delate, Agoney decide actuar.
- Le vi en la parada del bus esperando y pensé que era una tontería hacerle pagar el transporte pudiendo llevarlo yo en el coche -se encoge de hombros el canario restándole importancia
- Sí -sonríe Raoul- que por cierto, muchas gracias
- No las des, boll... -se frena antes de meter la pata- voy al mar... a nadar... y eso, adiós
Agoney se quita la camiseta y huye corriendo junto a Nerea, Mimi y Amaia al agua. A ellos cuatro, los siguen Alfred, Miriam y Aitana que se ponen a jugar a voley dentro del mar.
Raoul tiende la toalla en el suelo y se sienta encima. De su mochila saca su cuaderno y un lápiz y empieza a dibujar. Con sus finos trazos tatúa la silueta de su novio en el papel, a medida que lo hace simultáneamente en su retina y en su memoria...
- Qué fichadito tienes a tu taxista, no?
Y del susto, Raoul raja toda la hoja con la fina punta del lápiz.
- Hostiaputa, Cepeda, que susto
- Hace mucho que no hablamos -deja caer el gallego
- Ya sabes, los exámenes -se limita a decir Raoul arrancando la hoja rota y volviendo a empezar otro boceto en la nueva página
- Ajá... los exámenes... -levanta una ceja Luis- me dejas esto? -pregunta retóricamente cogiendo su cuaderno
- Dios, Luis -se cubre la cara con las manos
Su mejor amigo hojea rápidamente todos los dibujos de la libreta antes de devolvérsela a Raoul.
- Tío, son todos sobre él? -le hace burla parafraseando a Raoul cuando leyó sus canciones sobre Aitana
- Cállate, capullo -ríe Raoul algo avergonzado
- Te has encoñado pero bien del amigo de tu ex... qué putada...
- Por qué crees que es mi ex? -pregunta Raoul notando como se sonroja cada vez más
- La dejaste por él? -se sorprende Luis- pero cómo estás tan loco? Ni siquiera sabes lo que él sien...
- Estamos saliendo -confiesa el rubio
Luis le mira boquiabierto.
- Di algo, por favor -le pide
- Que estoy flipando
- Di algo más -ríe tímidamente
- No sé, tío, que me alegro mucho si eres feliz con él pero qué pasa con ella? -pregunta Cepeda
- Vamos a decírselo hoy, de verdad
- QUÉ NO LO SABE? -se escandaliza el mayor
- Shhh no lo grites -le cubre la boca con la mano- no lo sabe pero de hoy no pasa, de verdad
La conversación con Cepeda se ve interrumpida por el propio canario, que coge la toalla de su mochila y empieza a secarse.
- Qué demonios haces? -le pregunta Agoney
- Dibujar al chico más guapo de la playa
Agoney mira rápidamente a Cepeda que le sonríe frotándose el puente de la nariz, entonces vuelve a fijar la vista en Raoul que ríe también.
- Ya lo sabe, moreno, se lo acabo de contar -le quita importancia al asunto Raoul
- Oh, dios, que susto -se tranquiliza el canario sacando un bollicao y la crema solar- ahora toma esto que llevas un montón sin comer y estira la espalda que te estás quemando, Blancanieves -afirma pasándole la comida y poniéndole la crema- y qué te parece que estemos juntos? -le pregunta ahora a Cepeda
- Eh... eso es un puto bollo? -pregunta sorprendido Luis
- Sí -asiente Raoul con la boca llena- culpa del moreno
- Entonces me parece de puta madre -responde la pregunta de Agoney- hacía años que no le veía comerse uno, Dios, muchísimas gracias
El gallego envuelve al canario con sus brazos y Agoney, algo sorprendido, acaba aceptando el abrazo.
- No las des -dice sinceramente volviendo a la espalda del rubio
- Bueno, me voy al agua que creo que están haciendo un chicos contra chicas y hemos dejado solos a Roi y Alfred contra Aitana, Nerea, Miriam y Mimi -ríe Cepeda excusándose
El gallego se introduce de lleno en el mar dejando a la pareja a solas.
- Cuándo se lo decimos a Amaia? -pregunta Raoul
- Eso... es que no sé si es buena idea
- Qué? Por qué? -pregunta sorprendido el rubio
- Estuve con ella y no me dijo nada pero no dejaba de mirarte, no sé si con pena o con rabia, pero no me gusta ninguna de las dos opciones...
- No quiero seguir ocultándolo, amor -hace un puchero el rubio
- Ni yo, pero no lo acabo de ver -afirma haciendo una mueca el moreno
- Y si voy yo a hablar con ella? -sugiere Raoul- puedo ver cómo me habla y ya sacamos conclusiones
- Vale, pero háblale con mucho cuidado y si ella te salta a la yugular, no te pongas a la defensiva y...
- Agoney, ya -le pide el catalán- déjame a mí
Raoul se acaba el bollicao y va en busca de Amaia. La chica está recogiendo conchas en la orilla. El rubio inspira y expira un par de veces antes de dar el paso.
- Hola -le pone media sonrisa
La chica no contesta, simplemente se le queda mirando en silencio.
- Cómo estás? -pregunta con la voz temblorosa y los nervios a flor de piel
La rubia se limita a encogerse de hombros y seguir buscando conchas.
- No vas a decir nada? -dice apenado el rubio
- Qué quieres que te diga, Raoul? -pregunta Amaia entristecida- hace semanas que no sabemos nada el uno del otro, por qué te interesa ahora?
- Claro que me interesa, sigues importandome aunque no salgamos, Amaia -se explica el rubio- el amor cambia, nunca se extingue
- Por favor, pasa de mí -le pide al borde del llanto la chica
- Quiero que estés bien y estar bien contigo -pide Raoul- nuestros amigos no merecen esto y nosotros tampoco
- A veces no podemos tener lo que queremos, Raoul -se le escapa una lágrima a Amaia- y ahora vete, porfa
Raoul suelta un suspiro y se va con la cabeza gacha a jugar a voley con los demás. Amaia, por su parte, va corriendo hacia la arena y se abraza a Agoney.
- Qué pasó, monito? -pregunta el canario
- Raoul ha venido a hablar conmigo como si nada -llora en su hombro- encima me dice que me sigue queriendo aunque de otra forma, ya claro, por eso ha pasado de mí desde que rompimos
- Claro que te quiere, Amaia, estuvo mucho tiempo a tu lado y supongo que quiere que sean amigos -razona el canario masajeandole la espalda
- Le estás defendiendo?
- No es eso, es solo que también entiendo su postura... -intenta recular el moreno
- Y mi postura quien la entiende, Ago? -ataca Amaia secándose las lágrimas- no puedo ser su amiga después de que me dejara y desapareciera sin más
"Es que tiene toda la razón" se maldice el canario.
- Vale, ya está, pasa de él -le besa la cabeza el canario- vamos al chiringuito, te invito a lo que quieras y volvemos a pasar un día en la playa que ni la Sirenita
Amaia ríe volviéndose a secar las lágrimas.
- Vale, va -accede Amaia levantándose de la toalla de Agoney y dejándole un beso en la mejilla- gracias por ser el mejor amigo del mundo
La chica le coge de la muñeca y lo arrastra al chiringuito. Las palabras de la pamplonica retumban en la mente del canario.
"Soy lo peor"
ESTÁS LEYENDO
TRES SON MULTITUD (Ragoney)
FanfictionRaoul y Amaia son muy felices juntos, pero todo se tuerce cuando a la chica se le ocurre una descabellada idea: hacer un trío con su compañero de piso...