Capítulo 11 - Decepción

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Agoney cierra la puerta tras de sí y agradece que haya un pestillo, pues lo pone también.

- Por qué no me dijiste que tienen una relación abierta? -pregunta Agoney

- Pensaba que lo sabías, eres su mejor amigo -se defiende el rubio- de verdad pensabas que le había puesto los cuernos y que quería volver a hacerlo?

- Ay y yo qué sé, pero si es que ni te conozco en verdad -contraataca el moreno

Al ver al canario algo más calmado, Raoul decide acortar un poco la distancia y poner su mano en la mejilla del contrario. Y Agoney vuelve a sentirlo. No, ya no quema.

- Perdoname -le acaricia con dulzura la mejilla- debe haber sido horrible

- No lo sabes tú bien -afirma el tinerfeño- es que yo flipaba, o sea que casi me besas en su cara!

Y Raoul no puede evitarlo y se ríe.

- No te rías, mamón -ríe ahora el moreno

- Pero si tú también te estás riendo -se defiende

- Pero no cuenta porque es de los nervios!

Y eso solo hace que Raoul ría aun más si eso es posible.

- Bueno, morenito, no me cambies de tema que hace unos segundos ibas a reventarme -le recuerda Raoul alzando las cejas

- Podría también reventarte a hostias, eres consciente, no?

- No puedes -afirma el rubio

- Y por qué lo dices tan seguro, guapito? -pregunta Agoney sintiéndose algo insultado

- Porque no le harías daño ni a una mosca, literalmente casi le enseñas a Amaia una conversación nuestra, y recalco lo de nuestra, aún a riesgo de que deje de hablarte solo por no hacerle daño

Y Agoney ahora se siente tremendamente avergonzado. La que ha montado en un momento en el salón...

- Soy un cuadro de persona -se cubre la cara con las manos

- Jo, pero no digas eso -ríe Raoul retirandole las palmas de la mano con cuidado

Y solo con la mirada brillante y la sonrisa tan pura que le dedica Raoul en ese momento, Agoney juraría que si alarga ligeramente el brazo, puede tocar las nubes.

Entonces llega el primero. El primero de muchos. Los labios del rubio atrapan el labio superior del canario.

- Es que encima les obligué a contar delante de todos sobre su relación cuando igual querían mantenerlo entre ustedes, soy lo peor -sigue torturandose Agoney

Raoul se limita a repetir su gesto anterior pero esta vez pasa a su labio inferior, el cual se permite morder antes de separarse de nuevo.

- Qué haces?

- Pues como he sido tan poco sutil desde que nos conocemos, estaba mostrándote mi forma de lanzar indirectas

Ríe el rubio antes de dejar otro beso en los labios del contrario.

- Y qué me quieres decir?

- Que dejes de decir tonterías y me revientes ya

Le deja otro beso que se ve interrumpido por las carcajadas del canario.

- Te gustó la frasecita, eh?

- Hombre, como que llevo cachondo desde que me la has dicho

Y vuelven a unir sus labios cada vez con más soltura.

- Me gusta más esta forma de decirme las cosas -ríe algo sonrojado para lo moreno que es el de ojos oscuros- pero tenemos un problema...

- Cuál? -pregunta algo asustado el catalán

TRES SON MULTITUD (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora